Biden pide a la OCDE ajustar los impuestos corporativos según los ingresos en cada país

La administración de Joe Biden en EEUU ha propuesto un nuevo modelo fiscal para las empresas multinacionales, haciendo un llamamiento para que las grandes corporaciones del mundo paguen impuestos a los gobiernos nacionales basándose en sus ingresos por cada país, según informa 'Financial Times'. Esta propuesta entra dentro de su proyecto de que se establezca una tasa mínima a nivel global.

En un documento enviado a los 135 países que negocian el marco fiscal internacional a través de la OCDE, el Tesoro de EEUU ha presentado un plan que afectaría a los beneficios globales de las empresas más grandes del mundo, incluyendo a las tecnológicas estadounidenses, sin tener en cuenta la presencia física en un país en concreto.

El objetivo del plan es catalizar las negociaciones en la OCDE, la organización internacional de los países ricos, con la promesa de un sistema fiscal más estable a nivel internacional que pueda llegar a frenar la proliferación de tasas digitales nacionales (como ya ha ocurrido en España), así como la evasión fiscal y los cambios de registros en la facturación de las empresas.

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Esta concesión por parte de EEUU llega después de que la Casa Blanca haya hecho un llamamiento para aumentar los impuestos corporativos en EEUU en alrededor de 2,5 billones de dólares durante los próximos 15 años para así pagar los más de 2 billones que contempla el plan de inversiones en infraestructuras y energías limpias.

Tras casi una década de existencia, las negociaciones de la OCDE al respecto de los impuestos se han erguido en dos pilares. El primero está orientado a establecer un nuevo régimen fiscal para las grandes multinacionales, mientras que el segundo está diseñado para abordar el tipo mínimo fiscal (el cual EEUU quiere establecer en un 21%).

Un acuerdo en la OCDE permitiría a la administración de Biden aumentar los impuestos a las empresas de EEUU sin temer a que estas se vayan a otros países para evitarlos.

Por otro lado, después de que varios países europeos, como España, Francia, Reino Unido e Italia, impusiesen sus respectivas tasas digitales, Washington había amenazado con imponer aranceles, al considerar que las medidas tomadas por los gobiernos del Viejo Continente discriminaban injustamente a las empresas de EEUU.

Ahora, si el plan de EEUU avanza, estos países podrán recaudar las partidas fiscales de estos grupos tecnológicos que, sin todo este entramado de impuestos, evitaban pagar cantidades relevantes en las geografías donde operaban por tener su sede en juridiscciones más flexibles.