El mapa del paraíso: las regiones de la UE donde se trabaja menos y se cobra más
La jornada media semanal se ha reducido en toda Europa desde el año 2000 y España podría alcanzar las 35 horas para 2050
"Desafío 7". Es el título de la propuesta de Moncloa para abordar las mejoras del mercado laboral. El documento de estrategia España 2050 pone cifras a los objetivos que el país debe alcanzar para entonces en el mercado de trabajo. Entre las cábalas, figura la reducción de las horas trabajadas a la semana hasta un máximo de 35, lo que nos acercaría a la situación de países como Austria, Alemania, Países Bajos o Suecia.
Esta semana, la oficina europea de estadística, Eurostat, ha publicado cuál es la media de horas trabajadas a la semana no solo en cada país, sino en cada región. Las cifras permiten ver cuánto de lejos está España de lograr el "desafío" planteado por el gobierno y cómo se comparan las comunidades autónomas con el resto de territorios europeos.
Entre las diez zonas donde las jornadas son más largas, nueve son provincias griegas. Y en el otro extremo están las regiones de Países Bajos. La brecha entre unas y otras alcanza hasta 12 horas de diferencia a la semana. España se sitúa justo a medio camino entre los países donde los trabajadores dedican más horas al empleo y los que tienen horarios más flexibles.
La estadística refleja una media que incluye jornadas tanto completas como parciales, por lo que el número resultante siempre es más bajo donde hay menos jornadas completas, pero es representativa para comparar los mercados laborales ente países de Europa. Para Reino Unido, ya fuera de la Unión Europea, se muestran los datos del año 2019. En 2020, de media, las jornadas se han reducido media hora a la semana, así que los números de Reino Unido podrían ser ahora algo más bajos.
La buena noticia es que en los últimos 20 años, todos los países de la unión han reducido el número medio de horas trabajadas. La mala es que en España la evolución hacia la jornada corta avanza más despacio que en otros países. Islandia, aunque no pertenece a la Unión Europea, es el país del entorno que más ha recortado: de casi 45 horas de media a 38,6. Aquí, en 20 años la reducción ha sido de 2 horas menos a la semana. Estos datos reflejan la tendencia hacia una proporción cada vez mayor de empleados con jornadas parciales
No obstante, la media española en el primer año de pandemia fue de 36,7 horas entre los trabajadores de 25 a 64 años, por lo que la meta fijada por el gobierno para 2050 podría alcanzarse si se mantiene el ritmo de caída en los últimos años, aunque es esperable que la velocidad decaiga al estrecharse el margen de reducción. Sin ir más lejos, en Países Bajos, el lugar con la cifra más baja, el número de horas medias es ahora el mismo que hace 20 años e incluso ligeramente superior.
En esta línea y a modo de declaración de intenciones, los Presupuestos de 2022 contemplan una partida comprometida con Más País para implantar un plan piloto de la semana laboral de cuatro días o 32 horas. Este planteamiento "va a permitir hacer una evaluación de políticas públicas tal y como se debe hacer", considera el economista investigador de EsadeEcPol, Carlos Victoria. Pero sobre el resultado, el también consultor del Banco Mundial se muestra más cauto: "Veo lejos un cambio en la regulación que generalice la semana de cuatro días, pero sí que lo veo como un elemento de flexibilidad laboral a nivel empresarial", afirma. Para el economista, será parecido a lo que ha sucedido con el teletrabajo, que ha pasado a ser, además de una cuestión organizativa, un reclamo o una forma de gratificar a la plantilla.
Al final, los países con economías más avanzadas presentan valores más bajos en el número de horas trabajadas. Y no solo eso, sino que además esas horas están mejor pagadas. No solo se trabaja menos, sino que se cobra más.
De nuevo España se ubica aquí en el centro de los países de la Unión Europea. La remuneración mediana por hora es de 10,5 euros según el estándar de poder adquisitivo, que permite comparar mejor el valor de la moneda en cada país según el coste del nivel de vida. En los extremos se sitúan Dinamarca, donde la hora de trabajo se paga al doble, y Bulgaria, donde cae a la mitad.
La brecha entre hombres y mujeres
Los datos de Eurostat son también reveladores para analizar la diferencia entre hombres y mujeres. En 2020 y en todos los países sin excepción, ellas trabajan menos horas. "La diferencia entre tasas de parcialidad entre hombres y mujeres es enorme, del orden de 15 puntos porcentuales", remarca Victoria sobre los datos españoles.
En el plano regional destaca el caso de Alemania, que presenta las diferencias más acusadas entre jornadas según si se es hombre o mujer. Un informe de la Comisión Europea sobre las mujeres en el mercado de trabajo cifra en cerca del 50% el porcentaje de alemanas que tienen una jornada parcial. En España, el porcentaje de trabajadoras con este tipo de jornada está ligeramente por encima del 25%.
"La probabilidad de que una mujer esté trabajando a tiempo parcial es mucho más alta que entre los hombres", insiste Victoria. "Y la mayor parte de la parcialidad en España es involuntaria, relacionada fundamentalmente con cuidados familiares", agrega.
Los datos también permiten observar las diferencias entre jornadas semanales según la edad para ver dónde se reduce menos a partir de los 65 años. Este es un buen indicador para medir la flexibilidad en la jubilación.
Allí donde la diferencia entre la jornada media entre los trabajadores de 25 a 64 años y los que siguen trabajando después de esa edad es más corta, menos flexibilidad hay. El documento de estrategia de España 2050 aborda también esta cuestión indicando que "un porcentaje no desdeñable de personas mayores de 55 años preferirían combinar su jornada laboral con una pensión parcial en lugar de optar por la jubilación".
"Las propuestas de compatibilizar pensión con trabajo no son solo para prolongar la edad de jubilación, sino para hacerlo de una forma gradual. Para ir haciendo una transición que no sea de 8 a 0", explica el economista de EsadeEcPol. Y en esta comparativa, España sale peor parada. La jornada laboral media se reduce solo 3,3 horas cuando se pasa de los 65 años. Es decir, la transición entre la vida laboral y la jubilación es más abrupta. En Irlanda, Italia, Bulgaria y Grecia la reducción es todavía menor.
En Alemania, en cambio, la diferencia en las jornadas entre los grupos de edad citados es de 14 horas mientras que la media de los 27 países que actualmente componen la Unión Europea es de 8,7 horas menos para los que siguen trabajando después de los 65 años.
"Desafío 7". Es el título de la propuesta de Moncloa para abordar las mejoras del mercado laboral. El documento de estrategia España 2050 pone cifras a los objetivos que el país debe alcanzar para entonces en el mercado de trabajo. Entre las cábalas, figura la reducción de las horas trabajadas a la semana hasta un máximo de 35, lo que nos acercaría a la situación de países como Austria, Alemania, Países Bajos o Suecia.
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