El último desafío a la lógica de Rafa Nadal o como soñar con conseguir una nueva medalla olímpica

Rafa Nadal está de vuelta. El tenista español confirmó este viernes la noticia con la que soñaban todos los aficionados al tenis: se retirará con la raqueta en la mano. El balear, posiblemente el deportista más grande de la historia de nuestro país, inicia así su último desafío como jugador profesional, después de confirmar que 2024 sería su último año en activo. Y lo hace con un objetivo principal entre ceja y ceja: buscar una medalla en los Juegos Olímpicos.

El manacorí no ha tenido demasiada suerte con las lesiones en su carrera y, de hecho, su último problema en el psoas ilíaco estuvo a punto de dejarle sin volver a competir. El gran historial de problemas físicos que ha sufrido le ha lastrado enormemente, pero quién sabe si ese espíritu de superación no sería tan exacerbado de no haberse visto obligado a sobreponerse constantemente. Pero sea como fuere, tanta lesión le dejó sin competir durante muchos meses.

Tanto que solo ha podido disputar dos Juegos Olímpicos en toda su vida: Pekín 2008 y Río 2016. Ni en Atenas, ni en Londres, ni en Tokio pudo competir por culpa de diferentes lesiones y, ahora, quiere poner el broche de oro a su carrera. ¿El motivo? Muy sencillo: la próxima cita olímpica se disputará en París, en las instalaciones de Roland Garros, las mismas en las que ha conseguido levantar 14 veces la Copa de los Mosqueteros para romper la historia.

Por esa razón, el verano de 2024 está marcado a rojo fuego por Nadal, consciente de que es la gran cita de su carrera deportiva. Qué mejor manera de colgar la raqueta que con la que sería su tercera medalla olímpica para demostrarle al mundo, en un nuevo ejemplo de superación y resiliencia, que siempre hay que perseguir los sueños. Pero, ahora mismo, París queda muy lejos y es el momento de ir paso a paso en busca de recuperar las sensaciones perdidas.

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Rubén Rodríguez

Después de un año sin competir, Nadal sabe que el regreso no será sencillo. Ya ha confirmado en varias ocasiones que las sensaciones son buenas y que está en el buen camino para recuperar su nivel, pero necesita competir para ello. Y ese regreso a las pistas es el paso clave para él: después de una temporada en blanco y con 37 años a sus espaldas, es un misterio cómo responderá. No solo a nivel de competición, sino también de confianza y de recuperación física.

El primer paso lo dará en la primera semana de enero, en Brisbane, donde vuelve a la alta competición y que sirve como preparación al Open de Australia, el primer grande de la temporada. A partir de ahí, según responda su cuerpo, irá haciendo, pero el plan puede pasar por Sudamérica (Argentina o Río), Barcelona, Madrid, Indian Wells y preparar la temporada de tierra batida para afrontar Roland Garros y los JJOO. Y, a partir de ahí, Wimbledon y el US Open.

"La lógica me haría decir que no estaré en los JJOO de París, pero hay que desconfiar de la lógica. Si me hubieran dicho hace cinco años que tendría una temporada como la de 2019, habría respondido que era imposible. Y seguro que si a finales de 2009 me hubieran preguntado si todavía jugaría en puertas de 2020, habría dicho que no. De forma que la lógica…", expresaba Nadal en una entrevista con L'Equipe hace unos años. Ahora, vuelve a desafiar a esa lógica.

Contra todo pronóstico, Nadal continúa siendo un guerrero en pista y, a pesar de haberse perdido una temporada por completo, sabe que está ante la última oportunidad de redondear su palmarés. Y París es el lugar más especial que hay en el circuito para él, donde ha ganado 14 veces y donde sueña con ganar la última medalla olímpica, tras la de oro individual en Pekín y la de oro en dobles en Río. ¿Podrá en París lograrlo de nuevo? Con Nadal, mejor no apelar a la lógica...