El Eurogrupo invita al optimismo mirando de reojo la desaceleración

El fantasma de la desaceleración empieza a entrar en Europa. Y lo hace por su capital, Bruselas. La semana pasada la Comisión Europea publicó datos económicos, con señales preocupantes desde Alemania y especialmente Italia. Y este lunes el Eurogrupo lo ha confirmado, aunque haciendo un llamamiento al optimismo.

El Ejecutivo comunitario revisó a la baja las perspectivas y con Italia ya en recesión técnica (a la que Bruselas ha recortado un punto de crecimiento desde noviembre), aunque esperando un rebote para el año 2020. En cualquier caso, la desaceleración deja de ser una idea lejana y está ya en la realidad comunitaria. Pero el Eurogrupo, aunque admitiéndolo, ha querido mirar el lado positivo.

“La Eurozona ha estado creciendo durante 22 trimestres consecutivos, creando 9 millones de empleos desde que comenzó la recuperación, la inversión está creciendo y los últimos datos muestran que el ratio actual es mayor que antes de la crisis”, ha señalado Mário Centeno, presidente del Eurogrupo. Y la zona euro, con toda su falta de reformas y de preparación para la próxima crisis, tiene unos “fundamentos mucho más fuertes” que antes de 2008.

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Pero hay riesgos importantes, tanto externos como internos. Tanto Centeno como Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos, han señalado que las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos representan el mayor riesgo externo, y coinciden de que de puertas para adentro el mayor dolor de cabeza es el Brexit.

El francés ha explicado que los riesgos “dominan” la escena actual. “El clima en Europa está basado en un debate entre el populismo y la voluntad por avanzar y profundizar en la construcción europea”, ha asegurado Moscovici.

Tanto Centeno como Moscovici han coincidido en considerar que muchos de los riesgos son políticos. “Esto requiere acción, tanto para reducirlos como para continuar con las reformas necesarias a nivel nacional como europeo para proteger nuestras economías de esos riesgos”, ha señalado el presidente del Eurogrupo.

“El clima en Europa está basado en un debate entre el populismo y la voluntad por avanzar y profundizar en la construcción europea”, ha asegurado Moscovici

Klaus Regling, presidente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) ha explicado que hay que esperar “una normalización” y no una ralentización. Los crecimientos de 2017 y 2018 “no pueden continuar por mucho tiempo”, ha explicado, aunque “no hay que olvidar los factores positivos” como el empleo o crecimiento de los salarios medios que ayudará al consumo.

"No hay ningún economista que esté proyectando ningún tipo de recesión en la UE o en la Eurozona. Existe el consenso de que estamos en una ralentización, pero eso no significa ninguna amenaza de recesión", ha señalado a su vez Moscovici a los medios. "Mantengamos la calma pero también actuemos para tener lo que esperamos: un rebote en el segundo semestre de 2019 y un mejor año en 2020. No especulemos, no nos planteemos la revisión de esta u otra política, mantengamos la mente fría y actuemos con decisión", ha explicado.

Reforma de la Eurozona

Tanto Centeno como Moscovici han insistido en la necesidad de seguir avanzando en la reforma de la zona euro. En la reunión de este lunes el menú estaba centrado en el presupuesto de la Eurozona, o en una discusión sobre el embrión de la misma.

La división entre Estados miembros es total: sobre cómo financiarlo, para qué utilizarlo o su tamaño. Hay muy pocas coincidencias en las posiciones, y es un debate al que ya se le dio una patada hacia delante en diciembre y se busca evitar otro atraso más en su debate: se quiere tener unas líneas maestras para el mes de junio.

“Fue un asunto controvertido en diciembre, pero estamos en una nueva fase”, ha asegurado Centeno, mientras el comisario de Asuntos Económicos y Financieros ha señalado un ambiente “constructivo”.