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Sindicatos y patronal se rebelan contra el recorte de las pensiones a los 'baby boomers'
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Escrivá les pide un esfuerzo

Sindicatos y patronal se rebelan contra el recorte de las pensiones a los 'baby boomers'

El ministro aseguró en una entrevista que los trabajadores de la generación del ‘baby boom’ tendrán que asumir un “pequeño ajuste” en sus pensiones que no está negociado con los agentes sociales

Foto: Firma del acuerdo para la reforma de las pensiones. (EFE)
Firma del acuerdo para la reforma de las pensiones. (EFE)
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El miércoles debería haber sido un día de concordia y entendimiento entre los agentes sociales y el Gobierno con la firma en la Moncloa del acuerdo para indexar las pensiones al IPC. El presidente Sánchez convocó en el palacio a los responsables de los sindicatos CCOO y UGT y de la patronal CEOE para representar el acto protocolario de la firma del acuerdo alcanzado tras meses de negociaciones.

Los planes se torcieron a primera hora de la mañana y los corrillos en Moncloa pasaron de la concordia al cabreo. El motivo fueron las palabras del ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, en una entrevista en TVE a primera hora del día, en la que puso algunos detalles sobre el futuro “mecanismo de equidad intergeneracional”. Este es uno de los puntos más delicados de la futura reforma de pensiones, ya que supone introducir un parámetro que penalizará, de alguna forma, a los ‘baby boomers’ para que asuman una parte del coste que han generado dejando una pirámide poblacional muy desequilibrada y sin ahorro para afrontar estas décadas difíciles. Escrivá aseguró que este mecanismo supondrá "un pequeño ajuste" para los 'boomers' en su pensión, un mensaje que los agentes sociales querían evitar a toda costa.

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)

Este nuevo mecanismo de corrección del desequilibrio es un asunto muy delicado para el Gobierno y más para los sindicatos, por tener que cargar sobre la generación más numerosa una parte del ajuste. Para dar más tiempo a las negociaciones, el acuerdo de pensiones solo contempla la creación de este mecanismo, pero sin ningún detalle. El diálogo tripartito tiene hasta noviembre para acordar el texto que lo desarrolle.

De forma inesperada, Escrivá puso sobre la mesa el jueves que este mecanismo implicará “un ajuste pequeño en su pensión”. El impacto de sus palabras fue inmediato, generando un profundo malestar en los agentes sociales, que quisieron dejar sin contenido ese mecanismo de equidad intergeneracional con toda la intención para evitar ‘incendios’ sociales.

No tuvieron esa suerte. Escrivá verbalizó lo que todas las partes ya saben: que tendrán que buscar una vía para que los ‘baby boomers’ asuman una parte del coste que van a dejar a las generaciones posteriores y que hasta ahora han ignorado. El cabreo se dejó ver en los corrillos en Moncloa y terminó por visibilizarse en redes sociales. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, tuiteó que “no hay ninguna propuesta sobre el mecanismo de equidad intergeneracional encima de la mesa”, culpando al ministro de ser quien impulsa el ajuste.

“Y, desde luego, estos mensajes presagian una negociación aún más compleja de la que se prevé”, sentencia Sordo. Sus palabras no pueden ser más transparentes. Para el sindicato ya va a ser muy difícil pedir un esfuerzo extra a esta generación como para airear ideas que no están negociadas aún.

La patronal, con su tono más institucional, ha optado por mostrar su desconcierto con un comunicado: “Ante la confusión generada por las desafortunadas declaraciones realizadas por el ministro Escrivá, CEOE y Cepyme quieren aclarar que dicha pretensión no forma parte del acuerdo alcanzado ni se comparte”. Las patronales señalan que el futuro acuerdo debe sustentarse en la “equidad y la solidaridad”, que en los últimos años se ha convertido en una excusa para mantener el estatus actual y dar una ‘patada adelante’ al problema.

La realidad es que la negociación de este mecanismo intergeneracional va a ser muy complicada y el riesgo de que no haya acuerdo es muy elevado. De ahí la importancia de evitar sustos en público hasta que las tres partes tengan estudiados los costes sociales que están dispuestos a soportar.

El miércoles debería haber sido un día de concordia y entendimiento entre los agentes sociales y el Gobierno con la firma en la Moncloa del acuerdo para indexar las pensiones al IPC. El presidente Sánchez convocó en el palacio a los responsables de los sindicatos CCOO y UGT y de la patronal CEOE para representar el acto protocolario de la firma del acuerdo alcanzado tras meses de negociaciones.

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