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Prohibido defraudar: los inversores esperan mucho de Draghi (una vez más)
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Prohibido defraudar: los inversores esperan mucho de Draghi (una vez más)

El BCE empezó el año anunciando el QE... y lo va a terminar potenciándolo y situando aún más en negativo el tipo de depósito. Al menos, eso es lo que debe hacer si no quiere decepcionar

Foto: El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. (Reuters)
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. (Reuters)

Algo falla cuando el Banco Central Europeo (BCE) empezó 2015 lanzando medidas monetarias sin precedentes y lo terminará anunciando más novedades que reforzarán esas mismas medidas. Y eso que falla es que la amenaza de la deflación no termina de irse de la eurozona, que el dinero que la institución presidida por Mario Draghi está suministrando no acaba de traducirse en más crédito al sector privado y que, en resumen, la economía europea sigue sufriendo con claridad los efectos de la crisis. Por todo ello, aprovechará la última reunión de política monetaria del año para potenciar sus estímulos 'anticrisis'.

Una vez más, y después de que el propio Draghi calentara las expectativas en octubre, el mercado espera mucho del presidente del BCE. Así lo refleja con especial claridad el euro, que en las seis últimas semanas se ha depreciado de los 1,13 a los 1,05 dólares, un movimiento que ha reactivado las quinielas sobre la posibilidad de que siga cayendo hasta la paridad contra el dólar. En las bolsas, el compromiso lanzado por el banquero italiano en octubre se ha traducido en subidas que oscilan entre el 2% del Ibex 35, el 5% del EuroStoxx 50 y casi el 10% del Dax alemán.

Los inversores, por tanto, han vuelto a fiarse de la palabra de Draghi. Y han reaccionado en consecuencia. Ahora esperan que no les defraude; si lo hace, el euro y las bolsas volverán sobre sus pasos, el primero para subir y las segundas para bajar.

Como siempre, el veredicto del BCE se conocerá en dos fases. La primera tendrá lugar a las 13:45. En ese momento, anunciará su decisión con respecto a los tipos de interés. No se esperan cambios en los oficiales, que seguirían en el mínimo histórico del 0,05%; tampoco en los tipos de crédito, que permanecerían en el 0,30%; pero sí se prevén novedades, y de las importantes, en los tipos de depósito.

Los inversores se fían de Draghi. Y han reaccionado en consecuencia. Ahora esperan que no les defraude; si lo hace, el euro y las bolsas volverán sobre sus pasos

Actualmente, estos últimos tipos se encuentran en el -0,20%, un nivel que significa que el BCE cobra a los bancos una tasa del 0,20% por el dinero que depositan cada día en la institución monetaria y por el excesos de reservas que tienen. Este hecho ya supone una anomalía, porque lo normal es que el BCE pagara a los bancos por ese dinero. Como el tipo de depósito está en negativo desde 2014, ahora no les paga, sino que les cobra. Y todo indica que les cobrará más, porque los pronósticos contemplan que los rebajará hasta el -0,30% o el -0,40%.

Con esta medida, tratará de persuadir a los bancos para que muevan, sobre todo en forma de préstamos a la economía real, el dinero que el BCE está metiendo en el sistema. Ahora, y a pesar de esa penalización del -0,20%, a los bancos les sobran al día más de 550.000 millones de euros. Los últimos datos, correspondientes a este lunes, elevan ese exceso de liquidez hasta los 584.545 millones.

Más munición para el QE

Draghi apretará las tuercas a la banca porque, por otra parte, también se espera que potencie su programa de expansión cuantitativa (QE), con el que viene metiendo más euros en el sistema mediante la compra de deuda pública y privada. Si la adopta, esta medida será anunciada en la segunda fase, en la que arrancará con la rueda de prensa que Draghi ofrecerá desde las 14:30.

Anunciado en enero y activo desde marzo, con el QE, el BCE viene dedicando 60.000 millones al mes a la compra de títulos públicos y privados en el mercado, unas adquisiciones que hasta ahora tenía previsto mantener al menos hasta septiembre de 2016 o hasta que la inflación volviera al terreno pretendido por el BCE. Este jueves, el BCE podría incrementar el volumen de las compras, para elevarlas hasta los 80.000 millones; ampliar el abanico de títulos que adquiere, para incluir deuda territorial y municipal, y prolongar la vigencia del QE, para llevarlo más allá de septiembre de 2016.

Para fundamentar las medidas que anuncie, Draghi se amparará en las nuevas previsiones económicas que también publicará este jueves. En septiembre, el BCE esperaba un crecimiento del 1,4% en 2015, del 1,7% en 2016 y del 1,8% en 2017. En cuanto a la inflación, la situaba en el 0,1% en 2015, en el 1,1% en 2016 y en el 1,7% en 2017.

Algo falla cuando el Banco Central Europeo (BCE) empezó 2015 lanzando medidas monetarias sin precedentes y lo terminará anunciando más novedades que reforzarán esas mismas medidas. Y eso que falla es que la amenaza de la deflación no termina de irse de la eurozona, que el dinero que la institución presidida por Mario Draghi está suministrando no acaba de traducirse en más crédito al sector privado y que, en resumen, la economía europea sigue sufriendo con claridad los efectos de la crisis. Por todo ello, aprovechará la última reunión de política monetaria del año para potenciar sus estímulos 'anticrisis'.

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