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Los acreedores de Reyal Urbis contratan a KPMG para que revise el plan de salvación de la empresa
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BARCLAYS, EL MÁS REACIO A APROBAR LA REFINANCIACIÓN

Los acreedores de Reyal Urbis contratan a KPMG para que revise el plan de salvación de la empresa

Los bancos acreedores de Reyal Urbis han contratado a KPMG para que revise el plan de salvación de la inmobiliaria elaborado por el banco de inversión

Foto: Los acreedores de Reyal Urbis contratan a KPMG para que revise el plan de salvación de la empresa
Los acreedores de Reyal Urbis contratan a KPMG para que revise el plan de salvación de la empresa

Los bancos acreedores de Reyal Urbis han contratado a KPMG para que revise el plan de salvación de la inmobiliaria elaborado por el banco de inversión Lazard, según fuentes conocedoras de la situación. Las conclusiones de esta consultora sobre la viabilidad de la empresa serán la clave para que las entidades de acepten el plan o fuercen definitivamente el concurso de acreedores. Según las fuentes consultadas, el informe debe estar listo a fin de mes y la fecha tope para la refinanciación o el concurso es el 31 de diciembre.

Lo que está haciendo KPMG se conoce como IBR (Independent Business Review) y consiste en una revisión del plan de negocio planteado por la empresa de Rafael Santamaría y Lazard para comprobar todos sus puntos: si el punto de partida es efectivamente el que recoge el plan o hay más "muertos en el armario", si las perspectivas de negocio son realistas, si la actividad de la empresa es viable en el entorno actual, si las exigencias que debe aceptar la banca son las adecuadas para permitir dicha viabilidad, si los plazos de carencia son suficientes, etc.

"No se trata de que los bancos no se fíen de Lazard; al contrario, su presencia en el proceso ha dado muchas más posibilidades de salvación a Reyal Urbis. De lo que se trata es de estar seguros de que merece la pena hacer el esfuerzo que se les pide, porque no lo que nadie quiere es seguir remando para que el barco acabe hundiéndose de todas formas", explica una de estas fuentes.

Tal como adelantó El Confidencial, el plan de Lazard requiere a los bancos un préstamo adicional de 150 millones para asegurar la continuidad del negocio a la espera de que se puedan vender los principales edificios propiedad de la compañía sin tener que aceptar precios ridículos por ellos. Con ese dinero se liquidará la deuda con los acreedores no financieros. Además, el plan prevé una reducción al mínimo imprescindible de los gastos y las inversiones y un aplazamiento del pago de la deuda bancaria (que roza los 5.000 millones de euros) durante tres años. A cambio de estas concesiones, las entidades podrán nombrar un controller que controle la gestión de la compañía durante esos tres años, con lo que Santamaría perdería sus funciones ejecutivas.

Si KPMG concluye que Reyal Urbis no tiene futuro de ninguna de las maneras, las entidades no perderán más tiempo e instarán el concurso. Pero si encuentra motivos para la esperanza, lo normal es que los acreedores se adhieran al plan. "La banca no tiene ningún interés en poner más dinero en Reyal Urbis, pero está dispuesta a hacerlo si ve que efectivamente puede recuperarlo en poco tiempo con la venta de activos", explica otra de las fuentes. "150 millones no es tanto dinero y, además, la alternativa es el concurso, así que lo lógico es ponerlo", añade.

Mejoran las perspectivas, pero...

A pesar de que las perspectivas han mejorado notablemente con la entrada de Lazard y de que el sentimiento es positivo en el sindicato, hay entidades que mantienen serias reticencias a aceptar la refinanciación. Las fuentes consultadas coinciden en que el más reacio es Barclays, entidad que también ha puesto bastantes obstáculos en otras refinanciaciones de grandes inmobiliarias. Además, Santander y Banesto se han quedado ya con activos de la inmobiliaria por 1.400 millones, y un juez podría anular estas operaciones en caso de concurso.

La deuda de 5.000 millones de Reyal Urbis se reparte entre 49 entidades diferentes. En especial, hay cuatro con una exposición cercana o superior a los 400 millones de euros cada una: Santander (principal acreedor de la histórica inmobiliaria de Banesto), Barclays, BBVA y Caja Madrid.

En todo caso, estas buenas vibraciones no garantizan nada: en el reciente caso de Nozar, la situación era muy parecida, con el añadido de que los bancos acreedores estaban muy satisfechos con la gestión de la crisis realizada por Luis Nozaleda, a diferencia de lo que ocurre con Santamaría. Además, el préstamo adicional que solicitaba la compañía era de sólo 70 millones. Y aun así, la inmobiliaria acabó en concurso.

KPMG, en todas las salsas

La elección de KPMG para realizar esta labor se basa en su expertise en los procesos de refinanciación de empresas del ladrillo: ha estado presente en prácticamente todos los casos relevantes, y su actuación siempre ha sido muy bien valorada por la banca. Eso es lo que confiere tanta credibilidad a sus conclusiones como base de la decisión definitiva en Reyal.

Por otro lado, a KPMG se le acumula el trabajo. Aparte de este encargo, la consultora tendrá que volver a formular el plan de fusión de las cajas castellano-leonesas después de la espantada de Caja Burgos, de forma que contemple ahora una fusión de dos cajas (Caja España y Caja Duero) en vez de tres. En todo caso, los primeros trabajos para la fusión se basaban en un escenario de una fusión a dos y Caja Burgos se sumó después; por tanto, es de esperar que no hagan falta otros seis meses como los que se han perdido para diseñar el plan definitivo.

Los bancos acreedores de Reyal Urbis han contratado a KPMG para que revise el plan de salvación de la inmobiliaria elaborado por el banco de inversión Lazard, según fuentes conocedoras de la situación. Las conclusiones de esta consultora sobre la viabilidad de la empresa serán la clave para que las entidades de acepten el plan o fuercen definitivamente el concurso de acreedores. Según las fuentes consultadas, el informe debe estar listo a fin de mes y la fecha tope para la refinanciación o el concurso es el 31 de diciembre.

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