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El Eurogrupo acuerda un presupuesto del euro pero deja grandes flecos abiertos
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CON CAMBIOS EN EL FONDO DE RESCATE

El Eurogrupo acuerda un presupuesto del euro pero deja grandes flecos abiertos

Los ministros de Economía y Finanzas han sido incapaces de cerrar un acuerdo completo respecto al presupuesto de la Eurozona y se quedan por el camino las condiciones de España

Foto: La ministra de Economía, Nadia Calviño, a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona. (EFE)
La ministra de Economía, Nadia Calviño, a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona. (EFE)

Aferrados al simbolismo. Es difícil considerar que un acuerdo de mínimos, pírrico, sobre un presupuesto pueda ser algo simbólico. Pero a los que abogaban por un instrumento presupuestario real para la zona euro no les queda otra opción que abrazar el hecho de que el acuerdo que se alcanzó en la madrugada de este viernes en el Eurogrupo tiene carga simbólica. O al menos eso es lo que ha explicado Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Financieros.

A las 4:30 de la mañana la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro levantaban la sesión, tras más de 12 horas de encuentro, asegurando que había un acuerdo para el futuro presupuesto de la Eurozona. Pero no están de acuerdo ni en su tamaño, ni en cómo financiarlo, ni en si tendrá una función estabilizadora, anticíclica, una exigencia de España, que consideraba que sin dicha funcionalidad no podía considerarse un presupuesto.

Foto: Giovanni Tria, ministro de Finanzas italiano. (Reuters)

Los que más a favor estaban del presupuesto para la Eurozona tendrán que conformar con que se siga discutiendo del tema durante los próximos seis meses. Pero el instrumento tiene hasta el momento una falta total de los elementos que importaban. No hay ni una sola referencia a la estabilización y cruza la que era, según fuentes del Ministerio de Economía, una de las líneas rojas para el Gobierno de Pedro Sánchez: que no se estableciera una condicionalidad a cambio de los fondos, que no se convirtiera en una herramienta para que los ortodoxos obliguen al resto de países a hacer las reformas estructurales que ellos consideran necesarias.

La UE acuerda su presupuesto

Moscovici ha insistido una y otra vez. “Importante acuerdo dadas las posiciones distantes de los ministros”, ha asegurado en una rueda de prensa celebrada a primera hora del viernes. “Diré, de nuevo, que es el mejor acuerdo que podíamos acordar con el estado de las cosas en el Eurogrupo, no podemos olvidar que algunos ministros estaban en contra del principio, en contra de la palabra y del hecho. Así que, obviamente, esto es un paso en la buena dirección, ahora depende de los líderes y de nosotros definir cuáles son los siguientes pasos”, ha vuelto a señalar el comisario francés.

El pacto resultante es, sencillamente, el resultado de una realidad: que no había cómo avanzar. Y algunos de los que han defendido el presupuesto durante años, como el propio Moscovici, señalan que el hecho de que se haya acordado que habrá un presupuesto de la Eurozona y que seguirán las discusiones es lo verdaderamente importante. Ahora los ministros, incapaces de cerrar un pacto en los elementos que debían abordar, pasan la patata caliente a los líderes, que se reúnen la semana que viene en el Consejo Europeo de verano.

La ministra española de Economía, Nadia Calviño, ha descartado en cualquier caso que los líderes vayan a poder desbloquear el asunto el próximo viernes, y ha explicado que espera “que llamen al Eurogrupo a seguir avanzando en el desarrollo en los próximos meses”.

Aunque el resultado actual esté muy lejos del objetivo inicial, París está celebrándolo como una victoria necesaria para el presidente francés Emmanuel Macron. Una fuente gala aseguraba a primera hora de la mañana haber logrado un acuerdo para un “genuino presupuesto de la Eurozona” y Bruno Le Maire, ministro francés de Finanzas, señalaba a su entrada a la reunión este viernes que el Ejecutivo galo había cumplido con sus compromisos. “Para mí esto es una mini-revolución”, ha asegurado después Le Maire, en una optimista rueda de prensa conjunta con su homólogo alemán, Olaf Scholz, que ha señalado que “no es solo un paso, es un gran salto”.

