Tremón, otro 'bluf' de Marsans

Marsans no encuentra comprador. En realidad, no da con ningún valiente que quiera arriesgar dinero para reflotar a la centenaria agencia de viajes. Sí aparecen, sin embargo, un buen número de aventureros que están rondando a Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán para quedarse con el grupo turístico. El último en aparecer en esta ceremonia de confusión es el empresario sevillano Hilario Rodríguez Elías, propietario de la inmobiliaria Tremón, que en la actualidad se encuentra en pleno proceso de concurso de acreedores.

 

Como si disponer de dinero no fuera ahora un problema, fuentes sindicales de Marsans aseguraron ayer que los propietarios “han acordado con el dueño del grupo Tremón una inyección de capital que permitirá reflotar la red de agencias de viajes”. Para esta operación rocambolesca, que rondaría los 100 millones, el empresario andaluz contaría con el respaldo del Banco Santander, extremo descartado por el banco, mientras que Pascual y Díaz Ferrán sumarían “entre 30 y 40 millones mediante la venta de algunos de sus activos”. ¿Coherente?

A pesar de estar en fase concursal y arrastrar una deuda de cerca de 800 millones, el propietario de Tremon se ha colado en la lista de atrevidos salvadores de Marsans, sólo unos días después de que apareciera alguna candidatura anónima encabezada por un empresario de la construcción. Todas estas alternativas aparecen, en cualquier caso, como soluciones poco ortodoxas con la firma del bufete de abogados valenciano Aszendia, especializado en derecho concursal y autoerigido en intermediario de la operación. 

Aparentemente, todas estas maniobras ilusorias pretenden lograr las garantías suficientes para que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) devuelva en la mayor brevedad posible la licencia de venta de billetes aéreos a Marsans, que le fue retirada el pasado 20 de abril tras exigirle un aval de 20 millones de euros por el alto riesgo de impago. No en vano, Díaz Ferrán y Pascual obtuvieron un crédito exprés de ocho millones concedido por Santander, La Caixa y Caja Madrid para cubrir su descubierto con IATA.

La dilación en la venta y la identidad de los posibles salvadores no contribuyen a restablecer la imagen de Marsans. En el caso de Tremon, hablamos de una inmobiliaria que entró en concurso de acreedores en diciembre de 2008, tras abortar un surrealista intento de salida a bolsa a finales de 2007, con el boom del ladrillo por los suelos. Casualmente, a principios de mayo de 2010, antes de que reaparecer en escena, anunció un plan para pagar su deuda en siete años que contaría ya con un respaldo del 80% de los acreedores. Todo se andará.