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Grecia paga los 'bonos samurai' a los inversores para no hacerse el haraquiri
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incrementa el impago con el fmi

Grecia paga los 'bonos samurai' a los inversores para no hacerse el haraquiri

Cuestión de prioridades. También de pragmatismo. Y de consecuencias. Grecia engorda la factura pendiente con el FMI, pero procede al pago de sus bonos en yenes para no elevar sus problemas

Foto: Imagen del primer ministro griego, Alexis Tsipras, en una pantalla de la Bolsa de Ámsterdam
Imagen del primer ministro griego, Alexis Tsipras, en una pantalla de la Bolsa de Ámsterdam

La deuda pública -como cualquier otra- lleva incorporada un despertador. Cuando llega la hora concreta, suena, y el país tiene tres opciones: refinanciarla, pagarla o impagarla. En 1995, Grecia emitió bonos a 20 años denominados en yenes, conocidos como bonos samurai. Su despertador ha sonado este martes y el país debía devolver 85 millones de euros -11.670 millonde yenes-a los inversores privados que los atesoraban... ¿y por cuál de esas opciones se ha decantado Atenas? Por pagarla.

A decir verdad, no tenía capacidad de elección. No podía refinanciarlos porque su acceso a los mercados está cerrado; ni impagarlos, porque, por un lado, desencadenaría un proceso de impagos -default- que complicaría aún más su situación financieray porque, por otro, no sería aconsejable si piensa en un futuro en el que, precisamente, quiera volver a financiarse en los mercados, un propósito en el que conviene llevarse bien con los inversores. Por eso, y como además no se trataba de una suma demasiado alta, ha procedido al pago.

Lo curioso es que lo ha hecho un día después de que engordara su factura pendiente con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si el 1 de julio ya se convirtió en el primer país desarrollado en dejar de pagar la deuda al organismo multilateral, con un impago de 1.550 millones de euros, este lunes ha sumado otros 456 millones de euros, con lo que el agujerose eleva ya a 2.000 millones de euros.

Tras este nuevo impago al FMI y trasel pago de los bonos sumurai, la fecha clave sigue siendo la del 20 de julio. Ese día tendrá que devolver al Banco Central Europeo (BCE) los 4.200 millones de euros -3.500 del principal más los intereses- derivados del vencimiento de bonos que la entidad presidida por Mario Draghi tiene en su poder.

En estos momentos, Grecia no dispone de ese dinero, pero la Eurozona, en el marco del acuerdo alcanzado este lunes, se ha comprometido a ofrecer un crédito puente para que reciba la financiación que Atenas precisa a más corto plazo, unas necesidades que se situarían en los 7.000 millones de euros. Para ello, eso sí, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, debe cumplir con la exigencia de poner en marcha legislativamente este miércoleslas primeras reformas establecidas en el acuerdo.

Aunque todo indica que Tsipras contará con el apoyo de la mayoría del Parlamento, cualquier revés arruinaría el acuerdo y Grecia se vería condenada a salir del euro, porque se quedaría sin la financiación que necesita para el próximo lunes. En ese caso, el BCE desconectaría a la banca griega de la financiación de emergencia (Ela, en sus siglas en inglés)que le ofrece, un paso que equivaldría a que la Eurozona rompería el único nexo que le vincula con Grecia.

La deuda pública -como cualquier otra- lleva incorporada un despertador. Cuando llega la hora concreta, suena, y el país tiene tres opciones: refinanciarla, pagarla o impagarla. En 1995, Grecia emitió bonos a 20 años denominados en yenes, conocidos como bonos samurai. Su despertador ha sonado este martes y el país debía devolver 85 millones de euros -11.670 millonde yenes-a los inversores privados que los atesoraban... ¿y por cuál de esas opciones se ha decantado Atenas? Por pagarla.

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