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La nostalgia de Carlos Alcaraz con esta foto: de hacer 'parkour' de niño a ser historia del tenis
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ganó su segundo grand slam

La nostalgia de Carlos Alcaraz con esta foto: de hacer 'parkour' de niño a ser historia del tenis

El jugador murciano subió una imagen de hace unos años junto a otra en la que posa con el título de campeón de Wimbledon 2023 tras tumbar en la final a Novak Djokovic

Foto: Carlos Alcaraz hace algunos años (@carlosalcaraz).
Carlos Alcaraz hace algunos años (@carlosalcaraz).

España entera gritó de alegría tras más de cuatro horas y media pegada al televisor. Alcaraz tenía por delante el mayor reto al que se había enfrentado en su carrera: derrotar a Novak Djokovic, y hacerlo en la gran final de Wimbledon para, de paso, espantar los fantasmas que le impidieron plantarle cara en las semifinales de Roland Garros. Un desafío gigantesco que le hizo sacar lo mejor de sí mismo.

Con el tenista serbio buscando su octava corona en Londres y ampliar más su ventaja como el jugador masculino que más Grand Slam había logrado en la historia, el español fue de menos a más. Dejando atrás un comienzo algo atenazado por los nervios, fue poco a poco sacando su mejor versión, logrando mandar a la lona a un Djokovic que parecía imbatible hasta ese momento, sabiendo sufrir y aguantar el chaparrón cuando la cosa volvía a pintar fea.

Foto: La confidencia de Alcaraz al rey Felipe VI: esto es lo que pensó cuando disputaba el último juego contra Djokovic (EFE/Casa Real/Francisco Gómez)

Alcaraz ya es historia del tenis, convirtiéndose en el tercer español que lo logra después de los ilustres Manolo Santana y Rafa Nadal, y uniéndose al selecto club en el que también están Conchita Martínez y Garbiñe Muguruza. El murciano defendió a lo grande el número 1 del ránking ATP, reponiéndose del varapalo de la tierra batida parisina ganando todos y cada uno de sus partidos en hierba, en Queen's y en Wimbledon. Casi nada.

"Nunca he jugado contra nadie como él"

20 años. Aunque parezca mentira y demuestre una madurez en la pista mucho mayor, Alcaraz cumplió los 20 años el pasado mes de mayo. Es por ello que su potencial hace pensar que puede superar cualquier récord fijado hoy en día. El murciano comparte generación con jugadores como Holger Rune o Jannik Sinner, pero ha demostrado estar, de momento, dos o tres pasos por delante. Porque antes de Wimbledon 2023 llegó el US Open 2022, con unas semifinales de Roland Garros entre medias y sin participar en el Abierto de Australia por lesión. Una irrupción asombrosa para cualquiera, incluido el propio Djokovic.

"Creo que la gente ha estado hablando en los últimos 12 meses sobre su juego que consiste en ciertos elementos de Roger, Rafa y míos. Estoy de acuerdo con eso. Creo que básicamente tiene lo mejor de los tres estilos. Tiene esta resiliencia mental y madurez para alguien de 20 años. Es bastante impresionante. Tiene esta mentalidad de toro español de competitividad y espíritu de lucha, y una defensa increíble que hemos visto con Rafa a lo largo de los años", dijo Nole tras la final.

Djokovic continuó destacando las similitudes que le ve a Alcaraz con él mismo, y también con Federer y Nadal: "El revés a dos manos, la defensa y ser capaz de adaptarse ha sido mi fortaleza personal durante muchos años y él también lo tiene. Nunca he jugado con un jugador como él. Roger y Rafa obviamente tienen sus propias fortalezas y debilidades. Carlos es un jugador muy completo. Tiene increíbles capacidades de adaptación que son clave para su edad y para una carrera exitosa en todas las superficies".

De hacer 'parkour' de niño a ser historia del tenis

El propio Carlos Alcaraz subió una foto a las redes sociales en la que se le ve, de niño, saltando una valla. Una imagen que no tiene tantos años y que aparece ya junto a otra en la que el murciano sostiene el título de campeón de Wimbledon 2023. Alcaraz ha sido capaz de cortar de raíz la racha de un Djokovic que iba lanzado a por su quinto campeonato seguido. Historia viva del deporte español, pero también del tenis mundial.

España entera gritó de alegría tras más de cuatro horas y media pegada al televisor. Alcaraz tenía por delante el mayor reto al que se había enfrentado en su carrera: derrotar a Novak Djokovic, y hacerlo en la gran final de Wimbledon para, de paso, espantar los fantasmas que le impidieron plantarle cara en las semifinales de Roland Garros. Un desafío gigantesco que le hizo sacar lo mejor de sí mismo.

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