¿Ha estado Nadal un año de baja? El balear es un ciclón, aplasta a Kubler y abre la caja de los sueños

• Nadal - Thompson, partido de cuartos de final de Brisbane, en directo

El mejor Rafa Nadal está de vuelta. El tenista español consiguió una importantísima victoria en octavos de final del torneo de Brisbane ante Jason Kubler (6-1 y 6-2), en un partido en el que el español no dio opciones al australiano y mostró su versión más sólida para dominar de principio a fin. Es evidente que la diferencia de nivel entre ambos jugadores era claro, pero el balear, tras casi un año parado por lesión, empieza a pensar que ha ido a Australia en busca de algo más que coger ritmo.

El partido ante Kubler fue muy completo, mostrándose como un ciclón en pista: grandioso al servicio, rápido de piernas y con un drive imparable, como siempre. Sí dejó alguna duda más con el revés, con el que cometió varios errores no forzados. Nadal no debe de tener ninguna presión, pues necesita partidos para recuperar confianza y nivel, por lo que no sería positivo lanzar las campanas al vuelo. Pero visto su nivel, cabe preguntarse si ha estado un año entero de baja por lesión.

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La mejor noticia para Nadal no fue la victoria, sino su capacidad para dominar el partido de principio a fin y hacerle entender a su rival que no tenía ninguna opción desde los primeros compases del choque. Y es que el español no dejó aparecer a Kubler en ningún momento, desmontándole en todas las facetas del juego. Pero especial importancia toma su manera de sacar, posiblemente el elemento más difícil de recuperar tras la inactividad y en el que volvió a estar soberbio.

Ya ante Dominic Thiem, el español se mostró muy eficaz al servicio, no solo en porcentajes, sino en capacidad para variar el juego desde el saque y dominar a su rival. Y, en el partido frente a Kubler, dio un paso más al frente, que le sirvió para convencerse de que esta faceta será fundamental en su regreso. Para poder coger ritmo, nivel de juego y velocidad de crucero, necesita solventar los juegos en los que saca de manera inteligente y sin complicaciones.

Esa lección la llevaba Nadal grabada a fuego y no tardó en ponerla en práctica. De hecho, comenzó el partido ante Kubler como un ciclón, ganando los tres primeros juegos en blanco, dos de ellos al servicio. El español tomaba clara ventaja y, así, el australiano no conseguiría el primer punto del partido hasta el cuarto juego, precisamente en el que despertó... pero donde Nadal supo tirar de resiliencia para frenar la rebelión y firmar el segundo break para ponerse con 4 a 0 a su favor.

Poco le duró la insubordinación a un Kubler que, de nuevo, volvió a sufrir la tiranía de Nadal con su saque para ponerse con 5 a 0 abajo en el marcador. Fue entonces cuando el australiano pidió asistencia médica por molestias en su codo derecho. A su regreso a pista, el australiano recuperó algo de resuello, logrando su primer juego del partido y poniéndose 0 a 40 en el siguiente... pero Nadal no iba a dar espacio a la imaginación de Kubler y le daba la vuelta al parcial para cerrar el set (6-1).

Segundo set solvente para sellar la victoria

Tras solicitar de nuevo asistencia médica, Kubler volvía a pista a sabiendas de que nada tenía que hacer ante un Nadal que lo estaba haciendo todo perfecto, gracias a un juego fácil y sin dudas. Así, de nuevo rompía a las primeras de cambio al australiano y confirmaba el break con su saque para tomar una ventaja que ya no soltaría. Kubler, a sabiendas de que lo tenía todo perdido, se soltó en sus golpeos y arriesgó mucho más, lo que no asustó a Nadal lo más mínimo.

El español, que jugó la segunda manga algo más tranquilo, siguió confirmando que su saque va a ser fundamental en su regreso, con el que se mostró intratable durante todo el partido para seguir sumando juegos en busca de la victoria. Mientras tanto, al resto, empezaba a hacer pruebas, buscando diferentes alturas y profundidades, para ir cogiendo resortes y automatismos en su amplio catálogo de golpes y, por el camino, dejando algún punto de bella factura.

Nadal no necesitó demasiados juegos más para llevarse el triunfo (6-2), con un break más de por medio, para conseguir un triunfo de mucha importancia. No solo porque le mete en cuartos de final ante Jordan Thompson sino, especialmente, por la demostración de juego que dio. Tras un año de inactividad, el brillante partido que firmó Nadal solo está a la altura de los superclases del tenis mundial. Por algo es una leyenda... y, de paso, abre de par en par la caja de los sueños en Brisbane.