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El fantasma que aterra a Nadal: "No es casualidad que haya sufrido tantas lesiones en las piernas"
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NUEVO PROBLEMA EN LA CADERA IZQUIERDA

El fantasma que aterra a Nadal: "No es casualidad que haya sufrido tantas lesiones en las piernas"

Una nueva decepción en forma de problema físico se ha cruzado en el camino de Rafa Nadal, esta vez en la cadera, una dolencia que de momento no había sufrido. Pero todo viene de lo mismo: los cambios en la pisada por su lesión crónica

Foto: Rafa Nadal, después de lesionarse en su partido ante Mackenzie McDonald. (Reuters/Carl Recine)
Rafa Nadal, después de lesionarse en su partido ante Mackenzie McDonald. (Reuters/Carl Recine)

Rafa Nadal vive uno de los momentos más complicados de su carrera. A sus 36 años y nada más comenzar el curso deportivo, una nueva lesión se ha vuelto a cruzar en su camino y, a las primeras de cambio, se ha visto obligado a decir adiós al primer Grand Slam de la temporada. El tenista español empieza a ver que los problemas físicos son cada vez más habituales y más numerosos, un hecho que ha provocado que, en rueda de prensa, se le pudiera ver pasando un mal trago. El número dos del mundo es consciente de que todo su trabajo se ha ido al traste por culpa de una nueva lesión que nunca antes había tenido.

Y es que el jugador es consciente de que el tiempo como profesional se le está acabando. "El vaso se va llenando y puede haber un momento en que el agua salga fuera", decía en rueda de prensa, como clara referencia a una no muy lejana retirada. Nadal, cuando está en plena forma, es imparable... Pero el problema es que las lesiones se han convertido en un elemento muy común en su día a día e, incluso, le impiden afrontar con normalidad un gran torneo. Y lo que es aún peor: el mejor jugador de todos los tiempos es incapaz de tener continuidad en pista por los numerosos problemas que le frenan el ritmo de competición.

Foto: Nadal tras lesionarse en Australia. (EFE/EPA/Lukas Coch)

Fue en el segundo set cuando notó en la cadera izquierda un extraño pinchazo que le incapacitó el resto del partido. Tras las pruebas médicas, se ha confirmado que sufre una "lesión de grado 2 en el psoas ilíaco de su pierna izquierda". El tiempo estimado que estará fuera de las pistas lo sitúa el mismo entre "seis y ocho semanas". Pero el problema es el amplio historial de lesiones que acumula y, sobre todo, la zona en que se ha producido esa nueva dolencia. Se trata de un problema delicado en una parte del cuerpo fundamental en los apoyos y en la fuerza para jugar al tenis al nivel que lo hace Rafa.

"El historial de lesiones que tiene Nadal es muy grande, es gigantesco, y suma muchos problemas físicos a lo largo de su carrera. No es casualidad que sufra tanto en los miembros inferiores por culpa de su pisada y de las compensaciones que tiene que hacer. Tiene una vinculación directa con su problema crónico de Müller-Weiss. Un deportista de elite tiene que llevar su cuerpo al máximo y estos pequeños detalles pueden agravar las dolencias", explica a El Confidencial el doctor David Rodríguez Sanz, experto en lesiones deportivas, profesor titular de universidad y director del Experto de Fisioterapia Deportiva de la UCM.

Todo comenzó en la temporada 2004, cuando Nadal tan solo contaba con 18 años. El balear ya se había convertido en profesional y empezaba a demostrar que tenía tenis suficiente como para convertirse en un gran jugador cuando su progresión se vio detenida momentáneamente, tras sufrir una rotura por estrés en el escafoides de su pie izquierdo. Tras solventar el problema físico, volvió a las pistas, pero solo unos meses más tarde, ya en 2005, volvió a notar una serie de molestias en la misma zona. Los estudios médicos determinaron que sufría Müller-Weiss, es decir, la displasia del escafoides de su pie izquierdo, un problema crónico y sin solución.

A pesar de ello, el español ha conseguido aliviar su problema con elementos como prótesis plantares, sesiones de fisioterapia, cambios en la alimentación y en la preparación física. Pero ya el pasado año, incluso llevando a cabo todos estos esfuerzos, los dolores volvieron a aparecer. Ahora parece que están en segundo plano, pero no es menos cierto que esa lesión da lugar a que cambien ciertos apoyos, consciente e inconscientemente, y es la que termina por generar otros problemas asociados, como ha sido el caso de su cadera. Nadal confirmaba que llevaba meses con molestias, pero que nunca había sentido el dolor de la pasada madrugada.

"Todas las lesiones tienen un perfil de gravedad elevado para un deportista, porque estamos hablando de atletas que compiten al máximo nivel. Y, además, el nivel de autoexigencia de Nadal es gigantesco. Cuando hay una lesión de miembro inferior, y más en una articulación de carga, te obliga a compensar. Si no funciona bien una cadera, te obliga a trabajar más con la otra y con el resto del cuerpo. Por ejemplo, ha habido un pequeño cambio cuando Nadal ha vuelto a pista, utilizando más los brazos para equilibrar su cuerpo", explica el doctor Rodríguez. Pero a pesar de todos los recursos del español, no ha podido superar al dolor.

Ahora, las principales dudas de Nadal pasan por su cabeza, al descubrir que cada vez que le exige a su cuerpo ponerse al límite, termina por hacerse daño. Ese hecho es el que le ha llevado, precisamente, a expresar en voz alta que empieza a ver el final del camino cada vez más cerca, sabedor de que no puede competir y desplegar el tenis que tiene por culpa del dolor. Sin embargo, la mejor noticia para el español es que conoce a la perfección su físico y sabe a la perfección cuando algo no marcha bien, lo que le permite minimizar riesgos en pista y forzar más de lo debido, lo que podría suponer que sus lesiones se agraven.

"Nadal sabe escuchar a su cuerpo y sabía que algo no funcionaba bien. Es una lesión nueva, no es la misma que ya había tenido. Es verdad que hay que tener en cuenta su edad, los cambios en su vida y el histórico de lesiones, pero Rafa Nadal es de esos deportistas que van a jugar hasta que él quiera. Si alguien se ha ganado el derecho a decir adiós, es él. Y, además, está más delgado, lo que asociado a la optimización del trabajo de fuerza le permite mejorar sus condiciones para alargar su carrera lo máximo posible", confirma el experto a El Confidencial. Una nueva piedra en el camino de Nadal. Otra lesión que le trae por la calle de la amargura.

Rafa Nadal vive uno de los momentos más complicados de su carrera. A sus 36 años y nada más comenzar el curso deportivo, una nueva lesión se ha vuelto a cruzar en su camino y, a las primeras de cambio, se ha visto obligado a decir adiós al primer Grand Slam de la temporada. El tenista español empieza a ver que los problemas físicos son cada vez más habituales y más numerosos, un hecho que ha provocado que, en rueda de prensa, se le pudiera ver pasando un mal trago. El número dos del mundo es consciente de que todo su trabajo se ha ido al traste por culpa de una nueva lesión que nunca antes había tenido.

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