Victoria de resistencia: Alcaraz va de menos a más y pasa a cuartos (3-6, 6-3, 6-3, 6-3)

Londres parece una ciudad perfecta para disfrutar, aunque depende de lo que vayas a hacer allí. Si vas para jugar Wimbledon, y está entre tus planes ser campeón, tienes que sufrir. Y Carlos Alcaraz lo comprobó frente a Mateo Berrettini, en un duro encuentro en el que ha conseguido la clasificación a los cuartos de final (3-6, 6-3, 6-3, 6-3). El murciano tuvo un susto en el primer set, pero se rehizo para derrotar al italiano en la pista central.

El partido se retrasó y empezó fuerte. Ninguno de los dos tenistas cedió el saque a su rival en los primeros juegos hasta que Alcaraz cometió el error. La juventud tiene estas cosas, aunque su bagaje no sea el habitual de los más precoces. Carlitos tiene en su mente conseguir el segundo Grand Slam de su carrera, pero sabe que para ello tendrá que vencer antes a Novak Djokovic.

Haber pasado antes por el mismo lugar y las mismas circunstancias tiene sus ventajas, por mucho que el hombre sea el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Alcaraz ya cometió errores el año pasado en Wimbledon y no tiene intención alguna de que ocurra otra vez. Demasiado tuvo con el amago de lesión en Roland Garros cuando mejor estaba en las semifinales frente a Djokovic.

La dificultad en los saques

Carlitos empezó mejor el segundo set, en el que rompió el servicio de Berrettini en el tercer juego y encarrilló el empate. Una vez conseguidas las tablas, fue más sencillo poner nervioso al italiano, cuyo saque no fue tan efectivo como en el primer set. En esos momento se ve la grandeza de un tenista, capaz de mantener la tranquilidad en un deporte tan mental.

El murciano dejó otro de sus puntos marca de la casa, en una dejada que le hizo Berrettini. La pelota estaba muy cercana a dar el segundo bote cuando Carlitos llegó por los pelos. Todo apuntaba a que de ninguna manera llegaría al campo del italiano. Pero con Alcaraz no hay imposibles. La pelota se fue por el exterior y fue punto para él. Ya tenía la confianza para acelerar el camino hacia la victoria.

Se nota el paso del tiempo en el murciano, y la mano de Juan Carlos Ferrero. La ventaja que se tiene con Carlitos es que se le han visto casi todos sus partidos. Y su evolución es imposible ponerla en duda. Hace un año ganó Madrid y parecía que todo estaba hecho. Nada de eso. Los tiempos de la vida no son los del deporte ni viceversa. Hay que ser cauto con un talento de semejante dimensión.

La mejoría de Alcaraz

La mejor versión de Carlitos se vio en el tercer set, donde rompió el servicio de Berrettini y se puso 3-1 y luego 5-3 con saque a favor. Tenía ganas de cerrar el partido Carlitos después de que se hubiera interrumpido por lluvia hasta que se cerró el techo. Las cosas de Londres, un feudo en el que Alcaraz cada vez está más cómodo.

Fue una victoria trabajada, conseguida de menos a más. Son importantes este tipo de partidos para mejorar la capacidad mental. Carlitos no tiene la de Nadal, pero cada vez la mejora más. Solo así es posible ganar más Grand Slam. Y Wimbledon lo tiene en su cabeza.