Unnim, intervención encubierta: el FROB se hace con el 100% pero dice que es viable

Unnim es la caja más perjudicada de la recapitalización realizada por el FROB, ya que la ha valorado a cero y se ha quedado con ella gratis. En la práctica, es exactamente igual que si la hubiera intervenido: el Banco de España destituye a los administradores, asume el control con el nombramiento de tres administradores, estabilizará la entidad e intentará venderla para recuperar algo de los 568 millones de dinero público inyectados en la caja para cumplir los requisitos de capital.

No obstante, el gobernador Fernández Ordóñez trató de separar una y otra vez su situación de la de CAM, intervenida realmente. La principal diferencia es que la alicantina es inviable -"lo peor de lo peor", textualmente- y a Unnim "se le ha dado una última oportunidad para que se salve". Algo que requiere el cumplimiento de un durísimo plan de reducción de costes con el consiguiente recorte de plantilla, condición para que Bruselas dé el visto bueno a la inyección de dinero público.

Muchos observadores criticaron ayer por la tarde esta contradicción del Banco de España entre valorar a cero una entidad y al mismo tiempo considerar que es viable. "¿Dónde está la diferencia con una intervención? Sólo en las formalidades, pero eso sólo contribuye a eumentar la confusión y la desconfianza en el sector financiero español", opina un experto. Otros ponían esta contradicción a la altura de las durísimas críticas lanzadas ayer por el gobernador contra la CAM... mientras que no hizo nada por detener su deterioro cuando estaba a tiempo.

Las semejanzas con una intervención son tales que algunas de las entidades que han estudiado la posibilidad de hacerse con la CAM, como Ibercaja o La Caixa, han solicitado un EPA (esquema de protección de activos, una garantía contra pérdidas futuras) para Unnim similar al que se ha concedido a la CAM para sacarla a subasta.

Del mismo modo, el FROB nombrará tres administradores para la caja, al igual que ha sucedido en la CAM y, anteriormente, en CajaSur, que en este caso tendrán la condición de consejeros dominicales. Se añadirá un cuarto consejero independiente: Antonio Abad, presidente de la Cámara de Comercio de Terrassa, con el que se pretende mantener la vinculación con el territorio originario de las tres cajas fusionadas en Unnim.

Pero lo más llamativo es que el equipo gestor que ha provocado -o al menos no ha evitado- que la entidad valga cero y sea intervenida de facto seguirá en su puesto bajo los nuevos consejeros.