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¿Por qué la luz ya es más barata que antes de la crisis? La respuesta está en el viento
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GRATIS HASTA LAS SEIS DE LA TARDE DEL DOMINGO

¿Por qué la luz ya es más barata que antes de la crisis? La respuesta está en el viento

La electricidad toca mínimos de enero de 2021 y el precio medio de lo que llevamos de noviembre es 20 veces menor al del conjunto del año. La clave se halla en la alta producción eólica

Foto: Un aerogenerador. (EFE/Henry Chirinos)
Un aerogenerador. (EFE/Henry Chirinos)
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Un estribillo de Bob Dylan resulta suficiente para resumir el motivo por el que la luz será gratis en España durante la mayor parte de este domingo: "La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento". La borrasca Domingos, la cuarta de la temporada bautizada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha dejado el precio de la electricidad a cero en todos los tramos horarios desde la madrugada hasta las seis de la tarde. Como ocurrió con las borrascas anteriores (Aline, Bernard y Celine), los fenómenos meteorológicos extremos han provocado el desplome de la luz, que en lo que llevamos de noviembre ya está más barata que antes de la crisis energética. El precio medio en los cinco primeros días del mes se sitúa en 4,27 euros/megavatio hora (MWh), 20 veces menos que el del conjunto del año. ¿Pero por qué el viento hunde la casación de la electricidad?

El fenómeno que se está produciendo estos días es excepcional en su intensidad —también lo están siendo las tormentas—, pero no en su génesis: ya forma parte del día a día de nuestro sistema eléctrico y cada vez será más común, a medida que el despliegue de las renovables se intensifique. No es más que el resultado del funcionamiento del mercado mayorista, donde se establecen los precios que, añadidos a los impuestos, peajes y cargos del sistema, acaban determinando lo que pagan los clientes de la tarifa regulada (el conocido como PVPC) todos los meses. El mercado funciona de una forma marginalista, por lo que la última fuente de energía necesaria para colmar la demanda es la que marca el precio en cada momento. Si son las más caras, significará que la electricidad será más cara. En resumen: no solo es una cuestión de oferta y demanda, sino, sobre todo, de cómo se cubre esa demanda.

En los momentos de picos de consumo, como las olas de frío o calor, es habitual que los precios suban. A más demanda que cubrir, resulta más probable que las energías más baratas, esencialmente las renovables —que tienen un coste variable ínfimo—, sean insuficientes para abastecer el sistema, por lo que van entrando otras alternativas más caras, como los ciclos combinados de gas natural. Sin embargo, cuando la demanda se mueve en unos parámetros habituales, como ha ocurrido en las últimas semanas —sin episodios de temperaturas extremas—, lo que ocurre con la oferta es lo que determina los precios.

Esto, en un país con un mix energético como el de España, supone quedarse al albur de las condiciones meteorológicas: si hay sol, agua o viento y las renovables pueden cubrir la mayor parte del suministro, los precios bajan; si no, es posible que los ciclos combinados de gas tengan que entrar, incrementándolos. Es lo que ocurrió, de una forma extrema, durante lo peor de la crisis energética, cuando la sequía y la falta de viento dejaron el mercado eléctrico a merced de un hidrocarburo que batía récords en pleno chantaje de Rusia.

El gas ya está mucho más contenido —ha oscilado entre los 30 y los 40 euros/MWh durante las últimas semanas, muy lejos de los máximos tras la invasión de Ucrania—, pero eso no impide que la electricidad siga marcando precios elevados cada vez que los ciclos entran en acción. Ocurrió en la primera quincena de octubre, caracterizada por un tiempo seco y poco ventoso. Según el regulador del mercado ibérico (OMIE), las centrales que queman gas para producir electricidad establecieron el precio de la luz en un tercio de las franjas horarias durante la primera semana de noviembre, y hasta mediados de mes mantuvieron un papel muy relevante, como se puede apreciar en el gráfico de producción.

