Soria pide un crédito extra de 2.200 millones para salvar los números del sector eléctrico

A José Manuel Soria no le salen las cuentas. Y necesita ingresos extra para cuadrar sus números. Según anunció hoy el titular de Industria tras el Consejo de Ministros, el Ministerio ha remitido al Consejo de Estado un proyecto de ley por el que solicita un crédito extraordinario de 2.200 millones “para hacer frente a los posibles desfases” entre ingresos y gastos del sistema. Del mismo modo, el Gobierno dio luz verde a un decreto ley que ataca a la línea de flotación de las energías renovables, a las que limita su retribución para conseguir un ahorro de entre 600 y 800 millones de euros.

"El Gobierno adopta las medidas que considera necesarias para el interés general y, si puede, para el interés particular. Pero en estos momentos el interés general es que no se repercuta a los precios finales el incremento de costes", subrayó Soria al ser preguntado por las posibles medidas legales de las empresas de energías limpias para defender sus intereses, después de ver, por ejemplo, como se cambia la fórmula de actualización de las primas al IPC. ¿Computará el crédito como déficit público? "Dependerá de que se utilice. Hay que ver cómo evolucionan los costes del sistema y si llega el caso", concluyó.

La Memoria Justificativa de la última orden de tarifas remitida a la CNE ya ponía de manifiesto los problemas de Soria. El documento salvaba el equilibrio del sistema en 2013 con una partida de “ingresos extraordinarios” en el entorno de los 2.270 millones de euros, precisamente la cuantía extra que solicita el ministro. Y es que según el desglose de las cifras, los costes se situarán en 2013 en casi 20.374 millones de euros, un importe en el que llama la atención el gasto para primar el régimen especial –en esencia primas a las renovables-, que roza ya los 9.100 millones de euros, casi la mitad de todos los costes regulados. Por el contrario, los ingresos apenas alcanzan los 14.844 millones de euros.

Industria preveía compensar el desfase -de más de 5.700 millones- mediante los nuevos impuestos cargados sobre las compañías -3.000 millones- y con los ingresos por subasta de emisiones de dióxido de carbono -450 millones más-. Pero ni así le llegaba. Es ahí donde entraban en liza esos 2.200 millones de ingresos extraordinarios que Soria pretende enjugar con el citado crédito. Todo sin perjuicio de que el ministro y su flamante número dos, Alberto Nadal, cierren una nueva reforma energética que permita atajar de una vez por todas el denominado déficit de tarifa, desfase entre ingresos y gastos que soporta el recibo de la luz y que apunta ya a los 30.000 millones de euros.

Y en ese esfuerzo, como publica hoy El Confidencial, las renovables están en su punto de mira. No en vano el Gobierno acordaba hoy limitar la actualización del IPC en las ayudas –lo que supondrá un ahorro de 340 millones de euros-, al tiempo que obliga a las instalaciones a elegir entre tarifa regulada o precio de mercado con prima -lo que añadiría entre 250 y 500 millones de ahorro-. “Si finalmente no se actualizan las primas, habrá movilización del sector. No sólo se reduciría la retribución fijada por la ley, sino que se haría con efectos retroactivos. Una decisión así iría en contra de la seguridad jurídica que tanto ha querido defender el PP. Tiene muy mala defensa desde el punto de vista legal”, aseguran ayer fuentes del sector fotovoltaico, que ya se temían lo peor.

Hasta hoy, la previsión legislativa es que las ayudas se actualicen teniendo en cuenta el IPC de octubre –que alcanzó el 3,5%- menos medio punto. El Real Decreto 661/2007, que regula el régimen especial, establece que los importes de las primas se actualizarán anualmente tomando como referencia el incremento del IPC menos un porcentaje. “El valor de referencia establecido para la detracción del IPC (…) será de 25 puntos básicos hasta el 31 de diciembre de 2012 y de 50 puntos básicos a partir de entonces”, expone la norma en una disposición adicional. El Gobierno vinculará ahora la atualización a la inflación subyacente -que excluye los precios de las rúbricas más volátiles- y a precios constantes.