El consumo de gasolinas sale por fin del pozo y vuelve a tasas positivas

La recuperación económica está más cerca, pero todavía es algo más que incipiente. Un dato conocido ayer lo revela. El consumo de gasolina y gasóleo de automoción volvió a tasas positivas en julio. De esta manera, se rompe una tendencia negativa que se había manifestado en la economía española prácticamente desde el comienzo de la crisis a consecuencia de la atonía del consumo.

En concreto, y según Cores, la corporación encargada de gestionar las reservas estratégicas de petróleo, el consumo de gasolinas creció un 0,1% en julio en términos anuales. Algo más creció, un 1,2%, el consumo de gasóleos.

Las tasas de crecimiento son todavía mínimas, pero reflejan un evidente cambio respecto de la situación anterior, toda vez que un mes antes -en junio- la caída era del -13,6% y del -11,2%, respectivamente. Incluso, por encima del -7% que se registra de media en el acumulado del año. La rebaja de los precios del petróleo puede haber influido algo en la recuperación. Según los datos del Ministerio de Industria, el precio del barril Brent se ha reducido en un 8,5% en euros en los últimos doce meses.

Quiere decir esto que el consumo de gasolinas y gasóleos se recupera, pero todavía lo hace de una forma muy limitada que no se traducirá en un cambio de tendencia hasta que se consolide la recuperación. Algo que, por el momento, no llega a otro indicador sensible de actividad: el consumo de energía eléctrica, que continúa en tasas negativas y nada refleja un cambio de tendencia. Entre otras razones porque la producción industrial -con un consumo energético intensivo- sigue estancada.

Los últimos datos muestran, en concreto, que el consumo de energía eléctrica cae a un ritmo del 2,4% en términos interanuales. En los ocho primeros meses del año, corregidos los efectos del calendario y de las distintas temperaturas, el consumo de electricidad ha sido un 2,6% inferior al del año pasado en el mismo periodo. Sin duda, lastrado por la baja utilización de la capacidad productiva, que en el tercer trimestre se ha situado en el 73,9%.

Esto supone que algo más de la cuarta parte de la inversión que se ha hecho en las fábricas está ociosa, lo que da idea de la intensidad de la crisis industrial. El índice de producción en la construcción, por ejemplo, ha caído a la mitad respecto del comienzo de la crisis. Si bien el retroceso en el consumo de energía eléctrica más intenso se produce en el sector servicios, con una caída del 6,9%.

La consecuencia no puede ser otra que un escenario de recuperación muy lento. Y, de hecho, el servicio de estudios de la Caixa estima que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá entre junio y septiembre un 0,1% en términos intertrimestrales, y lo mismo sucederá en el cuatro trimestre. Con ello, sostienen los economistas de la Caixa, la tasa de variación anual del PIB se situaría en el -1,2% en el conjunto del año.