Amazon se hace fuerte en cremas, tiritas o champú, línea de flotación de las farmacias

Hace unos años, el 30% de los ingresos de las farmacias provenía de cremas, tiritas, complejos vitaminicos, pañales, champús, batidos energéticos, cacaos, bandas depilatorias, antimosquitos o tratamientos capilares anticaída. Ese porcentaje hoy asciende al 40% o incluso al 50% en muchos casos, lo que convierte a los artículos de consumo en un negocio clave para los farmacéuticos.

Por eso están tan nerviosos ante la irrupción de Amazon en una categoría con cada vez más peso en las ventas, pues cumple una serie de requisitos: son productos fáciles de transportar, no perecederos, pesados en ocasiones -como los pañales- y con promociones a menudo disponibles en la web.

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"Amazon tiene un hueco tremendo en este campo y está haciendo polvo a las farmacias. Cuanto mayores sean las ventas en artículos de consumo, más rentabilidad para el farmacéutico", explican fuentes del sector. Se trata de productos caros, con unos márgenes de beneficio superiores y una importancia vital para la supervivencia de este tipo de negocios. Basta con echar un vistazo a cualquier escaparate, plagado de ofertas 2x1, cremas solares, vitaminas o mascarillas destacadas en los expositores.

Los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España ya se han puesto manos a la obra para evitar que Amazon les siga comiendo el terreno en internet. Están preparando una plataforma de venta 'online' centrada exclusivamente en productos de parafarmacia que verá la luz en enero de 2019. Esta iniciativa pretende agrupar a todas las farmacias en un único canal, como confirma Carlos Ibáñez, director general del Colegio de Farmacéuticos de Madrid.

Amazon ha disparado todas las alarmas con la compra de Pillpack, la mayor farmacia 'online' de EEUU

"El nuevo sistema tendrá carácter nacional y está concebido para poder competir en todo lo que no sea medicamento", explica Ibáñez a este periódico. Cualquiera de las 22.000 farmacias repartidas por España podrán sumarse al proyecto sin coste adicional, pues las inversiones corren a cargo del Colegio de Farmacéuticos.

Ya existen farmacias que están actuando por separado con su propia plataforma de venta 'online', pero su impacto es reducido. Un proyecto de este tipo servirá para que todos los centros españoles que lo deseen aúnen fuerzas y tengan alguna posibilidad contra el 'rey' Amazon, que también se está posicionando en otros sectores como la moda, los libros o la electrónica. También destacan algunos portales independientes como Promofarma, cuya carta de presentación es la venta de belleza y salud "a los mejores precios". Ofrece marcas como Neutrógena, Vichy, Eucerin o La Roche-Posay.

La mayor distribuidora de medicamentos de España, Cofares, ya ha desarrollado su propio 'marketplace' (Globalpharma) con 300 oficinas de farmacia inscritas y más de 500.000 clientes en 2017. "Es inabordable adentrarse en el mundo de la venta online de manera individual. Estamos abiertos a colaborar con el resto de cooperativas españolas para ayudar a las farmacias a aprovechar ese canal", indica el recién elegido presidente de la compañía, Eduardo Pastor.

La digitalización del sector es una de las prioridades de su mandato, en el que también pondrá en marcha un único sistema virtual para que industria, distribución, oficina de farmacia y pacientes puedan interactuar en tiempo real.

Amazon mueve ficha en EEUU

La respuesta de los Colegios va a materializarse unos meses después de que Amazon haya comprado su primera farmacéutica 'online'. Se trata de Pillpack, una de las mayores farmacias en red de Estados Unidos encargada de empaquetar, organizar y entregar medicamentos en dosis específicas. La compañía llegó a estar en el radar de Walmart y ahora despierta recelos entre minoristas como Walgreens Boots Alliance, CVS Health y Rite Aid. De hecho, sus acciones cayeron en picado en bolsa justo después de que se conociese la operación a finales de junio.

