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España se queda atrás en las ayudas a las empresas para sobrevivir a la pandemia
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COMPARADO CON LOS GRANDES PAÍSES DE LA U

España se queda atrás en las ayudas a las empresas para sobrevivir a la pandemia

¿Cómo queda España frente a los países de la UE? La respuesta corta es "mal". La respuesta larga es que la industria española se va a encontrar en una situación de desventaja

Foto: Pedro Sánchez durante la última cumbre europea. (EFE)
Pedro Sánchez durante la última cumbre europea. (EFE)

A finales de agosto el grupo industrial Duro Felguera anunció que ya había solicitado formalmente al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI). Pero no es la única que negocia. Empresas como la empresa turística Globalia, la energética Abengoa o la acerera Celsa aparecen también en las quinielas. Dotado con 10.000 millones de euros, este instrumento tratará de evitar la quiebra de compañías consideradas críticas para el tejido productivo y social español mediante la concesión de préstamos participativos, deuda subordinada o suscripción de acciones.

No es la única ayuda que el Gobierno ha desplegado. Además de la SEPI el Gobierno ha ido poniendo en marcha otros mecanismos a lo largo de los primeros meses de pandemia. Por ejemplo, unos 23.400 millones de euros en ayudas al sector agrícola y pesquero. En el inicio de la primera ola, el Gobierno también anunció 100.000 millones de euros en avales para empresas y autónomos.

Las medidas fiscales han sido equivalentes al 3,7% del PIB, frente al 8,3% de Alemania, a pesar de que España ha sufrido más por el covid

Sin embargo, y aunque España ha sido uno de los países más golpeados del mundo por la pandemia del covid-19, la respuesta no ha destacado entre la de los socios europeos. Las medidas fiscales inmediatas del Gobierno han sido equivalentes al 3,7% del PIB, frente al 8,3% de Alemania, el 5,5% de Dinamarca o el 4,4% de Francia. España solo ha ofrecido retraso en el pago de impuestos por valor del 0,8% frente al 13,2% de Italia, el 7,3% de Alemania, el 8,7% de Francia o el 11% de Portugal. En cuanto a otras medidas de liquidez, como líneas de crédito o asistencia a liquidez, las medidas españolas equivalen al 9,2% del PIB nacional, en comparación con el 24,3% de Alemania, 32,1% de Italia o el 14,2% de Francia.

El contraste en los datos mostró una situación grave que hizo posible la puesta en marcha de un debate que acabó desembocando en el acuerdo de Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros que precisamente busca equilibrar las cosas. La diferencia entre Alemania, un país con músculo y espacio fiscal que ha salido más o menos bien parado de la pandemia, y España, un país arrollado por la enfermedad y que ha sido incapaz de poner en marcha un estímulo fiscal a la altura de las circunstancias, ha sido el catalizador.

En Europa

¿Qué se hace en el resto de Europa? Cada país tiene en marcha sus propios mecanismos de ayuda a las empresas, pero el país que más destaca en toda la Unión es Alemania, el Estado miembro que más músculo fiscal ha puesto a la hora de impulsar una respuesta ante el coronavirus.

Por ejemplo, Berlín ha puesto en marcha un programa de 100.000 millones de euros para la compra de participaciones en empresas en apuros, a lo que hay que sumar otros 18.000 millones de subsidios a microempresas. "Alemania ha ayudado desde a las grandes empresas hasta las muy pequeñas", explica Zsolt Darvas, del 'think tank' económico Bruegel.

Alemania también ha usado 25.000 millones en un programa para "reactivar" las empresas que han sufrido una caída del 60% de su facturación respecto a 2019 con la que cubre hasta el 70% de los costes fijos de la compañía.

Foto: Pedro Sánchez, junto a Angela Merkel y Kyrisakos Mitsotakis. (Reuters)

Pero Berlín también ha usado herramientas fiscales: un recorte del IVA del 19% al 16%, con el tipo reducido bajando del 7% al 5%, una medida que costará a las arcas germanas unos 20.000 millones de euros. Además también ha tomado medidas retroactivas exonerando a empresas del pago de algunos impuestos del último ejercicio.

La lista de ayudas alemanas es muy larga: 4.400 millones de euros en programas para financiar la inteligencia artificial y la computación cuántica, 6.000 millones para movilidad inteligente o 3.600 millones en una estrategia de hidrógeno son solo algunas de ellas.

