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Así ha estado maquillando las listas de espera de la salud catalana la Generalitat
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Así ha estado maquillando las listas de espera de la salud catalana la Generalitat

Las cifras de listas de espera de la 'conselleria' de Salut no coinciden con la realidad. La Sindicatura de Cuentas desvela que en 2019 quedaron sin contabilizar 17.732 pacientes

Foto: El 'conseller' de Salut, Manel Balcells, en el Palau de la Generalitat. (EFE)
El 'conseller' de Salut, Manel Balcells, en el Palau de la Generalitat. (EFE)
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Hablemos de servicios públicos. No solo de su coste, sino de la calidad de los mismos. Esta semana se ha hecho público un informe de la Sindicatura de Cuentas sobre las listas de espera de la sanidad catalana. Las conclusiones son demoledoras. El ente público Servei Català de la Salut, CatSalut, reconoce en las propias alegaciones al informe que los datos de listas de espera de la web no coinciden con la realidad. El informe abarca el período de 2018 y 2019, justo antes de la pandemia. En 2019 había un total de 17.732 pacientes en lista de espera que no constaban en la web de Catsalut. Es decir, el 9% de los catalanes en lista de espera de la salud pública se quedaron sin contabilizar.

La persona que queda a los pies de los caballos es quien era entonces la consellera de Salut, Alba Vergès. La política de ERC llegó después de manera accidental a presidenta en funciones del Parlament y en las últimas municipales fracasó como candidata a la alcaldía de Igualada.

El informe de la Sindicatura se dedicó a cotejar las cifras que daba la web con los ficheros internos de CatSalut. CatSalut es un ente público que depende de la conselleria de Salut. Según los Presupuestos de la Generalitat, este 2023 la conselleria le transferirá 11.286 millones para que luego CatSalut se gaste 3.408 millones en servicios de Institut Català de la Salut (ICS), que es la mayor empresa pública de la administración catalana. En esta estructura, las listas de espera son el principal control de calidad del servicio. Pero dicho control de calidad se encontraba viciado de origen.

Todos los datos de las listas de espera estaban maquillados. Y todos a la baja. Para que desaparecieran más de 17.000 pacientes había que tocar todo el resto. Un total de 18.353 intervenciones quirúrgicas de 2019 no fueron contabilizadas, el 4,6% del total. Según la web de CatSalut, el tiempo medio de espera de los pacientes era de 151 días cuando en realidad esperaban 155 días.

Foto: La portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja. (EFE/Quique García)

El principal mecanismo para sacar pacientes de la lista es que "los datos publicados en la web del CatSalut no incluían los tiempos medios de espera de los pacientes intervenidos, de los que realizaron pruebas diagnósticas y de los atendidos en una consulta externa. Tampoco incluían los datos de la lista de espera de algunos procedimientos quirúrgicos (fecundación in vitro, retirada de material de osteosíntesis, biopsias cerradas, biopsias abiertas, neoplasias de comportamiento incierto y carcinomas basales de la piel) y solo detallaba los datos de 11 especialidades de la lista de espera de consultas externas de las 81 existentes", según el informe de la Sindicatura.

Lo más irónico de esta situación es que todo este esfuerzo no sirvió para nada. En junio de 2019, Cataluña había pasado de 154.686 pacientes pendientes de una operación en junio de 2018 a 168.108. También había aumentado el tiempo medio de espera: de 132 a 146 días. Eso la colocaba como la antepenúltima comunidad autónoma, solo superada por Castilla-La Mancha y Andalucía. Se manipularon las cifras, pero ni así se logró salir del furgón de cola. La oposición llegó a pedir a la entonces consellera Vergès un plan de choque para reducir las listas de espera, pero ella se negó. Luego llegó la pandemia y las prioridades cambiaron.

Mirar hacia otro lado

La Sindicatura de Comptes llega a conclusiones brutales. Y las cuelga en su página web el pasado 27 de junio. Ese mismo día el Parlament había iniciado un debate sobre la calidad de la enseñanza en Cataluña, que cuenta con una de las peores ratios de España de matemáticas, inglés y comprensión lectora. La Generalitat anuncia más contrataciones y un gasto añadido de 78 millones. Pero los problemas de la educación en Cataluña no son cuestión de dinero, como no lo es una correcta contabilización de las listas de espera. Es de volver a los libros, dejar las pantallas, recuperar las notas, subir los niveles de exigencia, dejar las aulas inclusivas y abandonar los experimentos pedagógicos de los últimos veinte años. Nada de esto se trató en la Cámara catalana. El debate del Parlament se salda con un pacto para que no se aplique el 25% de castellano en las escuelas. Cuando esto no es el problema. Y los sindicatos terminaron convocando huelga de profesores para el día 6 de septiembre, inicio de curso. Su objetivo es volver a comenzar el curso después del 11 de septiembre, la Diada. La especialidad de Cataluña: hay un problema y todo el mundo mira hacia otro lado.

