El "orgullo" de Rafa Nadal y lo difícil (pero necesario) que es evitar la euforia en su regreso

• Nadal - Thompson, partido de cuartos de final de Brisbane, en directo

Nada más imponerse ante Dominic Thiem, Rafa Nadal contuvo el gesto mientras saludaba al tenista austriaco y al juez de silla. Pero fue dejar la raqueta en el banco y una sonrisa brotó en su rostro. No era una victoria más, era un regreso triunfal 351 días después, era volver a competir en un torneo ATP (250), era sentirse tenista una vez más. "Estoy muy orgulloso de volver después de un año y jugar a este nivel", resumió el manacorí ante los micrófonos de Brisbane.

El tenista español, quien volvía a disputar una competición como número 672 del ranking ATP, demostró que su regreso no supone una gira de despedida, su vuelta a la pista tiene el objetivo de ser competitivo. No empezó mal su andadura ante un rival como Thiem, quien llegó a ser número tres del mundo hace cuatro años, pero que a sus 30 años se encuentra alejado del tenis del máximo nivel, al que derrotó en apenas una hora y media de partido por la vía rápida (7-5 y 6-1).

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A. Ramírez

Las sensaciones fueron extraordinarias para Nadal. Se le vio fresco de piernas, llegando sin demasiada dificultad a las pelotas, demostrando que su nivel tenístico no había bajado. "No me he olvidado de cómo se juega a tenis", comentó, con cierta sorna, en la rueda de prensa posterior al partido. La ilusión por el tenista de los aficionados al deporte se disparó, ¿debemos esperar una gran versión de Nadal a corto plazo? No hay que alzar las campanas al vuelo.

"Si estoy sano y sigo siendo capaz de entrenar al nivel que necesito y juego partidos, las opciones de volver a ser competitivo en un periodo no demasiado largo son más altas. Si mañana vuelvo a la pista y tengo problemas físicos, el proceso será mucho más duro", explicaría Rafa ante los medios. Y es que, el problema al que se enfrenta Nadal en esta última etapa de su carrera no es la disputa de los partidos de máximo nivel, sino que su físico le aguante para entrenar a un ritmo competitivo. Hace tiempo que la prioridad de Rafa pasa por sentirse cómodo ("lo principal para mí es estar sano"), pero su gen competitivo va más allá.

El próximo 14 de enero dará comienzo el Open de Australia, a día de hoy, aspirar a ganar el torneo son palabras mayores. Nadal no tiene el ritmo competitivo para hacer frente a los Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Medvedev y compañía. Más aún en una pista que no es su especialidad. Pero, claro, rebajar la euforia con el español es complicado, es lo que tiene abonarse a los milagros. La tierra batida, con la guinda del pastel en forma de Roland Garros, es la cita marcada en rojo en el calendario (con permiso de los Juegos Olímpicos).

"Hoy es un día feliz para mí y mañana tengo que entrenar. Estoy entusiasmado de volver a jugar otro día más... No sé cómo me levantaré mañana, pero ahora mismo me siento bien". El australiano Jason Kubler será su rival en los octavos de final de Brisbane, partido que tendrá lugar en un horario por determinar de la mañana del jueves para el espectador español.