¿Y Francia? El país vecino también ha sacado músculo. Por ejemplo ha destinado más de 300.000 millones a garantías de préstamos para grandes compañías y más de 6.000 millones para el sector turístico. La Agence des participations de l’Etat, lo que sería el equivalente a la SEPI española, ofrece 20.000 millones en créditos a "agentes económicos estratégicos", el doble del montante con el que trabaja España.

Foto: Banco de España

Uno de los elementos principales para el Gobierno francés es la puesta en marcha el llamado "Fonds de solidarité", 8.000 millones en subvenciones centradas fundamentalmente en las pequeñas y medianas empresas. Pero París también ha dado otro tipo de ayudas más sectoriales, como otros 8.000 millones de euros de ayudas para el sector automovilístico y del transporte sostenible, casi 4.000 millones para el sector de las 'start-up' digitales y 4.600 millones de euros para el sector aeronáutico.

También el Gobierno francés ha puesto en marcha medidas fiscales como la cancelación de pago de impuestos, algo que costará a las arcas del Estado unos 3.000 millones de euros. Tras el acuerdo de un Fondo de Recuperación europeo de 750.000 millones el Ejecutivo de Emmanuel Macron ha anunciado un plan de 100.000 millones que se financiará en parte con la ayuda que llegue desde la Unión Europea, pero del que todavía se desconocen los detalles.

Por último, el otro gran país europeo, Italia, también ha reaccionado a la pandemia. Algunas de las principales medidas son 6.200 millones en subvenciones o 45.000 millones de euros destinados a recapitalizar empresas críticas con facturación superior a 50 millones de euros anuales. Exoneración del pago de impuestos regionales para grandes empresas o 1.500 millones de euros para una bonificación fiscal equivalente al 60% del importe mensual del alquiler para empresas con ingresos inferiores a 5 millones de euros son otras de las medidas del Ejecutivo de Giuseppe Conte.

¿Cómo queda España en comparación?

La respuesta corta es "mal". La respuesta larga es que la industria española se va a encontrar en una situación de desventaja respecto a empresas similares en otros países. "Las industrias clave en España van a sufrir más que en Alemania porque han recibido menos ayuda, tendrá impacto", explica Darvas, que dirige el trabajo de Bruegel a la hora de monitorear los estímulos fiscales de los Gobiernos frente al covid-19.

Las grandes ayudas que Alemania ha prestado a su economía suponen un reto a escala europea: ponen en riesgo el mercado interior, porque sitúan a las empresas germanas en una mejor posición que empresas solventes en Italia o España que se dediquen a lo mismo. En parte ese es el origen del plan para poner en marcha un Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros: equilibrar la balanza.

Eso sí, en el proceso de aprobación del Fondo los líderes europeos decidieron eliminar un Instrumento de Apoyo a la Solvencia, que aunque no estaba dotado con una gran cantidad de fondos, sí que ofrecía la oportunidad de apoyar directamente a las empresas de los países que menos capacidad tienen.

"Lo que el Gobierno español ha ofrecido hasta ahora claramente no es suficiente" para una situación económica "dramática"

"Lo que el Gobierno español ha ofrecido hasta ahora claramente no es suficiente", explica el experto, para una situación económica que califica de "dramática". Sin embargo la solución no es sencilla: el Ejecutivo no tiene espacio fiscal suficiente y las ayudas europeas solo ayudarán a equilibrar levemente al terreno de juego que ha quedado desequilibrado con el bazuca alemán.

"El problema no es que Alemania salve a sus empresas, sino que España está en una situación fiscal vulnerable", señala el experto de Bruegel, que busca subrayar que lo correcto hubiera sido que todos los Estados miembros pudieran seguir los pasos que Berlín marcó desde el primer minuto de la pandemia.

A finales de agosto el grupo industrial Duro Felguera anunció que ya había solicitado formalmente al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI). Pero no es la única que negocia. Empresas como la empresa turística Globalia, la energética Abengoa o la acerera Celsa aparecen también en las quinielas. Dotado con 10.000 millones de euros, este instrumento tratará de evitar la quiebra de compañías consideradas críticas para el tejido productivo y social español mediante la concesión de préstamos participativos, deuda subordinada o suscripción de acciones.

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