Sin embargo, durante la segunda quincena comenzaron a entrar las borrascas. Entonces, el mix energético cambió: la energía eólica, que hasta ese momento había producido menos de la quinta parte del total de la electricidad, empezó a generar más de la mitad. Gracias a esa mayor producción, impulsada por los fuertes vientos, y a la ayuda de la solar y la nuclear, los ciclos combinados desaparecieron de la escena. La hidráulica, favorecida también por las mayores lluvias, colmó los precios en la mayor parte de las ocasiones, y en los momentos de intenso temporal lo hicieron las propias renovables. No solo al mediodía y a primera hora de la tarde, cuando resulta habitual, ya que la demanda es baja y la elevada radiación solar hace que la fotovoltaica eche una mano a la eólica. También en muchas otras horas del día, incluso cuando no hay luz, pero el viento sopla con fuerza.

Eso es lo que ha pasado en la primera semana de noviembre, y lo que explica que la electricidad sea gratis este domingo hasta las seis de la tarde, algo que nunca había ocurrido durante tantas horas seguidas. La eólica, que tiene un precio de producción cercano a cero, se basta por sí misma para colmar la demanda, gracias a una producción exacerbada. Según Red Eléctrica, el operador del sistema, este viernes España batió su récord histórico de producción renovable, con el 74,6% de la generación total. Se trata del dato agregado, en el conjunto del día, pero que se traduce en otra noticia muy inusual, la que realmente importa para fijar los precios: esas mismas renovables colmaron la demanda en 20 de las 24 horas de la jornada (en ocho de ellas junto a otras fuentes, como la hidráulica o la nuclear). No es de extrañar: solo la eólica introdujo en la red 388 gigavatios hora (GWh), el 53% del total. Como resultado, la luz se situó en solo 4,42 euros/MWh.

Los aerogeneradores ya estuvieron a punto de batir su récord histórico durante la segunda gran borrasca del año, denominada Bernard. El pasado 20 de octubre produjeron 417 GWh, a solo 3 del máximo. Ese día, solo ellos cubrieron el 70% de la demanda, y las renovables marcaron el precio en 14 de los 24 tramos horarios. La luz se pagó entonces a unos modestos 23,12 euros/MWh.

Son solo dos ejemplos de la excepcional incidencia de la eólica en la fijación de precios durante las últimas semanas, que ha culminado con el dato de este sábado: la electricidad se pagó a 1,51 euros/MWh, su nivel más económico desde el 31 de enero de 2021, cuando el IPC estaba estancado en España y nadie barajaba la posibilidad de la peor crisis energética de las últimas cuatro décadas.

Foto: Unos operarios instalan placas solares. (Reuters/Mike Blake)

El cambio meteorológico desde una situación anticiclónica a otra protagonizada por profundísimas borrascas atlánticas ha marcado un antes y un después en la tendencia del precio de la luz en España, que durará tanto como dure esta configuración atmosférica. En octubre, cuando la electricidad se abarató un 12,2% respecto a septiembre y el recibo osciló a la baja tras dos meses consecutivos de subidas, los aerogeneradores produjeron el 28,1% del total de la energía y las renovables superaron el 50%. Es el mejor ejemplo del poder de la eólica para abaratar los precios: durante la primera quincena del mes, la casación media fue de 115 euros/MWh, mientras que en la segunda bajó hasta los 67. La respuesta, como cantaba Dylan, está soplando en el viento.

Un estribillo de Bob Dylan resulta suficiente para resumir el motivo por el que la luz será gratis en España durante la mayor parte de este domingo: "La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento". La borrasca Domingos, la cuarta de la temporada bautizada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha dejado el precio de la electricidad a cero en todos los tramos horarios desde la madrugada hasta las seis de la tarde. Como ocurrió con las borrascas anteriores (Aline, Bernard y Celine), los fenómenos meteorológicos extremos han provocado el desplome de la luz, que en lo que llevamos de noviembre ya está más barata que antes de la crisis energética. El precio medio en los cinco primeros días del mes se sitúa en 4,27 euros/megavatio hora (MWh), 20 veces menos que el del conjunto del año. ¿Pero por qué el viento hunde la casación de la electricidad?

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