El empleo siguió creciendo en julio con 91.500 afiliados más y una caída histórica del paro
Las contrataciones tardías de la hostelería explican el gran aumento del empleo en julio. La afiliación se sitúa a las puertas de los 19,6 millones por primera vez, pero 331.000 trabajadores siguen en ERTE
El mercado laboral mantuvo un gran dinamismo en el mes de julio aprovechando la inercia del fin de las restricciones y el inicio del verano. Las empresas relacionadas con el sector turístico (desde la hostelería hasta el ocio) siguieron realizando las contrataciones que habitualmente hacen en los meses de abril y mayo, lo que provocó un rápido crecimiento del empleo a lo largo del mes. El número de afiliados aumentó en 91.500 personas respecto a junio, según los datos publicados este martes por la Seguridad Social, lo que supone el segundo mejor mes de julio de la última década, sólo superado por el de 2020, cuando se produjo la reapertura tras el gran confinamiento. Además, 83.500 trabajadores salieron de los ERTE para reincorporarse a su empleo, lo que supone un crecimiento adicional de la ocupación.
Esta recuperación del empleo tuvo su reflejo en la caída del paro. En julio salieron del desempleo 198.00 personas, según los registros del SEPE. Esto significa el mayor descenso del paro de toda la serie histórica. Con este son ya cinco meses consecutivos de reducción del desempleo en los que han salido casi 600.000 personas de esta situación. El número de desempleados se situó ya cerca de los 3,4 millones, de modo que todavía son 400.000 personas sin empleo más de las que había antes de la pandemia, en julio de 2019.
Estos datos tan positivos siguen siendo excepcionales, ya que este año no se produjeron las contrataciones habituales de los meses de abril y mayo para preparar las plantillas para el verano. Como consecuencia, los datos de junio y julio han sido muy favorables. Sin embargo, la realidad del mercado laboral español se conocerá a partir de agosto, cuando ya no exista este crecimiento retardado del empleo. De hecho, el ritmo de crecimiento del empleo de julio ha sido algo inferior al de junio. Por ejemplo, si se desestacionalizan los datos, en julio se incorporaron 133.000 cotizantes por los 203.000 del mes de junio. Y en cuanto a la salida de los ERTE, en julio se reincorporaron 83.500 personas, mientras que en junio fueron 116.800.
Gracias a la recuperación del turismo, el número de afiliados en julio se situó cerca de los 19,6 millones, lo que supera ya los registros del verano previo a la crisis y se sitúa en máximos históricos. Sin embargo, todavía quedan 331.000 trabajadores en ERTE, una bolsa importante que el mercado laboral aún no ha digerido.
La mayor parte de estos trabajadores pertenecen a actividades relacionadas con el turismo, lo que significa que si en plena temporada lata no se han reincorporado al empleo, difícilmente podrán hacerlo en los próximos meses. En torno a un tercio de estos trabajadores en ERTE ya están realizando trabajo a tiempo parcial, de modo que son los que más esperanzas tienen de salir definitivamente de esa situación de reducción de jornada.
La hostelería aumentó la ocupación en 69.000 personas, lo que es más del doble que el registro del mes de julio de 2019, el último verano previo a la pandemia. Lo mismo ocurrió con el transporte, que incorporó a algo más de 4.000 afiliados cuando lo normal es que se quede en 2.000 afiliados adicionales. Por el contrario, los sectores en los que más creció la ocupación durante la pandemia son ahora los que actúan como lastre.
Los peores registros fueron los del sector de la educación, que habitualmente destruyen miles de puestos de trabajo cuando se termina el curso escolar para no tener que pagar las vacaciones de sus trabajadores. Los despidos este año afectaron a más de 109.000 personas, lo que supone un descenso de casi 1.000 personas más que en julio de 2019. En el sector de la sanidad y los servicios sociales se producen habitualmente muchas contrataciones para reforzar las plantillas en los meses de verano. Este año se han creado algo menos de 50.000 empleos, lo que supone casi 5.000 menos que en julio de 2019.
Es importante señalar que estas actividades ya tenían sus plantillas reforzadas por las contrataciones extraordinarias realizadas durante la pandemia, por lo que está por ver si esos empleos se consolidan o se pierden. Por ejemplo, el sector sanitario contaba en julio con 126.000 trabajadores más que en julio de 2019, lo que supone un incremento del 8%. Por su parte, en la educación, el crecimiento de la afiliación ha sido del 9%, con 72.600 afiliados más, y en las administraciones públicas, el empleo ha crecido en 61.300 personas, un 5,5% más. Por el contrario, la hostelería sigue muy lejos de los niveles de afiliación previos a la crisis con 197.200 cotizantes menos, una caída de más del 13%.
El mercado laboral mantuvo un gran dinamismo en el mes de julio aprovechando la inercia del fin de las restricciones y el inicio del verano. Las empresas relacionadas con el sector turístico (desde la hostelería hasta el ocio) siguieron realizando las contrataciones que habitualmente hacen en los meses de abril y mayo, lo que provocó un rápido crecimiento del empleo a lo largo del mes. El número de afiliados aumentó en 91.500 personas respecto a junio, según los datos publicados este martes por la Seguridad Social, lo que supone el segundo mejor mes de julio de la última década, sólo superado por el de 2020, cuando se produjo la reapertura tras el gran confinamiento. Además, 83.500 trabajadores salieron de los ERTE para reincorporarse a su empleo, lo que supone un crecimiento adicional de la ocupación.