Los enemigos invisibles que amenazan el sueño del español Carlos Alcaraz en Indian Wells

Carlos Alcaraz debutó con susto en Indian Wells contra Arnaldi. El tenista español, que ya levantó el trofeo la temporada pasada, aspira a repetir el éxito del curso anterior en Estados Unidos. Algo que tan solamente nueve tenistas han sido capaces de lograr: Roscoe Tanner, Boris Becker, Pete Sampras, Michael Chang, Lleyton Hewitt, Roger Federer y Novak Djokovic. Ningún español lo logró nunca, ni Rafa Nadal.

Con la presión sobre su nuca, el murciano venció por 6-7(5), 6-0 y 6-1 en dos horas y 14 minutos a Arnaldi tras perder el tie-break en la primera manga, lo que provocó que tuviese que subir su nivel en el segundo y tercer set para hacerse con la victoria. Los 23 errores no forzados en el primer asalto radiografiaron lo incómodo y desacertado que estuvo en la pista.

Tras el partido en Indian Wells, Alcaraz se mostró muy sincero y autocrítico en la rueda de prensa y se abrió en canal sobre lo que había sucedido en la pista. "Estaba nervioso en el primer set. Eso me hace en algunos puntos moverme diferente o con menos energía. En el segundo y tercer set, fue totalmente diferente. Me mantuve o me alejé, traté de ser yo mismo con mucha energía, pegando buenos golpes, moviéndome bien", empezó el español.

Cambio de mentalidad e intensidad

El actual campeón del torneo también explicó su cambio durante el partido. "Creo que mi juego salió cuando mi energía era tan alta. Lo intenté hacer en el inicio del segundo set y pienso que me salió bastante bien. Me ayudó a mantenerme a un buen nivel, con alta intensidad durante todo el encuentro".

Alcaraz, que no terminó el año pasado de la mejor manera posible y sufrió hace poco un esguince de tobillo en el torneo de Río de Janeiro. En este sentido, el tenista de 20 años también señaló las condiciones atmosféricas.

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"Es totalmente diferente jugar durante el día que jugar en la sesión nocturna. Yo he estado entrenando todos los días durante el día. Con el sol y el calor, los rebotes son completamente diferentes, la pelota va diferente y me costó todo ese primer set", dijo ante los medios de comunicación.

El tobillo, bajo el foco

Por ese motivo, Alcaraz recordó algunos fantasmas que le impidieron sacar su mejor versión en el primer set. "Probablemente estaba nervioso por ser el primer partido. Obviamente, este torneo es realmente especial para mí. Yo quiero hacerlo bien. Este era el primer partido jugando a alta intensidad y no sabía cómo iba a responder el tobillo", contestó el español.

"Me vinieron a la mente muchas cosas. No pude estar concentrado al 100% en el partido y, sí, eso me puso un poco nervioso. Pero tengo que lidiar con eso. Mi juego es jugando agresivo todo el tiempo, tratando de estar tranquilo y esperando mis oportunidades. Cuando te pones nervioso, no piensas en eso. No golpeas la pelota tan bien como quieres. No te mueves tan bien como quieres. Creo esa es la gran diferencia", reveló.

El tenista español confesó que no llega tan preparado al Masters 1.000 de Indian Wells como le gustaría. "Ahora no vengo con demasiados partidos. El año pasado llegué aquí con más partidos y con más ritmo, ahora estoy recuperándome de una lesión de tobillo", señaló el español.

"Estaba pensando en ello todo el tiempo, no pude entrenar tanto como me hubiera gustado, a alta intensidad. Estoy mejorando y me siento muy, muy bien, aunque creo que tengo que conseguir el buen ritmo paso a paso. Esa es la gran diferencia entre el año pasado y este", remató Alcaraz. Ahora el español se enfrentará a Auger-Aliassime en la siguiente ronda.