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Merkel y Sarkozy fuerzan cinco cumbres en una semana para salvar al euro
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SUS DIFERENCIAS PONEN A EUROPA AL LÍMITE

Merkel y Sarkozy fuerzan cinco cumbres en una semana para salvar al euro

Por reuniones que no sea. La búsqueda de una solución para la crisis de deuda europea se ha convertido en un asunto de dos: Angela Merkel

Foto: Merkel y Sarkozy fuerzan cinco cumbres en una semana para salvar al euro
Merkel y Sarkozy fuerzan cinco cumbres en una semana para salvar al euro

Por reuniones que no sea. La búsqueda de una solución para la crisis de deuda europea se ha convertido en un asunto de dos: Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Los veinticinco líderes restantes han pasado a ocupar un papel anecdótico. Después de volverse a encontrar antes de ayer con urgencia y nocturnidad, los dos mandatarios han decidido reunirse una vez más el sábado antes de la Cumbre para tratar de acercar posturas 'in extremis'.

Las negociaciones están completamente enquistadas y la escenificación del pulso que están manteniendo la canciller alemana y el presidente francés no hace sino dar más razones al mercado para desconfiar de su capacidad de solucionar un conflicto que se prolonga ya 17 meses. El jueves la última representación de este circo franco-alemán se produjo con un comunicado sorpresa de Sarkozy anunciando una segunda reunión de Jefes de Estado y de Gobierno antes del miércoles con el fin de definir la estrategia definitiva a seguir en el proceso de crisis, dando por hecho que las grandes diferencias entre países en este sentido van a hacer que la Cumbre del domingo no sea suficiente.

Y es que la madre del cordero es el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). El mayor punto de confrontación entre Francia y Alemania se encuentra en cómo articular la ampliación del mismo. En estos momentos cuenta con unos avales por valor de 780.000 millones de euros que le permiten conceder 440.000 millones de euros en préstamos. El problema es que esta cantidad es irrelevante si se tiene que salir en auxilio de España o Italia, posibilidad que cada día que pasa resulta menos descabellada.

Así, Sarkozy defiende que la mejor solución pasa por convertir el fondo en un organismo financiero que se pueda apalancar a través del Banco Central Europeo, con lo que su capacidad de crédito se podría elevar hasta tres billones de euros. El problema es que este sistema comprometería al regulador monetario, que tendría que llevar a cabo un mayor esfuerzo para la compra de deuda soberana, por lo que habría que ampliar su hoja de balance. Por este motivo, ni Alemania ni el saliente presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, quieren oír hablar del tema. Habrá que esperar al próximo 1 de noviembre para conocer la posturaecofin del nuevo capitán de la institución, el italiano Mario Draghi, al respecto.

Por su parte, Merkel prefiere convertir al FEEF en una especie de aseguradora que cubra entre el 20% y el 30% de las pérdidas por deuda soberana de los inversores privados, una alternativa que elevaría de manera efectiva el apalancamiento del fondo hasta el billón de euros o incluso más. No obstante, este plan ha sido duramente criticado por varios economistas que aseguran que el resultado sería la creación de dos mercados de bonos para la zona euro en tanto que es prácticamente imposible evitar un colapso de la deuda italiana y cada vez más difícil en el caso de la española.

Además, ni siquiera los otros dos asuntos a debatir en la Cumbre están clarificados. Por un lado se planteará el desbloqueo del segundo rescate de Grecia -a pesar de que el informe de la 'troika' confirma que Atenas no va a cumplir los objetivos de déficit y que las medidas adoptadas son insuficientes- o una quita de su deuda superior a la que habían contemplado los acreedores privados del país, en otras palabras, los bancos, tocados de gravedad.

De hecho, el colapso de Dexia hace dos semanas puso sobre la mesa la necesidad de la recapitalización del todo el sector, el tercer punto a debate el domingo cuando ni siquiera las distintas instituciones han conseguido ponerse de acuerdo en las cifras todavía. Mientras la autoridad bancaria europea (EBA) estima que las necesidades de capital de los bancos es tan solo de entre 80.000 y 100.000 millones de euros, frente el FMI, que considera que se elevan hasta los 200.000 millones. 

Así, han hecho falta hasta cinco cumbres en una semana -de momento porque la cosa no ha acabado- para intentar salvar a toda costa el euro, que es realmente de lo que se trata. El pasado miércoles Sarkozy y Merkel se reunieron en Fránfort con los presidentes del Consejo y la Comisión Europea, Herman van Rompuy y José Manuel Durao Barroso, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, los ministros de finanzas francés y alemán y Draghi. 

A partir de las 14:00 horas de hoy, el Eurogrupo da el pistoletazo de salida a un intenso fin de semana en Bruselas, para que el sábado el Ecofin el sábado por un lado, y Sarkozy y Merkel por otro, continúen sentando las bases para que el domingo se debatan en la Cumbre de los 27 todas las posibles soluciones a la crisis. Finalmente, antes del miércoles la guinda de esta maratón de encuentros, una última reunión en la que la estrategia a seguir " "podrá ser adoptada definitivamente por los jefes de estado y de gobierno", en palabras del presidente francés.

Por reuniones que no sea. La búsqueda de una solución para la crisis de deuda europea se ha convertido en un asunto de dos: Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Los veinticinco líderes restantes han pasado a ocupar un papel anecdótico. Después de volverse a encontrar antes de ayer con urgencia y nocturnidad, los dos mandatarios han decidido reunirse una vez más el sábado antes de la Cumbre para tratar de acercar posturas 'in extremis'.

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