Por qué el susto final de Tsitsipas es la mejor lección para Alcaraz en este Roland Garros

Carlos Alcaraz ya está en las semifinales de Roland Garros después de firmar un enorme partido ante Stefanos Tsitsipas. El español fue capaz de acabar con la resistencia del griego en tres sets, pero no es menos cierto que sufrió un susto final que le metió el miedo en el cuerpo. Después de llevarse las dos primeras mangas con absoluta solvencia (6-2 y 6-1) y dominar el tercer set con mucha comodidad, se vio metido en un lío que le pudo costar el parcial.

Con 5 a 2 a favor y dos bolas de partido, Tsitsipas se soltó la melena y empezó a pegar como no lo había hecho en todo el partido, mientras que a Alcaraz se le empezó a encoger el brazo y a fallar bolas que no había errado hasta el momento. Estaba solo a un punto de cerrar el partido, pero no supo aprovechar las dos primeras ocasiones que tuvo, lo que provocó la reacción del griego. Tanto que le volvió a llevar al límite para decidir el set en el tie-break.

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En el desempate, de nuevo Alcaraz volvió a sacar su magia para aprovechar su ocasión y llevarse la victoria [7-6 (5)], pero nadie le quita el susto que se llevó. El español, que lo tenía todo hecho, bien atado y cómodo, se encontró de manera inesperada con un grave problema al ser incapaz de cerrar un partido que tenía ganado. Un problema que, en realidad, es una bendición, pues es una lección en toda regla justo antes del momento importante del torneo.

Alcaraz ya sabe que se enfrentará en las semifinales al siempre peligroso Novak Djokovic, un rival que no se lo pondrá nada fácil para llegar a una hipotética final. Por esa razón, recibir un golpe de realidad ante Tsitsipas es buena noticia para el español, pues le permite ver que, a pesar de estar volando en pista a lo largo de todo el torneo, no es fácil el reto que tiene por delante: con solo 20 años, ganar a los mejores del mundo, Nole incluido, para triunfar en la arcilla parisina.

"Ante Tsitsipas, me sentí muy cómodo en todo momento y sentía que cada golpe iba a ir donde yo quería. Fue uno de los mejores partidos de toda mi vida y en lo único en que pensaba era en mantenerme concentrado para evitar despistes. Ante jugadores así, perder la concentración unos minutos te aboca a sufrir, y eso es lo que me pasó. Estuve a punto de perder el tercer set y creo que esto me puede ayudar de cara a las semifinales", explicaba el propio Alcaraz tras el partido.

Alcaraz bajó los pies a la tierra y descubrió que, hasta que no selle la victoria con la bola definitiva, no debe de lanzar las campanas al vuelo. Tuvo dos ocasiones de cerrar la victoria y, tras no aprovecharlas, se vio obligado a jugar otra media hora absolutamente fuera de sitio y desubicado, que le pudo costar un set y complicarle un partido que tenía cerrado. Una lección que debe de aprender antes de medirse a un Djokovic ante el que no se puede permitir despistes.

Y es que este Djokovic es precisamente el más peligroso al que se puede enfrentar Alcaraz. Llega sin ser favorito por sus malos resultados en tierra, con problemas con la grada, aquejado de problemas físicos y, por la irrupción fulgurante del número uno del mundo, en un segundo plano deportivo. Por esa razón, el favoritismo no es el mejor jugar al que se puede asir el español, pues no será un partido sencillo ante un serbio que va a complicarle mucho la vida a Alcaraz.

"Ahora mismo me siento como uno de los mejores del mundo y creo que lo estoy demostrando con mi nivel, pero, allá donde compita Djokovic, será el favorito, en cualquier torneo, porque es una auténtica leyenda", expresaba Alcaraz. El español, a pesar de estar brillando en Roland Garros, recibió un mensaje ante Tsitsipas que, si sabe enfocarlo, puede ser una gran lección de vida: nunca hay que dar el partido por ganado..., y mucho menos cuando Nole está enfrente.