El riesgo de España, estable en máximos a la espera de ver qué pasa con Grecia

Arranca la última jornada antes de saber qué va a pasar con Grecia y la tensión es máxima en tanto que crecen las incertidumbres por segundos. Mientras que Alemania es partidaria de retrasar cualquier decisión hasta septiembre, la canciller Angela Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se reúnen hoy para tratar de limar asperezas antes de la reunión del Ecofin del domingo.

Y en medio de este caldo de cultivo, el mercado de deuda está al rojo vivo. No sólo por Grecia, cuyo diferencial con el bono alemán es broma macabra (1.450 puntos básicos) y su rentabilidad supera el 17%, sino por el resto de periféricos que se encuentran en el centro de la diana de la desconfianza de los inversores. El miedo al contagio en el caso de que Grecia incurra en el más que probable 'default' está llevando el riesgo de estos países a niveles desconocidos.

En el caso de España, el riesgo, que ayer alcanzó máximos históricos superando los 280 puntos básicos, se baja ligeramente a los 264 puntos en los que cerró en la víspera. No obstante, la prima ha subido en lo que va de semana un 14% hasta tocar máximos desde 1996 y la rentabilidad del bono a diez años se mueve en el nivel del 5,6%. En el resto de países en la cuerda floja destaca también el riesgo de Portugal, que supera los 740 puntos básicos e Irlanda, por encima de los 820.

Francia y Alemania tratan de resolver hoy sus diferencias en Berlín sobre el segundo rescate de Grecia a fin de facilitar el acuerdo del Ecofín el domingo después de que al comienzo de esta semana fracasaran las reuniones. Merkel insiste en la participación de los acreedores privados -bancos y aseguradoras- en el segundo rescate para evitar la bancarrota, algo que no comparte París y que, muy probablemente, se va a descartar finalmente.

Y mientras tanto, en Grecia, el primer ministro Giorgos Papandreu ha llevado a cabo una remodelación de su ejecutivo para tratar de lanzar un mensaje de tranquilidad a los mercados. La maniobra llega tras el fracaso de las negociaciones con la oposición para formar un Gobierno de unidad nacional.