Soria abre fuego contra las renovables: planea no actualizar las primas con el IPC

El ministro de Industria, José Manuel Soria, y su flamante número dos, Alberto Nadal, preparan otra reforma energética que permita atajar de una vez por todas el denominado déficit de tarifa, desfase entre ingresos y gastos que soporta el recibo de la luz y que apunta ya a los 30.000 millones de euros. De hecho y según aseguran fuentes del sector, una de las medidas que contemplan es no actualizar este año en función del IPC las primas al llamado régimen especial, que incluye los subsidios a las energías renovables y otras tecnologías como la cogeneración. El Ministerio se ahorraría por esta vía entre 180 y 200 millones de euros al año, un buen sitio por el que empezar.

Avala la tesis el hecho de que a estas alturas de mes el Ministerio de Industria siga sin haber publicado en el BOE la actualización de los precios, algo que nunca había pasado. “El sector está inquieto porque el Ministerio aún no ha publicado la orden de tarifas, que tenía que haber salido en diciembre y va con mucho retraso. Si finalmente no se actualizan las primas, habrá movilización del sector. No sólo se reduciría la retribución fijada por la ley, sino que se haría con efectos retroactivos. Una decisión así iría en contra de la seguridad jurídica que tanto ha querido defender el PP. Tiene muy mala defensa desde el punto de vista legal”, aseguran fuentes del sector fotovoltaico, que pese al discurso se temen lo peor. “Sí que hay temor por si nos encontramos con alguna sorpresa”, rematan.

La previsión legislativa es que las ayudas este año se actualicen teniendo en cuenta el IPC de octubre –que alcanzó el 3,5%- menos medio punto. El Real Decreto 661/2007, que regula el régimen especial, establece que los importes de las primas se actualizarán anualmente tomando como referencia el incremento del IPC menos un porcentaje. “El valor de referencia establecido para la detracción del IPC (…) será de 25 puntos básicos hasta el 31 de diciembre de 2012 y de 50 puntos básicos a partir de entonces”, expone la norma en una disposición adicional. Luego si finalmente Industria evita compensar la inflación, las instalaciones renovables verán como las primas dejan de incrementarse en un 3%.

Según las citadas fuentes, Soria escogería así la vía de la inacción para recortar las primas sin recortarlas. De hecho, en los sectores afectados se está discutiendo cómo afrontar la situación ante la complejidad de recurrir una decisión administrativa que, de hecho, no se publica en el BOE. Las primas al régimen especial -impulsadas por las nuevas incorporaciones termosolares- no dejan de aumentar año a año, al punto que rozarán los 9.100 millones en el presente ejercicio, según las previsiones de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), una cifra que el nuevo secretario de Estado debe contener sin perjudicar la seguridad jurídica del país. A día de hoy, esos subsidios constituyen casi la mitad de los costes regulados del sistema, que alcanzarán en este ejercicio los 20.374 millones. 

De momento, poco ha trascendido sobre la nueva hoja de ruta que prepara Alberto Nadal, que ha evitado por ahora la interlocución con el sector. Eso sí, el tour de force que tiene por delante es fenomenal, incluso más allá del déficit de tarifa. Y es que los retoques a las primas renovables actualmente en discusión afectan a proyectos ya en marcha; no existe marco legal para los nuevos planes, un escenario que provoca que los promotores de proyectos verdes se quejen de no saber en este momento qué marco retributivo tendrán sus inversiones, lo que paraliza nuevas instalaciones.

Las recetas de la CNE

La opción de obviar la inflación no es una cuestión nueva y lleva tiempo sobre la mesa del ministro de Industria. No en vano, fue planteada por la CNE para contener el déficit de tarifa en su informe de marzo de 2012 titulado "Medidas para garantizar la sostenibilidad económico-financiera del sistema eléctrico". El supervisor planteaba entonces la posibilidad de incrementar vía real decreto el valor de referencia para contrarrestar el incremento del IPC. “Para el valor esperado del IPC del 2%, el factor de eficiencia que afecta al IPC en las actualizaciones de los incentivos económicos de las energías renovables y de la cogeneración debería estar en el entorno de 175 puntos básicos”, expone el documento. Eso supondría una actualización del 15%, “en línea con lo propuesto para otras actividades reguladas”.

La propuesta de la CNE tenía un importante efecto económico. “Supondría reducir anualmente el importe global de la prima equivalente del régimen especial en torno a 200 millones de euros acumulativos a partir de 2013”, reza el análisis. La Comisión ya planteaba la adopción de la medida para 2012, a partir del 1 de abril. “Dado que el IPC estimado para 2011 en la revisión de las primas de 2012 fue del 3,01%, correspondería ahora reducirlas en esta misma proporción, lo cual llevaría a un ahorro en la tarifa de acceso de 2012 de 209 millones de euros”, zanja la reflexión. El impacto acumulado a 2016 superaría los 3.300 millones de euros.

Por ahora, las que han tenido base real para la preocupación son las eléctricas convencionales. No en vano, el ministro anunciaba la semana pasada la suspensión de los nuevos recargos progresivos en función del consumo en el recibo de la luz, una medida que reduce sus ingresos. Además, el mensaje trasladado desde Moncloa es que las grandes compañías no se librarán y tendrán que poner su granito de arena en la reforma en ciernes. “Las eléctricas quieren irse de rositas de esta crisis. Si tienen que reducir sus costes fijos para lidiar con la caída de la demanda, tendrán que hacerlo”, exponen sin ambages fuentes de Moncloa, que dejan claro que las grandes empresas no pueden ganar siempre.