Por qué jugar contra el peor Djokovic es mala noticia para el mejor Alcaraz en Roland Garros

Partido por todo lo alto en Roland Garros, en lo que bien podría ser una final anticipada. Carlos Alcaraz y Novak Djokovic se enfrentan en las semifinales en busca de un puesto en el partido por el título, en un choque en el que se verán las caras los dos principales favoritos a hacerse con la victoria en París. El joven con mayor proyección y el veterano con más experiencia del circuito, un choque generacional en el que hay en juego mucho más que una victoria.

A día de hoy, el choque entre Alcaraz y Djokovic en la Philippe Chatrier es el mejor partido que se puede ver en Roland Garros. Dos tenistas superlativos, con un estilo muy diferenciado, pero con un denominador común: ganar con un tenis al que es muy difícil de hacer frente. Hay casi dos décadas de diferencia, entre lo que es el jugador más importante de la nueva generación del tenis y el único del histórico big three que continúa con cuerda para rato, tras la retirada de Roger Federer y el punto y aparte de Rafa Nadal, quien intenta recuperar su condición física de cara a un the last dance en 2024.

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Rubén Rodríguez

Dos estilos diferentes que buscarán meterse en la gran final de Roland Garros, en un partido que se antoja —al menos sobre el papel— largo, de esos de cinco horas pegados al televisor, y que se decidirá por detalles: el jugador que sea capaz de interpretar mejor las debilidades de su rival será el que se lleve la victoria. Pero por el estilo de ambos, todo hace pensar que habrá muchos momentos dentro del propio partido y que quien mejor interprete qué hay que hacer en cada situación será quien se imponga.

Sin embargo, los dos tenistas llegan en un momento muy diferente. Mientras que Alcaraz aparece en el panorama como un verdadero vendaval de juego, fuego en la arcilla parisina, Djokovic aparece en la otra cara de la moneda: sin brillar, en un no muy buen momento e, incluso, con problemas poco habituales. Pero, posiblemente, esa versión de Nole es la más peligrosa para el tenista español. Pecar de favoritismo y creer que será un partido fácil sería un error para Alcaraz.

Alcaraz se ha convertido en una verdadera revolución en París. El español ha ganado los cinco partidos que ha disputado en la presente edición de Roland Garros, en los que tan solo ha cedido un set. Domina los partidos, lleva el ritmo, manda en todo momento y, hasta la fecha, no ha encontrado a un tenista capaz de hacerle daño, salvo aquel parcial que le robó el japonés Taro Daniel y un pequeño momento de desconexión frente al siempre peligroso griego Stéfanos Tsitsipás.

La sensación que ha dejado Djokovic es la contraria: un jugador que no está ganando con la solvencia que se espera de él, que está sufriendo más de lo esperado, que incluso ha mostrado algún síntoma de debilidad física y que hasta ha llegado a enfadarse con la grada en varias ocasiones. Es posiblemente la versión más apagada del serbio en mucho tiempo, pero, por ello, puede ser la más peligrosa a que se puede enfrentar Alcaraz. Y, pese a ello, clava los números del español.

El hecho de que el número uno del mundo pueda llegar al partido considerado como el principal favorito es algo que puede jugar en contra de Alcaraz, a quien le puede venir como anillo al dedo la lección de sufrimiento que tuvo en el tramo final del partido ante Tsitsipás. El propio Juan Carlos Ferrero, entrenador del español, dio en rueda de prensa la clave para el español: "Si es capaz de imponer su elevado ritmo de bola, puede decantar la balanza de su lado". No será fácil ante Nole.

Los amantes del tenis saben que, este viernes, tienen una cita ineludible con la historia, donde el partido es todo un choque generacional entre un rey del deporte y un aspirante que quiere llegar a ponerse en su nivel en unos años. Un partido de tenis donde hay mucho más en juego a la final: la impulsividad de la juventud y la experiencia de la veteranía, en busca del pase a la gran final de Roland Garros. Una cita marcada en rojo en el calendario.