Rajoy desafía las estadísticas y dice que creará empleo con un aumento del PIB del 1,4%

La reforma laboral aprobada por el Gobierno hace apenas dos meses tiene efectos taumatúrgicos. Al menos, eso es lo que puede desprenderse del Programa de Estabilidad 2012-2015 aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes, y en el que se prevé la creación de 1,76 millones de puestos de trabajo hasta 2020 gracias a la reforma laboral aprobada en febrero por el Ejecutivo.

Lo relevante no es sólo la cifra -nada menos que el 10% de la fuerza laboral actual en apenas seis años (2014-2020)- sino el hecho de que se achaque el abundante caudal de creación de empleo a la reforma laboral prácticamente en régimen de exclusividad. El Ministerio de Economía, en concreto, estima que de los 1,98 millones de puestos de trabajo que generará la economía española hasta final de la década, el 90% será gracias a la reforma laboral. Admite, sin embargo, que tanto en 2012 como en 2013 se destruirán cerca de 700.000 puestos de trabajo.

La cifra de creación de empleo es verdaderamente extraordinaria si se tiene en cuenta que, según sus cuentas, la trasposición a la legislación española de la Directiva de Servicios apenas creará 39.000 empleos, mientras que la reforma de las pensiones generará 71.000 ocupaciones. Igualmente, según las estimaciones del Ministerio de Economía, la reforma financiera será capaz de generar 96.000 puestos de trabajo, mientras que la nueva ley de estabilidad presupuestaria creará 18.000 empleos.

Tres millones de empleos perdidos

En total, casi dos millones de puestos de trabajo que representan las dos terceras partes de los empleos destruidos por la economía española en los últimos cuatro años y medio. Esto quiere decir que hasta bien entrada la década de los años 20, España no recuperará, si se cumplen las previsiones, los niveles de ocupación previos al estallido de la crisis. En el tercer trimestre de 2007, la Encuesta Población  Activa reflejaba la existencia de 20,51 millones de ocupados, pero la ‘ultima EPA ya mostraba que la fuerza laboral había caído hasta los 17,43 millones. Es decir, hasta el momento se han esfumado algo más de tres millones de puestos de trabajo durante la crisis. Hoy el nivel de ocupación ha retrocedido hasta registros del primer trimestre de 2004, cuando llegó a la Moncloa el anterior jefe del Ejecutivo, Rodríguez Zapatero.

El documento del Gobierno llega a esas conclusiones a partir de un razonamiento no demostrado nunca en la reciente historia de la economía. Considera que es posible crear puestos de trabajo con un crecimiento del Producto Interior Bruto inferior al 2%, algo que nunca ha sido posible pese a las continuas reformas de la legislación laboral. Economía estima, en concreto, que ya en 2013 se crearán unos 120.000 puestos de trabajo con un crecimiento de la actividad de apenas el 1,4%. Y algo parecido sucederá al año siguiente. En 2014, se generarán unos 175.000 puestos de trabajo con un aumento del PIB del 1,8%, algo que nunca ha ocurrido. La ministra Báñez siempre ha sostenido que la reforma laboral bajará el umbral necesario para la creación de puestos de trabajo. 

En cualquier caso, esta tímida creación de puestos de trabajo para un país que supera ya los 5,6 millones de parados apenas tendrá reflejo en el nivel de paro, que continuará siendo extremadamente elevado. De hecho, el propio Gobierno prevé que España está condenada a vivir con más de cinco millones de parados hasta al menos el año 2015, cuando la tasa de paro baje hasta el 22,3%.

El ministerio de Luis de Guindos ha realizado estas previsiones a la luz de unas estimaciones macroeconómicas muy positivas a nivel global. Los supuestos básicos del cuadro parten de que el PIB mundial crecerá por encima del 5% los dos próximos ejercicios, mientras que los tipos de interés a corto permanecerán en niveles similares, y los de largo plazo caerán con intensidad. Igualmente, prevé un fuerte crecimiento de las exportaciones mundiales y un precio del barril de crudo que se situará en el entorno de los 113 dólares, algo por debajo de los niveles actuales.