Dos guiños de Sánchez a Iglesias: control del alquiler y una entidad pública de inversión

"Progreso ecológicamente sostenible y distribución justa de ese progreso". Con esa frase ha resumido el candidato a presidente del gobierno, Pedro Sánchez, su oferta política al Congreso de los Diputados en su primera intervención del debate de investidura. Las tradicionales aclamaciones al desempleo o a la situación privilegiada de las rentas altas, que durante años marcaron el discurso de Sánchez, han dado paso ahora a una "propuesta de país" centrada en el empleo digno, la transición ecológica y la revolución digital y educativa.

Sánchez ha realizado al Congreso una oferta política que bien podría lograr el respaldo de la izquierda y del centro, pero que podría quedarse sin ninguno de ellos. El discurso ha seguido casi al detalle el programa económico con el que los socialistas concurrieron a las elecciones, aunque esta vez sí ha dejado un hueco para dos guiños a Podemos. El primero es la propuesta de Sánchez de introducir un mayor control a los precios del alquiler, que siguen en plena escalada en los grandes núcleos políticos.

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"Se van a adoptar medidas para frenar más las subidas abusivas de los alquileres", anunció Sánchez, aunque sin dar más detalles. Esta es una de las principales demandas de la formación liderada por Pablo Iglesias y que ya se negoció durante el inicio del año cuando se aprobó el decreto-ley del alquiler el pasado mes de marzo. En ese momento, Podemos exigió medidas para una intervención de los precios en situaciones de fuerte inflación de los alquileres, pero el Gobierno se negó a ir tan lejos.

Se van a adoptar medidas para frenar más las subidas abusivas de los alquileres

En esta ocasión, Sánchez abre la puerta a negociar una nueva ley estatal de vivienda que establezca nuevas medidas para limitar el encarecimiento de los arrendamientos. No solo eso, el candidato también ha ofrecido a Unidas Podemos elevar la inversión pública para "fomentar los arrendamientos asequibles".

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El segundo guiño a Podemos es la creación de una entidad pública de financiación de operaciones de inversión. Sánchez pretende unir bajo un mismo grupo, las entidades públicas de crédito existentes (como el ICO) y darles un impulso para conceder créditos y préstamos para financiar “la innovación, el emprendimiento, la transición ecológica y la transformación digital”. Si bien es cierto que no se trata de un auténtico banco público, como demanda Podemos, sí es un paso intermedio para la creación de una gran entidad de promoción del I+D+i.

Además, Sánchez ha anunciado que si logra la Presidencia establecerá “incentivos fiscales para la financiación de startups”. Aunque no ha detallado cómo sería este beneficio fiscal, queda claro que pretende fomentar la concesión de crédito a las operaciones de inversión.

Los robots no votan

La robotización y la automatización ha adquirido un papel clave en el nuevo discurso de Sánchez. “Según la OCDE, un 21,7% de los empleos de nuestro país están en riesgo de automatización y un 30% sufrirá una transformación radical”, ha explicado el presidente. De ahí que la apuesta por la educación haya sido una de las claves de su discurso. Educación y ciencia “impregnarán toda la acción del gobierno”, ha señalado Sánchez.

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Para contrarrestar la destrucción de empleo de los nuevos modelos digitales, Sánchez ha planteado la necesidad de impulsar la “justicia fiscal” para que las multinacionales paguen impuestos y así redistribuir los beneficios de la digitalización. En esta ocasión no ha entrado a tratar impuestos concretos, pero sí ha remarcado que “una plataforma digital audiovisual” en referencia a Netflix, “pagó 3.146 euros en concepto de impuesto de sociedades”.

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Además, el presidente anunció que pretende impulsar un debate en Europa para establecer un salario mínimo en todo el continente que impida la competencia a la baja en salarios. “La desigualdad es consecuencia de fallos estructurales del sistema, como es la pobreza infantil”, ha señalado Sánchez, quien se ha propuesto “situar a España en primera fila de la lucha contra la desigualdad social.

Para combatir esta "lacra", Sánchez ha propuesto una "ley de igualdad en el mercado laboral" para reducir la brecha salarial y "un nuevo plan director por el trabajo digno" que combata la contratación temporal irregular. Además, ha propuesto un pacto por la racionalización de los horarios que permita desconectar a los trabajadores en su tiempo libre y, además, sirva para fomentar la natalidad.