Alcaraz supera el bache del primer set y avanza con paso firme en Madrid (2-6, 6-4 y 6-2)

Una ola de calor en pleno mes de abril ya no sorprende, como tampoco es novedoso que Carlos Alcaraz gane un torneo tras otro. Su debut en Madrid estuvo cargado de tintes épicos, porque su victoria costó, y mucho. Ruusuvuori lo hizo sudar, tanto que el primer se lo llevó el finlandés. El segundo, lo ganó Carlitos sobre la bocina con un break que gritó como nunca. En ocasiones, no hay nada como un duro golpe de realidad. Este toque de atención seguro que le sirve para no descuidarse en el torneo. Ahora se enfrentará a Grigor Dimitrov en los dieciseisavos de final tras la victoria (2-6, 6-4 y 6-2).

La victoria en el Conde de Godó dejó de nuevo la mejor versión de un Alcaraz que ha resucitado en este 2023 después de una pequeña travesía por el desierto como consecuencia de las lesiones. Ni antes era tan bueno ni ahora tan malo. Es cuestión de tener término medio con un chaval tan joven como la edad que marca su carné de identidad, aunque a veces él se empeñe en demostrar lo contrario cuando entra en una pista.

Esta edición del Mutua Madrid Open está marcada por las ausencias de dos grandes como Novak Djokovic y Rafa Nadal. El año pasado, la consagración de Carlitos llegó precisamente en este torneo, donde dejó a ambos por el camino. A uno en cuartos de final y a otro en semifinales. Nunca antes los reyes del tenis vieron tan amenazada su corona por un principiante. No es cuestión de egos, sino de pura biología: siempre llega alguien más joven dispuesto a quedarse con tu puesto.

La complicidad con Ferrero

Alcaraz es igual que las arañas, que huelen el miedo y te pican. En el primer juego del tercer set consiguió un break que le encarriló el partido cuando había pasado por una situación complicado. Cuando uno lo pasa mal, luego está muy entero. Por eso su entrenador, Juan Carlos Ferrero, le hizo hincapié en que acabara con su rival en cuanto tuviera ocasión. Este partido no tenía que extenderse más allá de ser un mero trámite para Carlitos.

No hay nada mejor para un maestro que ver como sus alumnos ponen en práctica sus consejos. Ferrero le sugirió a Carlitos hacer una dejada que ejecutó. Y que dejó una sonrisa en el rostro de ambos. Esa complicidad con el técnico es tan vital como su rendimiento en la cancha. El éxito no se construye sólo sobre los hombros de Carlitos, también es fundamental un entorno realista como el que ha elegido.

Ansioso por reeditar el título

Porque Carlitos ha pasado ser un jugador con proyección a convertirse en uno de los principales atractivos del tenis. Sólo había que ver cómo estaba la pista Manolo Santana cuando sólo era un partido de tercera ronda del torneo. A España le ha tocado la lotería con las raquetas, igual que a Argentina le tocó con el fútbol.

El tercer set no fue tan fácil como se esperó, pero Carlitos trabajó como nunca para que el partido no se le escapara. Consiguió una victoria que no olvidará en este camino para reeditar el título en Madrid. Él está ansioso por conseguirlo. Sin rivales de la talla de Djokovic o Nadal, parece complicado que alguien vaya a detenerlo. Es el nuevo ciclón del tenis.