Es noticia
Las familias españolas vuelven a vivir por encima de sus posibilidades
  1. Economía
El consumo y la inversión se comen el ahorro

Las familias españolas vuelven a vivir por encima de sus posibilidades

Los hogares tuvieron una necesidad de financiación de 3.000 millones en 2017, lo que supone volver al endeudamiento por primera vez desde 2008, pese a que tuvieron la mayor renta de la historia

Foto: Colas multitudinarias en Madrid para comprar un iPhone X. (EFE)
Colas multitudinarias en Madrid para comprar un iPhone X. (EFE)

Cuando estalló la crisis financiera en España, las familias habían acumulado una deuda superior a los 960.000 millones de euros, casi equivalente a todo el PIB del país. En ese momento, prácticamente todo el país asumió que los hogares habían vivido por encima de sus posibilidades y que era importante aprender la lección para no repetirlo en el futuro. Desde entonces, ha pasado menos de una década y ya se ha olvidado todo, al menos en la práctica.

En el año 2017, las familias registraron una necesidad de financiación de 3.063 millones de euros, la primera vez en negativo desde el año 2008, según las cuentas trimestrales no financieras publicadas por el INE (todos los datos incluyen a las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares, ISFLSH). La 'fiebre del consumo' y el repunte de la inversión han provocado que las familias hayan tenido que tirar de sus ahorros (deuda) para gastar lo que no ingresaron.

Foto: Buque de carga en el puerto de Algeciras (Efe)

Es cierto que el ahorro negativo está todavía muy lejos de las cifras del 'boom' de la vivienda, ya que en 2007 los hogares pidieron prestados más de 57.000 millones de euros, 19 veces más. Pero no hay que menospreciar el dato, ya que se asemeja a lo que ocurrió cuando la economía empezó a calentarse: en 2004, los hogares pidieron 7.700 millones prestados. Ahora, como en 2004, España consolida la salida de la crisis y empieza a calentarse, por lo que la clave es conocer si seguirá estimulando el crecimiento a base de deuda. Si esta tendencia se consolida, el resultado puede ser explosivo.

[Los españoles disparan su gasto y ahorran la mitad que los europeos]

De esta forma, España vuelve a repetir algunos de los errores que en el pasado provocaron graves desequilibrios económicos. En estos días, no es extraño escuchar esta frase: "Con los salarios actuales tan bajos, es imposible ahorrar". Los datos demuestran que esta afirmación es completamente errónea. La renta disponible de los hogares subió en 2017 hasta 794.000 millones de euros, con lo que superó por primera vez los máximos de la burbuja inmobiliaria. En otras palabras, los hogares contaron con más recursos que nunca antes en la historia.

Esto demuestra que el problema del ahorro y de la necesidad de financiación de los hogares no tiene nada que ver con la renta, sino que responde a la confianza. Cuando las familias son optimistas con el futuro económico, elevan su gasto y su inversión, y cuando son pesimistas, ajustan sus presupuestos al máximo. Así se explica que en el año 2013, en el momento en que la tasa de paro alcanzó su nivel más alto, los hogares tuviesen una capacidad de financiación de 41.000 millones de euros. Por el contrario, en 2017, con una renta histórica, sufrieron una necesidad de financiación de 3.000 millones. Una brecha de casi 45.000 millones de euros anuales que se han ido de ahorro a gasto e inversión.

El problema del bajo nivel de ahorro de las familias no tiene que ver con la renta, sino con la confianza económica de los hogares

Los hogares tuvieron que volver a recurrir al crédito para financiar su nivel de vida, esto es, tanto el gasto corriente como las operaciones de capital. En concreto, el ahorro neto fue de -3.833 millones de euros, la primera vez en negativo desde el año 2007 y la segunda de toda la serie histórica del INE, que empieza en 1999. Las familias esperan que les vaya bien en el futuro y por eso aumentan su consumo y su inversión, el problema es que empiezan a gastar más de lo que ingresan.

El ahorro más bajo de la historia

Si la economía española crece tan rápido es, principalmente, por el comportamiento de la demanda de los hogares. El consumo se ha disparado en los últimos años, hasta el punto de sostener un PIB superior al que se alcanzó durante los años de la burbuja. Más gasto significa más creación de empleo para satisfacer la demanda, lo que aumenta la renta de los hogares y estimula el consumo. Este es el círculo virtuoso en el que se ha movido la economía española y que ha despertado los elogios de los principales organismos internacionales.

Foto: Buque de carga en el puerto de Algeciras (Efe)

El problema es que este consumo se ha engordado con ahorro. Las familias dedican ahora una parte de los recursos que antes ahorraban a aumentar su gasto. La consecuencia es que durante la crisis destinaban una fracción de su renta a reducir la deuda y ahora hacen lo contrario: elevan su deuda para así poder gastar por encima de lo que ingresan.

Una parte de estos recursos se destina a inversiones de capital (principalmente, formación de capital fijo), por lo que generan un retorno durante unos años. Sin embargo, la mayor parte se dedica directamente al gasto, por lo que es un dinero que se emplea sin retorno posterior. La diferencia entre la renta disponible y el gasto es lo que determina la tasa de ahorro bruto. En 2017, la tasa de ahorro bruto cayó hasta el 5,7%, el dato más bajo de toda la serie histórica.

[Los españoles no ahorramos por la vivienda y porque derrochamos]

Esto significa que las familias ahorraron menos que en el año 2007, cuando se alcanzó el que era, hasta ahora, el dato más bajo de la serie histórica, del 5,9%. Durante la crisis, el ahorro bruto llegó a alcanzar el 13,4% de la renta disponible bruta, más del doble que el actual. Datos que confirman que las familias ahorran en función de su confianza económica y no tanto en función de su renta.

Si se suma el gasto y la inversión de los hogares (siempre de operaciones no financieras), el resultado es el expuesto al principio del artículo: emplearon más recursos que los ingresos que obtuvieron, por lo que acabaron el año con una necesidad de financiación de 3.000 millones de euros. Los datos del Banco de España​ confirman esta tendencia de los hogares de vuelta al endeudamiento. Al cierre del tercer trimestre del año 2017 (último dato disponible), la deuda de los hogares ascendió a 776.500 millones de euros, 1.700 millones más que en el mismo periodo del año anterior. Este ha sido el primer incremento de los últimos seis años y confirma el cambio de ahorro por deuda de los hogares.

Cuando estalló la crisis financiera en España, las familias habían acumulado una deuda superior a los 960.000 millones de euros, casi equivalente a todo el PIB del país. En ese momento, prácticamente todo el país asumió que los hogares habían vivido por encima de sus posibilidades y que era importante aprender la lección para no repetirlo en el futuro. Desde entonces, ha pasado menos de una década y ya se ha olvidado todo, al menos en la práctica.

Hogares PIB Crisis
El redactor recomienda