Foto: Unión de líderes de la Unión Europea en Bruselas. (Reuters)

Queda mucho por construir, desde elementos de la gobernanza, el andamiaje de la financiación y el tamaño, pero se considera como referencia el instrumento de apoyo a las reformas que la Comisión Europea presentó en mayo de 2018 y que contaba con unos 25.000 millones de euros para toda la UE dentro del Marco Financiero Plurianual (MFP) para el ciclo 2021-2017, por lo que fuentes del ministerio de Economía consideran que eso se quedaría en unos 17.000 millones de euros para la Eurozona.

Una de las cuestiones por ver será si hay aportaciones adicionales por parte de los Estados miembros a través de un acuerdo intergubernamental, como pedían Francia y Alemania, y a lo que se negaban Países Bajos y el bloque de Estados miembros ortodoxos que se coordinan bajo el nombre de ‘La Nueva Liga Hanseátiva’. España estaba a favor de esas aportaciones suplementarias si se incluía una estabilización de la que no hay rastro.

El funcionamiento del presupuesto, según el acuerdo alcanzado anoche, sería el siguiente: los líderes establecerían una serie de prioridades de reformas e inversión, sobre la que los distintos Estados miembros harán una serie de propuestas para recibir financiación, que estará sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos.

En lo que sí ha sido posible el acuerdo, aunque ha costado medio año y buena parte de la reunión de este jueves, es en la traducción en texto legal el reforzamiento del fondo de rescate de la Eurozona, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), facilitando líneas de crédito preventivas a los países en apuros y aportando el ‘backstop’ o cortafuegos al Fondo Único de Resolución (FUR) de 60.000 millones. Sin embargo, Moscovici se ha mostrado “muy decepcionado” con la falta de progreso en una de las patas fundamentales de la Unión Bancaria, el eurofondo de garantía de depósitos (EDIS), sobre el que la Comisión Europea pedía más ambición esta misma semana.

Trabajo por delante

Calviño también ha coincidido con Moscovici en que el acuerdo era el mejor posible teniendo en cuenta las importantes diferencias que existían entre distintos países. El comisario ha señalado que se trata de un buen “punto de encuentro” sobre el que seguir construyendo.

Calviño ha dicho estar “muy satisfecha” y ha señalado estar “convencida de que algún día habrá un presupuesto para la zona euro”, un elemento que será “imprescindible” para la estabilidad de la Eurozona. “Es un asunto muy complejo con posiciones muy apartadas y es positivo que nos hayamos comprometido a seguir trabajando y que no se haya llegado a acuerdos que fueran contrarios a nuestra posición”, ha asegurado la ministra.

Moscovici ha llamado a ver el vaso medio lleno: no hay que congratularse por el pacto alcanzado anoche, que más que un acuerdo se trata de un parón, de la incapacidad de avanzar ante el bloqueo de un grupo de Estados miembros ortodoxos liderados por Países Bajos, pero que a la vez hay que ver que quedan seis meses por delante de nuevo claves en los que tratar de colar en el texto legal la posibilidad de que incluya una función estabilizadora.

No es un ‘bazuca’

Una fuente europea explicó esta semana que lo seguro era que el futuro presupuesto de la Eurozona no sería un ‘bazuca’. Y todo el mundo lo tenía claro. Pero la esperanza de los que abogan por un instrumento potente es que los años hagan madurar al presupuesto y acaben acercándolo a sus ambiciones. La idea de que integración europea siempre avanza en las crisis ofrece un bote salvavidas.

Para franceses, españoles y Comisión Europea la idea es establecer las bases del instrumento, y aunque el tamaño sea pequeño, como el estimado de los 17.000 millones de euros, que estaría extendido durante los siete años que dura el MFP (2021-2027), si vienen tiempos difíciles las capitales tendrán que rascarse el bolsillo y los ortodoxos tendrán que tragar con la estabilización para evitar que la Eurozona vuele por los aires. Al menos esa es la teoría.

Aferrados al simbolismo. Es difícil considerar que un acuerdo de mínimos, pírrico, sobre un presupuesto pueda ser algo simbólico. Pero a los que abogaban por un instrumento presupuestario real para la zona euro no les queda otra opción que abrazar el hecho de que el acuerdo que se alcanzó en la madrugada de este viernes en el Eurogrupo tiene carga simbólica. O al menos eso es lo que ha explicado Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Financieros.

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