Industria se ofrece a mediar con la banca para liquidar las primas renovables a año vencido

El Gobierno quiere rebajar la factura renovable. Y ahí van encaminadas todas las propuestas que filtra al sector en vísperas de anunciar su reforma eléctrica. La última inquietud que recorre a los futuros damnificados es la posibilidad de que el Ministerio de Industria acometa un cambio radical del modelo de retribución de las primas, pasando de un cobro mensual a una liquidación anual de las mismas. La fórmula sólo tiene pros para el Ejecutivo, que dispondría de un mayor control del dinero en juego, lo que le permitiría hacer sus cuentas a posteriori para garantizar a las plantas una “rentabilidad razonable” al final de cada ejercicio sin poner en riesgo el equilibrio del sistema. Los contras son para los propietarios de instalaciones y, sobre todo, para los bancos. Claro que José Manuel Soria ya ha esbozado una solución.

“Los huertos solares tienen obligaciones mensuales con los bancos que les montaron sus project finance. Si se les liquida anualmente, no podrán afrontarlas. Ante esa objeción, el Ministerio de Industria ha sugerido que, si es necesario, hablará con los bancos para que colaboren”, aseguran fuentes del sector fotovoltaico conocedoras de la propuesta. Otras fuentes del ámbito renovable, sin embargo, aseguran que falta información para siquiera entrar a considerar en serio la iniciativa: “La tesis ha llegado al sector, no hay duda. Sin embargo, el plan debe ser más amplio. ¿Qué haría una planta de cogeneración? Decirle a Iberdrola que no le paga en un año o pedir préstamos mensuales a los bancos. Lo más seguro es que tuviera que cerrar”.

El modelo pasaría por establecer las liquidaciones el 31 de enero del año vencido y acometer los pagos a finales de febrero. Eso sí, lo que más inquieta al sector es que no se trata sólo de diferir las primas, sino de acotarlas a una “rentabilidad razonable”, que es lo que la ley establece que debe garantizarse a las plantas en caso de tocar las ayudas. Una tesis que ha refrendado el Tribunal Supremo al enfrentarse a casos de retroactividad impropia. “El problema es quién determina lo que es razonable –apuntan fuentes del sector fotovoltaico, contrariadas ante esa posibilidad-. Muchas plantas no podrán cumplir con los bancos si hay un rejón más”. Por eso precisamente se hace imprescindible que Industria medie ante las entidades financieras.

Lo cierto es que el cerrojazo informativo decretado por el Gobierno en vísperas de anunciar la enésima reforma eléctrica alimenta hasta el límite la incertidumbre en el sector. Una inquietud que aumenta según se va aproximando la fecha para hacer pública la batería de medidas. Cómo publicó ayer El Confidencial, el Ministerio de Industria quiere llevar la reforma energética al Consejo de Ministros el próximo viernes 21 como fecha límite. Un día escogido con un objetivo estratégico claro: adelantarse a la próxima subasta sobre el precio de la energía -que está prevista oficialmente para el día 25- y favorecer una normativa que amortigüe el efecto de una eventual subida de la luz en el segundo trimestre de 2013. Soria no quiere tarifazos. 

La ‘alternativa Sareb’

No es la primera solución original que sale de Industria desde que el nuevo secretario de Estado, Alberto Nadal, tomó el mando de la reforma eléctrica. Y es que otra de las posibilidades que se apuntó inicialmente a los afectados desde el Ministerio pasaba por dar facilidades a los dueños de instalaciones fotovoltaicas que no sean capaces de afrontar sus créditos para que las transfieran a la Sareb, el banco malo creado por el Ejecutivo con el fin de absorber los activos inmobiliarios tóxicos. No en vano, el sector, que cuenta con más de 50.000 propietarios individuales, sacó adelante los proyectos con un apalancamiento medio del 80% y, con las actuales tasas de retorno, está en manos de las entidades financieras. Un banco malo fotovoltaico también reduciría el exponencial incremento que cada año registran las primas al llamado régimen especial, en esencia las energías renovables.

Y es que si algo desvelan los sucesivos amagos de reforma que desde Industria llegan al sector es la intención de Soria de reducir la pesada carga que suponen unas ayudas crecientes que este año supondrán casi 9.100 millones de euros, la mitad de los costes regulados. En esta línea, uno de los primeros planteamientos del Ministerio contaba con alargar en el tiempo los vencimientos de los inversores fotovoltaicos, sin tocar la cuantía de las primas. Esta idea salva los problemas de seguridad jurídica, pero también topa con los bancos y la estructura de los créditos a los propietarios. Es por ello que, en todas las soluciones, la banca es un elemento clave para deshacer el entuerto.

Ante la que se le viene encima, la industria solar también se defiende y ha puesto pie en pared. De hecho, más de 100.000 damnificados por los cambios regulatorios se adherían la semana pasada a una plataforma ciudadana para promover un nuevo modelo energético y presentaban una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción en la que subrayaban las vinculaciones de expolíticos con las grandes compañías eléctricas para explicar el desaguisado en el sector. Entre las firmantes, la Asociación Nacional de Productores de Energías Renovables (Anpier) -que cuenta con 3.800 socios- o la Fundación Energías Renovables. Además, se unían ¡Democracia Real YA!, Coordinadora 25S o Izquierda Anticapitalista, organizaciones claramente vinculadas al 15-M.

Eso sí, como publicó El Confidencial, la reforma que prepara Nadal es integral y no sólo estrecha el cerco a las renovables. Industria también estudia atajar la subvención multimillonaria que recibe el carbón nacional y dar un nuevo viaje a la retribución del transporte y distribución. Esto es, tampoco las eléctricas se irán sin de rositas, como no duda en recordar el Ministerio sotto voce. Por ejemplo, Endesa está a punto de perder su secular monopolio en las islas, en una decisión que ha hecho tentarse la ropa también a Iberdrola por lo que pueda pasar después en la península. La factura para la compañía italiana puede alcanzar los 1.700 millones anuales. Para temerla.