El 'conseller' de Salut ha ignorado el informe y ha evitado rectificar rutinas

El dilema con las listas de espera es similar. Pillados con el carrito del helado, la conselleria de Salut, que ahora encabeza Manel Balcells, ignora la cuestión. Como el Parlament. Y lo peor es que cuatro años después de la fecha del estudio la situación sigue igual. Las alegaciones al informe de la Sindicatura los presenta el actual director del CatSalut, Ramon Canal, en abril del 2023. En ellas no se reconoce ninguna rectificación a causa del informe de la Sindicatura.

"Los datos de la página web del CatSalut incluyen todas las altas, bajas y modificaciones realizadas entre el primer y último día de cada mes, y enviadas al registro del CatSalut entre el primer día del mes y el día 5 del mes siguiente. Estos datos representan el corte "oficial" que se hace público cada mes. El Registro está vivo y se modifica de forma permanente todos los días", reconoce CatSalut en sus alegaciones y añaden: "El retraso en la declaración tiene un volumen muy variable e imprevisible. Pero, en ocasiones, alcanza cifras bastante elevadas". Da la sensación de que en realidad CatSalut desconoce el volumen real de las listas de espera y que no tiene intención alguna de saberlo. Reconocimiento sin propósito de enmienda.

Dinamita en las conclusiones

La Sindicatura denuncia que "CatSalut no publicó en su web toda la información que establece la normativa de los pacientes incluidos en listas de espera. Entre los datos publicados y los del informe, facilitadas por el CatSalut a la Sindicatura a partir del sistema de información de las listas de espera, se constatan discrepancias significativas en los plazos medios de espera de los pacientes pendientes de ser atendidos en una primera consulta externa de atención especializada".

CatSalut no verificaba que los datos de las listas coincidiesen con los datos reales

Por tanto, en 2019, "el 22,6% de los despachos de la lista de espera garantizada y el 24,1% de los pacientes de la lista de espera con plazo de referencia fueron intervenidos o atendidos fuera de los plazos de garantía o referencia que establece la normativa", apunta la Sindicatura que añade que a finales de 2019, "el 5,5% de los pacientes pendientes de una intervención garantizada y el 53,1% de los pacientes pendientes de una prestación sanitaria con plazo de referencia habían excedido los plazos de garantía o referencia".

La afirmación más demoledora es que "CatSalut no tuvo cuidado suficiente de la fiabilidad y calidad de los datos del registro de espera, ya que desde el año 2018 no verificaba que los datos de las listas de espera (fechas de entrada y salidas del registro, prioridad asignada, motivos de baja...) coincidieran con los datos reales y se adecuaran a lo establecido en la normativa".

En un comunicado, el sindicato Metges de Catalunya consideró "muy grave" el informe de la Sindicatura de Cuentas sobre las listas de espera y reclamó una reacción de la conselleria de Salut. Aún están esperando. Es lo que pasa cuando el problema no es ni la independencia de Cataluña ni se le puede echar la culpa a Madrid. Si la clave radica en una administración sobredimensionada con un grave problema de eficiencia, si lo que hay que dilucidar no es solo cuánto se gasta, sino también cómo se gasta, entonces la opción de la Generalitat es dar la callada por respuesta. La persistencia en el error al margen de cualquier rendición de cuentas.

Hablemos de servicios públicos. No solo de su coste, sino de la calidad de los mismos. Esta semana se ha hecho público un informe de la Sindicatura de Cuentas sobre las listas de espera de la sanidad catalana. Las conclusiones son demoledoras. El ente público Servei Català de la Salut, CatSalut, reconoce en las propias alegaciones al informe que los datos de listas de espera de la web no coinciden con la realidad. El informe abarca el período de 2018 y 2019, justo antes de la pandemia. En 2019 había un total de 17.732 pacientes en lista de espera que no constaban en la web de Catsalut. Es decir, el 9% de los catalanes en lista de espera de la salud pública se quedaron sin contabilizar.

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