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Un nuevo Alcaraz para acabar con la tiranía de Djokovic: esto ha cambiado en Wimbledon
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TERCER CHOQUE ENTRE AMBOS

Un nuevo Alcaraz para acabar con la tiranía de Djokovic: esto ha cambiado en Wimbledon

Carlitos disputará frente al serbio su segunda final de Grand Slam tras la victoria en el US Open el año pasado. Novak tiene aún en su mano ganar todos los grandes el mismo año

Foto: Alcaraz jugará la final de Wimbledon. (Reuters/Toby Melville)
Alcaraz jugará la final de Wimbledon. (Reuters/Toby Melville)
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Dejen de pellizcarse, porque es una realidad. Han sido 12 años de espera, pero España vuelve a tener un representante en la final de Wimbledon. Lo que no ha cambiado es el rival, Novak Djokovic. El serbio fue el verdugo de Rafa Nadal en 2011 y ahora quiere serlo de Carlos Alcaraz, que desea como nunca esta revancha tras la derrota en las semifinales de Roland Garros. El murciano llega lanzado después de haber vapuleado a Medvedev (6-3, 6-3, 6-3) en uno de los mejores partidos que se le recuerdan por su madurez y seriedad. El ruso pareció un tenista pequeño a su lado, pese a ser uno de los mejores del circuito.

Alcaraz mostró una versión jamás vista. Era una semifinal de Grand Slam, pero Medvedev le duró una hora y 50 minutos. El favoritismo se demuestra en la pista. Y Carlitos no falló. Conviene tomárselo más en serio aunque solo tenga 20 años e intente puntos extravagantes que no vienen al caso. Pero esta es la edad para cometer errores… aunque ya sea el número uno del mundo. Algo que también defenderá ante Djokovic.

placeholder Medvedev felicita a Alcaraz. (Reuters/Dylan Martínez)
Medvedev felicita a Alcaraz. (Reuters/Dylan Martínez)

El partido fue muy digno para ser unas semifinales, por más que Medvedev acabara desconectado por momentos, fruto de la desesperación. Dio muestras de una derecha letal ante la que Carlitos no fue capaz de mostrar mucha resistencia. Lo que no se esperaba el ruso es que la derecha de su homólogo fuera igual de violenta. Jugar frente al murciano es abrir una caja de sorpresas por la incapacidad para predecir qué hará más allá de las dejadas. En el passing, eso sí, ofreció más fiabilidad Daniil, castigando las agresivas subidas del murciano.

El objetivo de Djokovic

Saber cuál será el golpe, pero, aun así, ser incapaz de neutralizarlo convierte al rival en un fuera de serie. Si se sigue ese razonamiento, Carlitos tendría ya un lugar en el Olimpo de los dioses. Pero antes tendrá que ganar a Djokovic en la final, donde estará ante la oportunidad de parar la racha de victorias de este año del serbio en los Grand Slam (ya ha ganado el Open de Australia y Roland Garros).

Djokovic todavía tiene en su mano convertirse en el único tenista de la historia en ganar todos los Grand Slam en el mismo año. Nadie lo ha conseguido y no es descabellado pensar que tenga ese objetivo en mente tras haberse sumado el 23º en Roland Garros. Carlitos no solo puede evitar que esto ocurra, también dejarle abierta a Nadal la opción de igualar a Djokovic como el tenista con más Grand Slam. Rafa tiene 22 y todavía le queda tiempo fuera de las pistas, pero el próximo Roland Garros es su objetivo antes de una posible retirada al finalizar la temporada 2024. Alcaraz es el único de los rivales que parece capaz de neutralizar a Novak.

El domingo se verá una gran final, aunque probablemente no mejor que aquella que disputaron Roger Federer y Nadal en 2008. Djokovic es el titular de la monarquía actual del tenis, pero hay un príncipe que le pide que abdique. El trono es algo sagrado, a la vez que deseado, y Alcaraz no está por la labor de esperar la retirada del serbio para conseguirlo. En Wimbledon puede alterar el orden mundial de la raqueta.

Foto: Alcaraz celebra en la pista central de Wimbledon. (Reuters/Dylan Martinez)

Un punto de película

La suerte que ha tenido España en el tenis es comparable a la de Argentina en el fútbol. Jamás se hubieran imaginado los argentinos que después de Diego Armando Maradona vendría Leo Messi. Ni los españoles que tras Nadal llegaría un tenista como Alcaraz. Se agotan los calificativos y solo tiene 20 años. Es la sensación del tenis y uno de los grandes reclamos.

Es imposible que las semifinales concluyeran de una manera más cinematográfica. A la dejada de Medvedev le siguió un derechazo de Carlitos que certificó el gran nivel que ha demostrado en 2023. Llegó el abrazo entre los dos tenistas y las primeras lágrimas. Fueron de su madre, Virgina Garfia. Quién sabe si alguna vez imaginó a su hijo más allá de las pistas murcianas.

"Siempre he soñado con jugar una final contra Djokovic", declaró Carlitos: Una final no es momento para tener miedo ni para estar cansado. A esto hay que añadirle que, entre sus deseos de niño, también estaba ganar en Roland Garros y Wimbledon. Ya ha cumplido el primero de los sueños y tiene a tiro lograr el segundo y reinar en la hierba de Londres. Ahora el tenis es eso que pasa entre los sueños de Carlos Alcaraz.

Dejen de pellizcarse, porque es una realidad. Han sido 12 años de espera, pero España vuelve a tener un representante en la final de Wimbledon. Lo que no ha cambiado es el rival, Novak Djokovic. El serbio fue el verdugo de Rafa Nadal en 2011 y ahora quiere serlo de Carlos Alcaraz, que desea como nunca esta revancha tras la derrota en las semifinales de Roland Garros. El murciano llega lanzado después de haber vapuleado a Medvedev (6-3, 6-3, 6-3) en uno de los mejores partidos que se le recuerdan por su madurez y seriedad. El ruso pareció un tenista pequeño a su lado, pese a ser uno de los mejores del circuito.

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