Es noticia
El contrato tácito de Nadal con Barcelona, la grada anima y él arrasa a sus rivales
  1. Deportes
  2. Tenis
nadal busca su undécimo título

El contrato tácito de Nadal con Barcelona, la grada anima y él arrasa a sus rivales

Rafa Nadal también se impuso en las semifinales, en este caso a David Goffin. El belga ganó los dos primeros juegos del partido, pero cuando despertó el número 1 pasó por encima de su rival

Foto: Rafa Nadal, en Barcelona. (EFE)
Rafa Nadal, en Barcelona. (EFE)

Que pase el siguiente. Esta vez era David Goffin, pero a estas alturas de temporada ya todo el mundo sabe que da un poco lo mismo, este es un deporte en el que Nadal gana y el resto aspiran. No hay más, en tierra no parece haber alternativa posible, sin importar demasiado que el contrincante sea bueno, malo o mediopensionista. El belga es uno de los mejores tenistas del mundo y se desenvuelve bien en tierra, factores que son claves la mayoría de los días pero que no entran en juego cuando se trata de Nadal. Da lo mismo quien sea el rival porque aún no se ha encontrado uno que suponga un desafío real para Rafa.

Está ya en la final del Conde de Godó y la perspectiva más realista es pensar que este domingo por la tarde logrará la undécima victoria en el torneo. El adversario será el joven y poco conocido Stefanos Tsitsipas. Será uno de los días más grandes de su vida, su primera final ATP contra un ídolo mundial, aunque cabe preguntarse en qué piensan los tenistas cuando saben que unas horas más tarde tendrán que cruzarse contra Nadal. Porque a nadie le gusta perder, y cuando se juega con él en arcilla los otros resultados son improbables.

Foto: Nadal, en el Conde de Godó. (EFE)

El ejemplo más reciente es David Goffin. Top ten, jugador fiable, le corre la bola mucho, se mueve excelentemente por la pista. Un tenista completo. Arranca el partido muy despierto y le rompe el servicio a Rafa en el primer juego. Consolida el 'break' y se pone arriba 2-0. Se podría pensar que hay partido, que por un día Nadal ha sucumbido a la normalidad de los seres humanos y quién sabe, puede incluso perder un set. Le puede pasar a él, como en esos anuncios de la DGT que recuerdan que hay cosas que le pueden pasar a cualquiera.

placeholder GRAF4397. BARCELONA, 27 04 18.- El tenista español Rafa Nadal devuelve una bola al eslovaco Martin Klizan, durante los cuartos de final del Open BancSabadell-Trofeo Conde de Godó disputado esta tarde en las pistas del RCT Barcelona.EFE Alejandro García
GRAF4397. BARCELONA, 27 04 18.- El tenista español Rafa Nadal devuelve una bola al eslovaco Martin Klizan, durante los cuartos de final del Open BancSabadell-Trofeo Conde de Godó disputado esta tarde en las pistas del RCT Barcelona.EFE Alejandro García

El calor de Barcelona

Pero no, no, esto es Barcelona y el jugador que va de amarillo azufre no tienen ningún interés en parecer que es uno más. Así que hace lo de siempre, da un paso adelante en la pista, emplea un poco más de agresividad y poco a poco se convierte en un enigma irresoluble para su competencia. Nadal es inmenso, es poderoso, es lo más parecido a un invencible que hay en el tenis mundial. Tiene más de un 90% de victorias en la superficie y por más veces que se explique no deja de ser difícil de entender. El resto de jugadores, todos ilusionados y confiados de su juego, no hacen otra cosa que sucumbir ante lo obvio.

Así que llega el martillo de Thor y la confianza que en algún momento pudo tener Goffin se va por el sumidero. Pronto le rompe de vuelta y equilibra el partido. Se pone 5-4 Nadal y sirve el belga, pero la sensación general es que no se va a llegar a mucho más, que no va a haber 'tie break'. Efectivamente, le rompe otra vez para ganar el set y después de lo que ha parecido, al menos superficialmente, un parcial competido da paso a la tormenta perfecta.

Ocho juegos seguidos, los dos últimos del primer set y los seis que conformaron el segundo, donde Goffin no pudo casi ni respirar. Ver como Nadal pasa por encima de tenistas notables es uno de los grandes espectáculos del deporte mundial. Y en esta semifinal se vio una vez más. El público de Barcelona, feliz, en España la gente no va tanto a ver tenis como a ver ganar a Rafa. Y eso es exactamente lo que él les procura, tiene un contrato tácito con la grade, ellos apoyan y él arrasa. Cuesta pensar en un desenlace diferente para la final de este domingo. Pero esto es deporte y hay que jugar, porque Nadal parece no estar sometido a las reglas del azar, pero el infortunio puede llegar en cualquier momento.

Que pase el siguiente. Esta vez era David Goffin, pero a estas alturas de temporada ya todo el mundo sabe que da un poco lo mismo, este es un deporte en el que Nadal gana y el resto aspiran. No hay más, en tierra no parece haber alternativa posible, sin importar demasiado que el contrincante sea bueno, malo o mediopensionista. El belga es uno de los mejores tenistas del mundo y se desenvuelve bien en tierra, factores que son claves la mayoría de los días pero que no entran en juego cuando se trata de Nadal. Da lo mismo quien sea el rival porque aún no se ha encontrado uno que suponga un desafío real para Rafa.

Rafa Nadal
El redactor recomienda