Tampoco están cómodos en España, donde Farmaindustria prefiere no comentar el tema pese a la petición expresa de este periódico. No obstante, hay diferencias importantes entre el mercado estadounidense y el español. Para empezar, la Ley del Medicamento prohibe la venta de fármacos por internet en nuestro país y lo cataloga como "infracción muy grave", con multas que van desde los 90.000 euros hasta un millón de euros. Los organismos con competencia para sancionar son las comunidades autónomas o la autoridad judicial correspondiente si se trata de un particular, que podría ser condenado por un delito de falsificación.

Hay que distinguir entre fármacos con prescripción médica y EFP (Especialidad Farmacéutica Publicitaria), es decir, los medicamentos que salen en los anuncios de televisión o en otros canales. Un ejemplo es la aspirina, aunque las interpretaciones son dispares. Según el entorno de las empresas, las pastillas sin receta permanecen en una especie de "zona gris" cuya regulación no termina de quedar clara. "No las encuentras en Mercadona y tampoco deberían venderse en internet, pero su mercado está menos controlado".

El sector de las farmacias se muestra más tajante. "En los EFP de países europeos con un sistema sanitario garantista, prima el concepto de 'farmacéutico' por encima del 'publicitario'. Hay excepciones en complejos vitamínicos con concentraciones por debajo de ciertos niveles", matizan. También dejan claro que la plataforma de parafarmacia sí puede encajar en el marco jurídico español, servirá para negociar mejores precios con los distribuidores y ofrecerá promociones al cliente final. Desde Cofares aclaran que las oficinas de farmacia sí pueden comercializar medicamentos sin receta a través de internet siempre y cuando obtengan un certificado previo sellado por las consejerías autonómicas. El Confidencial se ha puesto en contacto con el Ministerio de Sanidad para ampliar la información, sin éxito.

La ley española castiga la venta de fármacos por internet con sanciones de hasta un millón de euros

¿Cómo funciona en otros países? En algunos está permitido vender fármacos 'online' -como en Holanda o Reino Unido- y en otros no. Los medicamentos en red deben llevar una etiqueta única y un dispositivo antimanipulación en el embalaje, así como un logotipo común que permita identificar a las farmacias virtuales. "Los requisitos se han endurecido todavía más para los distribuidores al por mayor", explican fuentes de la Comisión Europea.

Los farmacéuticos están inmersos en una batalla para poner en marcha servicios de valor añadido dentro de sus establecimientos, como la revisión de botiquines a domicilio o la posibilidad de vacunar a los pacientes sin que tengan que desplazarse a un centro de salud -al igual que en Reino Unido o en EEUU-. Este proyecto no ha recibido el visto bueno de la administración pública y ha puesto en guardia a los enfermeros, a los que no les hace ni pizca de gracia que otros profesionales invadan sus competencias.

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El rol asistencial de las farmacias abre una nueva línea de negocio que servirá para compensar el trasvase de clientes a Amazon en todo lo que sea artículos de consumo. Al menos, en parte. Algunas incluso ofrecen servicios de dermatología o asesoramiento en otras especialidades médicas. La ubicación de los centros y el público al que se dirigen es clave para determinar qué porcentaje de ventas se corresponde con parafarmacia, una categoría en la que, por cierto, cabe todo. Hasta coca-colas.

Pillpack también ofrece valor añadido con su sistema personalizado de dosificación y todo tipo de servicios para los pacientes, un aspecto que agrava la preocupación de los profesionales. ¿Su defensa? "Ese hueco ya está cubierto en España. Y Amazon no puede aportar la confianza y cercanía de las farmacias". Cofares pone en valor "el extraordinario papel del farmacéutico en la dispensación de medicamentos" y aboga por plantar cara a los gigantes del 'e-commerce' de manera cohesionada, sin infravalorar a un canal al que no se le ha dado la importancia que merece hasta ahora.