Rafa Nadal es el único que no permite sorpresas en el Conde de Godó

Este año, el cuadro del Conde de Godó presentaba un nivel muy alto. Estaba Rafa Nadal, por supuesto, diez veces ganador en Barcelona y gran favorito para hacerlo una undécima vez. Estaba Novak Djokovic, con ganas de empezar a remontar el vuelo en una temporada que está siendo desastrosa para él. También Grigor Dimitrov, quinto del ránking de la ATP; Dominic Thiem, séptimo y finalista en 2017; y Kei Nishikori, reciente finalista en Montecarlo. Pero de esos cinco, solo el español estará en semifinales este sábado, tras ganar a Martin Klizan por 6-0, 7-5.

Lo que podía haber sido un camino a la final con Nishikori en octavos de final y Djokovic en cuartos, debido al bajo ránking que tienen en la actualidad esos dos tenistas, ha acabado siendo una trayectoria más sencilla para Nadal. Klizan, número 144 del mundo, tiene parte de culpa, pues en la segunda ronda eliminó a Djokovic. Antes había ganado a Federico Delbonis y luego superó a Feliciano López. Dimitrov y Thiem se despidieron este viernes. El primero cayó ante Pablo Carreño, mientras que el segundo no pudo con el joven griego Stefanos Tsitsipas.

Con Nadal, ese tipo de sorpresas no tienen lugar. Y en tierra batida puede decirse que son imposibles. Con los dos de cuartos de final, la cuenta de sets consecutivos ganados sobre esa superficie ya va por 42. De todos, quizá el último haya sido el más difícil. Tras vencer por 6-0 a Klizan, la segunda manga se le complicó al español como ninguna otra en las dos últimas semanas.

Klizan, que había ganado uno de los tres enfrentamientos anteriores entre ambos, llegó a dominar por 2-4 y con 4-5 en el marcador sirvió para apuntarse el set, pero Nadal no lo permitió. Logró el 'break' y se hizo con el mando del partido. ganó tres juegos seguidos para cerrar el partido y meterse en semifinales, donde se medirá a David Goffin, que cerró la jornada del viernes con una victoria ante Roberto Bautista.