¿Es Draghi el candidato idóneo para sustituir a Jean-Claude Trichet al frente del BCE?

Desde que el alemán Axel Weber retiró su candidatura el pasado mes de febrero, todos los dedos apuntan a él. Mario Draghi, actual gobernador del Banco de Italia, será elegido hoy por los ministros de Economía de la eurozona para ocupar el cargo de presidente del Banco Central Europeo (BCE). Muchos son los nombres que, a lo largo de los últimos meses, se han barajado para sustituir al actual presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, cuyo mandato expira el 31 de octubre. Sin embargo, tras recibir el apoyo explícito de España, Francia, Portugal, Luxemburgo y Alemania, será el italiano quien se erija como el representante al frente de la institución -o así lo indican todas las quinielas-.

La elección de Draghi se produce en un momento especialmente complicado para el Viejo Continente, donde la deuda de crisis de deuda soberana está afectando a muchos de los países de la periferia de Europa. Tras el rescate de Irlanda, Grecia y Portugal, los ministros de Economía de la Unión Europea empiezan a preparar el segundo plan de rescate para Grecia, que podría ascender a 60.000 millones de euros. Al mismo tiempo, hoy se aprobará un programa de asistencia a Portugal de 78.000 millones con un tipo de interés del 5,5%. Los analistas coinciden en los numerosos retos a los que se enfrenta el nuevo mandatario y señalan que Draghi mantendrá una línea de actuación similar a Jean-Claude Trichet. 

Así lo expone en un informe Barclays Capital, quien incide en que "es posible que Draghi persiga una estrategia conservadora y ortodoxa, basada en el consenso, muy similar al posicionamiento mantenido por el actual mandatario". La firma de análisis considera que el próximo presidente del BCE deberá centrar su atención en los problemas de los países periféricos, a fin de alcanzar una normalización en política monetaria que encaje con las divergencias existentes en la política de los países del G20, especialmente profundas.

 

Según destacan los analistas del banco de inversión, el background de Draghi como dirigente del Tesoro italiano y presidente del comité de privatizaciones entre 1991 y 2001 -coincidiendo con la crisis del 92-, así como su bagaje como gobernador del Banco de Italia desde el año 2006 y su cargo de presidente del Consejo de Estabilidad Financiera -el órgano al que el G-20 le ha encargado la elaboración de un nuevo marco financiero para evitar futuras crisis-, sugieren que "está excepcionalmente bien cualificado para desarrollar las políticas favorables en este contexto de crisis e implementar una coordinación efectiva en el entorno del G-20". 

 

Asimismo, Barclays añade que también se van a producir otros cambios potenciales entre los directivos del Banco Central Europeo debido a que, entre otros, concluye el mandato de seis miembros del Comité Ejecutivo, como el del miembro español, José Manuel González-Páramo, cuyo cargo finaliza en mayo de 2012. Los analistas de la entidad subrayan que "las nuevas llegadas al Comité Ejecutivo del BCE posiblemente sean cubiertas también con tecnócratas, relativamente conservadores y libres de posiciones dogmáticas preconcebidas".

 

Por su parte, desde RBS, también considera que el perfil de Draghi se asemeja al de Jean-Claude Trichet, sobre todo en lo que a facultades comunicativas se refiere. El banco de inversión también comparte que, en la institución, continuará manteniéndose el consenso y la toma de decisiones de manera colegiada sin ningún derecho adicional para el presidente, aunque en un momento dado se requiera su decisión en el establecimiento de una política en una o en otra dirección. La firma apunta que los cinco puntos claves que marcarán el mandato de Draghi serán la política monetaria, la restructuración, la compra de bonos, la emisión de Eurobonos y la crisis de deuda soberana en Europa.

 

Entre los puntos más destacados que han marcado la trayectoria de Draghi hasta el momento en el marco de las instituciones europeas e internacionales, RBS subraya el énfasis de Draghi en la importancia de tomar medidas nacionales apropiadas para el buen curso de la economía global. Así, en unas declaraciones realizadas por Draghi en abril y recogidas por el banco de inversión, éste incide en que "es indispensable para la solidaridad entre los países de la Eurozona que los parámetros de responsabilidad fiscal para cada uno de ellos se establezcan con criterios rigurosos". Lo mismo apunta con otro tipo de políticas.

 

Desde su punto de vista "la crisis de deuda soberana nos ha mostrado el elevado riesgo de contagio entre Estados en dificultad y entre ellos y el sistema bancario". Asimismo, en materia de tipos de interés, Draghi fue uno de los firmes defensores de mantener los tipos por debajo del 2% a principios de 2009. De acuerdo a declaraciones tomadas en febrero de ese mismo año reflejadas por RBS, Draghi señaló que "en el frente monetario, creo que la respuesta tomada por los bancos centrales a la crisis financiera global ha sido inmediata y masiva, al tiempo que ha sido muy efectiva. Sin embargo, está claro que los tipos de interés no se podrán mantener durante mucho tiempo en niveles tan bajos".

 

Las decisiones que tomará el futuro mandatario en relación a los tipos de interés serán uno de los principales puntos que deberá abordar en los primeros compases como presidente del Banco Central Europeo después de que, el pasado mes de abril, Jean-Claude Trichet anunciara la subida de tipos del 1% al 1,25% por primera vez en dos años. Las tensiones inflacionistas, tras la subida de los precios del crudo, se mantienen en muchos de los países que integran la Eurozona, por lo que se prevén más subidas de tipos de aquí a que finalice el año. A pesar de su elección durante el día de hoy en la reunión de ministros de Economía de la Eurozona, el nombramiento formal de Draghi no se realizará hasta la cumbre de líderes europeos que se celebrará los días 23 y 24 de junio tras consultar a la Eurocámara.