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Planas reconoce que no existe una mayoría en Bruselas para introducir las cláusulas espejo
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CONTRA LAS AYUDAS SIN CONDICIONES

Planas reconoce que no existe una mayoría en Bruselas para introducir las cláusulas espejo

El ministro defiende que se está produciendo una competencia desleal de terceros países, pero asume que el lunes no logrará que la UE generalice los mecanismos para evitarla

Foto: El ministro de Agricultura, Luis Planas. (EP/Alejandro Martínez Vélez)
El ministro de Agricultura, Luis Planas. (EP/Alejandro Martínez Vélez)

El lunes se decidirá en Bruselas buena parte de la suerte de los agricultores españoles, pero no toda. El titular de Agricultura, Luis Planas, irá a la capital europea para defender los intereses del sector en un Consejo de Ministros clave, como prometió la semana pasada en su reunión con las organizaciones agrarias. Sin embargo, hay algo que no podrá conseguir, al menos de momento: la generalización de las cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países para evitar la competencia desleal que denuncia el sector. "No hay una mayoría", ha reconocido este jueves en el desayuno informativo Fórum Europa.

El ministro lleva varios años reivindicando en Bruselas estas cláusulas, que obligan a los países que firmen acuerdos comerciales con la Unión Europea a aplicar los mismos requisitos que se les exigen a los agricultores comunitarios. Esta es una de las quejas principales de las organizaciones agrarias, que consideran que tienen que hacer frente a unos estándares, especialmente medioambientales, más exigentes que los de los productos que llegan de Marruecos, Turquía o Latinoamérica.

Planas ha reconocido que tienen razón: "Yo sinceramente creo que sí, que hay un problema de competencia desleal". Y, de hecho, volverá a llevar este asunto a la capital comunitaria para la decisiva reunión del lunes con sus homólogos europeos. Sin embargo, el ministro ha reconocido que este tema no quedará cerrado en el Consejo de Ministros por una razón principal: no existe una mayoría favorable en los Veintisiete.

Durante las últimas semanas, España ha tejido complicidades con sus países vecinos, como Francia o Portugal, para defender la generalización de estos mecanismos. Pero no es suficiente. A las economías del sur de Europa les interesa para frenar el descontento de sus agricultores, que se están viendo perjudicados por los productos más baratos que llegan de fuera. Sin embargo, otros países, que son importadores netos, rechazan esa posibilidad, para garantizarse, precisamente, unos mejores precios en sus respectivos mercados.

Foto: Protesta de los agricultores franceses en Chilly-Mazarin. (EFE/Edgar Sapiña Manchado)

Además de las discrepancias entre las diferentes capitales, que impedirán que la propuesta apoyada por España salga adelante, existe otro problema para llevar las cláusulas espejo a la práctica. Se trata de las limitaciones impuestas por la Organización Mundial del Comercio (OMC), que exige que estos mecanismos estén debidamente justificados y se usen de forma proporcionada. Los motivos éticos o medioambientales suelen ser los más invocados. Planas ha puesto como ejemplo el reglamento europeo de deforestación, que ha causado algunos problemas a los agricultores comunitarios, pero también se ha esgrimido como justificación para imponer determinados límites a las importaciones de soja o carne bovina procedentes de terceros países.

De momento, el ministro de Agricultura considera que todavía queda mucho camino por recorrer en el ámbito comunitario antes de generalizar las cláusulas espejo en los acuerdos comerciales: "Aún no estamos ahí". En ese sentido, el veterano político socialista —que fue embajador de España en Rabat— ha rechazado entrar en la polémica sobre la llegada de productos marroquíes, justo unas horas después de la visita del presidente, Pedro Sánchez, a la capital de la monarquía alauita. "Es lógico y normal que tengan un arancel reducido para la Unión Europea", ha dicho, siempre que cumplan los contingentes de importación —el cupo máximo a un arancel reducido—, como está ocurriendo.

Menos burocracia

Durante todo su discurso, Planas ha intentado ponerse del lado de los agricultores, que este miércoles tomaron Madrid para manifestar su descontento. De hecho, ha reconocido que a la Unión Europea le han faltado reflejos para impedir las movilizaciones, que se extienden por todo el continente. "Muchas veces no es un problema de rentabilidad, sino de que no se les escucha suficientemente", ha dicho, antes de elucubrar que, si el gran debate comunitario sobre el sector que ha convocado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, hubiera tenido lugar antes, quizá las protestas no se habrían producido.

El ministro está dispuesto a explorar el reconocimiento de Unión de Uniones

Además del asunto de las cláusulas espejo, Planas llevará el lunes a la capital comunitaria la demanda de una simplificación burocrática, otro de los caballos de batalla del sector. "Deberíamos realizar algunos ajustes en relación con los temas de condicionalidad y buenas prácticas agrarias y ambientales", ha dicho. Los agricultores están obligados a cumplir nueve requisitos para recibir las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), y pueden obtener hasta un 25% más de subvención si se acogen a otros requisitos voluntarios, denominados ecoesquemas.

En cualquier caso, Planas ha marcado una línea roja para cualquier cambio que se emprenda: "El único límite a la simplificación es el buen uso de los fondos públicos, sobre eso no se puede transigir". En román paladino: nada de subvenciones sin condiciones.

Por último, el ministro se ha mostrado dispuesto a explorar el reconocimiento oficial como interlocutor de Unión de Uniones, un colectivo alternativo a los tradicionales que protagoniza las protestas estos días, pero no se sienta en las mesas con el ministerio al mismo nivel que las asociaciones oficiales: Asaja, COAG y UPA. "Si hay que abordarlo, lo abordaremos en esta legislatura", ha concluido. Sin embargo, la prioridad actual del ministerio es otra muy distinta, y apunta a la reunión decisiva del próximo lunes.

El lunes se decidirá en Bruselas buena parte de la suerte de los agricultores españoles, pero no toda. El titular de Agricultura, Luis Planas, irá a la capital europea para defender los intereses del sector en un Consejo de Ministros clave, como prometió la semana pasada en su reunión con las organizaciones agrarias. Sin embargo, hay algo que no podrá conseguir, al menos de momento: la generalización de las cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países para evitar la competencia desleal que denuncia el sector. "No hay una mayoría", ha reconocido este jueves en el desayuno informativo Fórum Europa.

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