Los poderes del pequeño gran cajero

El presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, hombre low profile, siempre a la sombra de grandes nombres como Rato y Fainé, ha sabido jugar bien sus cartas en la reestructuración de las cajas de ahorro y ha puesto entre la espada y la pared a Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), supeditada ahora a los designios de la caja asturiana. Hombre cercano al PSOE y bien visto por el BdE, ha conseguido entrar en la ‘Champions league’ de la banca española . De concretarse el SIP entre CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, se convertirá en el quinto ejecutivo en una por detrás de Emilio Botín (Santander) Francisco González (BBVA), Isidre Fainé (La Caixa) y Rodrigo Rato (Caja Madrid).

El excesivo poder que tendría su consejero delegado, precisamente Menéndez, en esta fusión fría es lo que ha puesto de uñas a CAM, que ha asegurado que ya no habrá operación con la asturiana. El principal escollo que frena la fusión es el blindaje de éste para los próximos doce años, que los alicantinos entienden como un atentado al buen gobierno y a la práctica habitual de las cajas. Y es que las condiciones de Menéndez no aparecían en el protocolo de intenciones con el que se aprobó el SIP por el que la CAM lograba poner pies en polvorosa de una posible fusión de Bancaja y, por consiguiente, del paraguas de la Generalitat Valenciana.

Pero este blindaje ha sido la gota que ha colmado el vaso después de un reparto de poder en el que corresponde un 40% del SIP tanto a CAM como a Cajastur, pese a que la primera tiene casi el doble de activos que la segunda. Sin embargo, “el reparto no se basa en los activos, sino en una valoración de la rentabilidad futura de las entidades hecha por expertos independientes que ha sido aceptada por las cuatro entidades”, según confirmó una fuente a Cotizalia.com.

Y es que el ámbito de influencia de Menéndez no es solo político sino económico y ha sabido huir del ladrillo para apostar por la industria, lo que le ha valido a Cajastur convertirse en una de las cajas españolas con más capital. La caja asturiana, con apenas 15.000 millones de euros en activos hasta el año pasado, cuenta con participaciones del 5% en cotizadas como Enagás, Indra, Ence o GAM, así como en la antigua Hidrocantábrico (3%) y la eléctrica porguesa EDP (5%). En total cuenta con un paquete de acciones en empresas valoradas en más de 1.000 millones de euros, un colchón que le ha colocado en posición de fortaleza frente a la crisis. Cajastur aporta más del 80% de la cartera industrial de la nueva entidad.

Ahora los alicantinos van a tener que cambiar a Camps por el PSOE, porque ya que no les quedan más cartuchos para evitar la intervención del Banco de España. Después de que el jueves por la noche rechazaran categóricamente las condiciones de Menéndez, el viernes templaban ánimos y se mostraban dispuestos a seguir negociando pero todo apunta a que las condiciones son lentejas.

El profesor favorito de MAFO

Por dos veces, Menéndez ha recogido el guante lanzado por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Primero fue en 2009 cuando acudió a la subasta de la intervenida CCM. Y ahora ha vuelto a entrar en acción para apuntalar a la CAM, la cuarta caja española, que rompía las negociaciones de fusión con Caja Murcia y Caja Madrid. 

El banquero asturiano llegó a la presidencia de CajAstur en 1995 nombrado por el presidente socialista Alfonso Trevín y continuó bajo la bandera PP de Sergio Marqués. En el 2000, después de una trayectoria discreta al frente de la caja, Menéndez fue destituido por el entonces gobierno socialista de Vicente Álvarez-Areces, aunque sólo cinco meses más tarde volvió a ser nombrado responsable de la caja tras un pacto político entre PSOE, PP e IU, según informa La Nueva España.

Menéndez es Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Oviedo, en la que se licenció en Economía y en Administración de Empresas obteniendo el grado de doctor cum laude con mención especial del tribunal calificador y premio extraordinario. Durante más de diez años ejerció la labor docente e investigadora, realizando trabajos de investigación sobre "la eficiencia de las entidades de crédito" o el control de gestión en empresas descentralizadas.

También publicó estudios sobre las empresas en sectores de economía regulada, uno de los destinos favoritos de sus inversiones como el sector energético. De hecho, Menéndez ocupa un puesto en los consejos de Electricidade de Portugal (EDP), de su filial EDP Renováveis y de Enagás, es vocal del Consejo de Administración de Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y, anteriormente fue presidente de Asturgar.