El fondo noruego se refugia en deuda USA y huye del euro en un 2022 con pérdidas récord

El fondo soberano noruego, que gestiona activos por valor de 1,3 billones de dólares (1,27 billones de euros), publicó sus mayores pérdidas semestrales de la historia en términos absolutos debido a las subidas de tipos, la elevada inflación y la invasión rusa de Ucrania. En medio de esta marejada, los gestores del fondo se refugiaron en deuda pública estadounidense y deshicieron posiciones en bonos gubernamentales de la zona euro.

Este fondo, basado en Oslo, perdió el equivalente a 174.000 millones de dólares en el primer semestre de 2022, o el 14,4% de su capital. Aunque el vehículo de inversión ha registrado en el pasado pérdidas porcentuales mayores en seis meses, se trata de la mayor pérdida medida en dólares jamás registrada. La merma en el segundo trimestre alcanzó hasta el 10% del total, lo que supone el mayor golpe para este fondo inversor desde el batacazo del primer trimestre de 2020, que se llevó por delante el 14,6%.

La cartera de deuda pública del fondo soberano se redujo en los primeros seis meses del año. De las 10 mayores posiciones, solo la de EEUU reflejó un incremento de casi el 10%. En cambio, las inversiones en bonos de los países de la zona euro, sufrieron retrocesos. Esto incluye la deuda de Alemania (-8,51%), Francia (-22,23%), Italia (-20,95%) y España (-11,57%), entre otras.

El aumento o el incremento del valor de las posiciones de deuda pública del fondo se puede deber a varias causas: compras o ventas de los bonos de cada país, una subida o caída del valor de esos bonos o a variaciones en el tipo de cambio con respecto a la divisa noruega. Una parte importante de la disminución de las participaciones en bonos soberanos de la zona euro puede explicarse por las pérdidas de valoración de estos activos desde comienzo de año. El caso de EEUU es más llamativo, ya que el incremento de la exposición a los bonos americanos coincide también con caídas de su valor.

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El director ejecutivo del fondo soberano de Noruega, Nicolai Tangen, comentó a los legisladores en mayo que la mayor incertidumbre y un riesgo más elevado conforman ahora la nueva normalidad para el mayor propietario mundial de compañías cotizadas. Actualmente, es posible que se enfrente a los mayores cambios en 30 años, debido a las consecuencias geopolíticas de la guerra en Ucrania.

"El mercado se ha caracterizado por tipos de interés crecientes, una inflación muy elevada y una guerra en Europa", dijo Tangen en un informe, tal y como indica Bloomberg. Las acciones tecnológicas han rendido de manera particularmente pobre, con una devolución del -28%".

En la primera mitad, el fondo soberano de Noruega perdió un 17% en acciones, precisamente donde posee el grueso de las inversiones, y sufrió una caída del 9,3% de renta fija. Por su parte, el sector energético fue el único que ofreció un retorno positivo, concretamente del 13%, amortiguando el golpe gracias a los altísimos precios del petróleo, del gas y de los productos refinados.

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Sus bienes inmuebles no cotizados ganaron un 7,1%, impulsados por la logística, y a pesar de que son el 3% de sus inversiones. Noruega decidió el 27 de febrero dejar caer las acciones rusas en el fondo, como respuesta a la agresión militar del país hacia Ucrania, pero tuvo problemas tras implementar la decisión cuando Rusia optó por no permitir a extranjeros comerciar en sus mercados de valores.

Norges Bank dijo en marzo que ello resultaría en una recomendación para llevar a cabo un alto de las inversiones del fondo en el país presidido por Vladímir Putin, una vez que los mercados funcionen con mayor normalidad, junto con recomendaciones más detalladas sobre la realización de la venta.