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La economía española volverá a ser la gran perdedora si el virus se descontrola otra vez
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La amenaza de los rebrotes

La economía española volverá a ser la gran perdedora si el virus se descontrola otra vez

La economía nacional es muy vulnerable a un nuevo 'shock' que convierta los problemas de liquidez en una crisis de solvencia. El tejido productivo difícilmente soportaría otro confinamiento

Foto: La ministra de Economía, Nadia Calviño. (EFE)
La ministra de Economía, Nadia Calviño. (EFE)
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El escenario de un gran rebrote del coronavirus en Europa que obligue a reactivar el confinamiento no está tan lejos como se pensaba hace unas semanas. La pandemia apenas ha dado unas semanas de tregua y ha vuelto a la carga con virulencia. La economía mira con preocupación los nuevos focos de la enfermedad ante el temor a que se descontrolen, ya que un nuevo episodio de confinamiento sería fatal para España.

Un nuevo estado de alarma provocaría graves pérdidas para la economía. Y el problema para España es que ni las empresas ni el sector público están en condiciones de asumir un nuevo golpe. En ese caso, la crisis provocaría un deterioro estructural del tejido productivo que aceleraría la destrucción de empleo y agravaría la recesión. En la primera fase de la crisis, España fue uno de los perdedores por la cantidad de contagios, sin embargo, si hay una recaída, será uno de los más afectados incluso aunque no registre los peores datos de la pandemia.

Foto: Pedro Sánchez y Nadia Calviño hablan en el Congreso de los Diputados. (EFE)

El Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) han alertado en los últimos días sobre las particularidades que tiene la economía española y que hacen que sea muy vulnerable a un rebrote. En palabras de Esther Gordo, directora de Análisis Económico de la AIReF: “Seguimos siendo una de las economías más vulnerables a este tipo de crisis [provocadas por medidas de confinamiento]”. De ahí que un segundo golpe, sin que los agentes económicos hayan podido sobreponerse del primero, dejaría España en una situación muy delicada.

Hay cuatro factores que juegan en contra de la economía española ante un rebrote del virus: el elevado porcentaje de pymes que componen el tejido productivo, la temporalidad en el empleo, la dependencia del turismo y el elevado nivel de deuda pública. La combinación de estos cuatro factores deja el país en una situación muy delicada.

placeholder Empleo y valor añadido en las pymes. (Comisión Europea)
Empleo y valor añadido en las pymes. (Comisión Europea)

El primer brote del virus provocó una profunda recesión, pero, al ser corta, no se han producido graves problemas de solvencia. Un segundo golpe pondría contra las cuerdas al sector empresarial y también a muchas familias, que no tendrían capital suficiente para cubrir los números rojos. En ese caso, las empresas más frágiles, las pymes, serían quienes más sufran.

Según los datos de Eurostat previos a la pandemia, en España el 72% del empleo estaba en las pymes, frente al 67% de la Unión Europea, y estas aportaban el 61,3% del valor añadido, frente al 56,4% de la UE. La abundancia de pymes hace que el tejido productivo español sea más endeble ante las crisis. A esto se suma, además, que las empresas españolas son menos innovadoras. Según las cifras europeas, el 18% de las pymes tiene procesos o productos innovadores, muy lejos del 33% de la media europea.

Foto: Calle Bravo Murillo, en el distrito de Tetuán, donde ha aumentado el cierre de comercios. (M. Z.)

Según los datos de la Central de Balances publicada esta semana por el Banco de España, la mitad de las pymes españolas tuvieron ya problemas de liquidez en el primer trimestre de este año. En cuanto estalló la pandemia, las pymes fueron las primeras que sufrieron el golpe, en especial las más pequeñas, que son muy abundantes en España: conforman nada menos que el 94,7% de la demografía empresarial. El Gobierno pudo corregir este problema con el programa de avales públicos del ICO, pero difícilmente podrá hacer lo mismo inyectando capital en las empresas si se producen problemas de solvencia.

Entre marzo y mayo, cerraron en España 133.000 empresas según los registros de la Seguridad Social, la gran mayoría micropymes que ya anticiparon un golpe económico insoportable para ellas. Estos datos permiten anticipar el impacto económico que sufriría el tejido productivo si se produce una segunda crisis. Además, el cierre de empresas provoca un daño estructural cuyos efectos perduran en el tiempo. Según la última encuesta elaborada por la asociación de autónomos UPTA, en torno al 20% del pequeño comercio prevé echar el cierre antes de que acabe el año. Es solo una pequeña muestra de la situación límite a que se enfrentan las microempresas y los autónomos.

La temporalidad

Además de la abundancia de pymes, España tiene otros problemas económicos que aumentan su vulnerabilidad al virus. El primero, y más evidente, es su dependencia del turismo. Cualquier rebrote pondrá en riesgo esta industria, que aporta nada menos que el 12,3% del PIB y el 12,7% del empleo.

Foto: La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. (EFE)

La presencia de pymes y la dependencia de sectores servicios de bajo valor añadido provocan otro de los problemas estructurales de España, el de la temporalidad en el empleo. El recurso de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) permitió limitar los despidos de trabajadores indefinidos, pero durante las primeras semanas de la crisis se destruyeron 900.000 empleos, la mayor parte de ellos temporales.

Nunca antes se habían perdido tantos puestos de trabajo en un periodo de tiempo tan corto (un mes y medio), pero el porcentaje de temporalidad todavía se mantiene en cotas muy elevadas en comparación con otros países europeos. De ahí que el mercado laboral sea muy vulnerable a las crisis. Y si se produce un rebrote, no será diferente.

Por último, la gran diferencia que tendría una segunda crisis es que esta vez el sector público ya está exhausto. Solo con la recesión vivida hasta ahora, el déficit público superará el 10% del PIB y la deuda ascenderá al 120%. Con estos números, será muy difícil que el Gobierno pueda activar otro paquete anticrisis de 40.000 millones de euros, ni asumir un desplome de la recaudación de 30.000 millones de euros. ¿Quién podrá salvar la economía española entonces? ¿Los socios europeos?

El escenario de un gran rebrote del coronavirus en Europa que obligue a reactivar el confinamiento no está tan lejos como se pensaba hace unas semanas. La pandemia apenas ha dado unas semanas de tregua y ha vuelto a la carga con virulencia. La economía mira con preocupación los nuevos focos de la enfermedad ante el temor a que se descontrolen, ya que un nuevo episodio de confinamiento sería fatal para España.

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