El drama del 'XV de la Rosa', veinte años esperando la llegada de un nuevo Wilkinson

Era el 18 de marzo de 2023, última jornada del Seis Naciones. La Irlanda del inglés Andy Farrell, padre del internacional inglés Owen, pasaba por encima de la Inglaterra de su amigo Steve Borthwick, confirmando el peor torneo de los del XV de la Rosa. Perdieron tres partidos, dos de ellos en casa contra sus eternos rivales escoceses y sus archienemigos franceses. Una debacle.

O, más recientemente, el pasado fin de semana, durante el partido de preparación de la Copa del Mundo frente a Gales, sufriendo una nueva derrota por 20-9 sin meter ni un solo ensayo. Otra debacle.

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Íñigo Ribot

Muchos se preguntarán cómo una de las mejores ligas del mundo, que ficha a jugadores de otros países y tiene un alto nivel competitivo, puede no estar en su mejor nivel. Todo se explica por la ausencia de un apertura de garantías, con todo un país esperando que nazca, crezca y se desarrolle una nueva estrella que porte el 10 en la espalda, ya que ni Ford, ni Farrell, ni Smith han demostrado poder llevar a los ingleses al top mundial.

Por nombre, hablamos de una selección muy potente: Itoje, Tuilagi, los hermanos Vunipola, Underhill… Pero igual que pueden igualar el combate físico, incluso superarlo, como en la semifinal del pasado Mundial contra Nueva Zelanda (19-7), pueden sucumbir días después en otro desafío físico mayor, como fue la final contra Sudáfrica (32-12). Esos mismos sudafricanos que les han alejado, en dos finales (2007 y 2019), de volver a tocar la Copa Webb Ellis.

Se les plantea un grupo asequible, con el único escollo de los argentinos en la primera jornada, ya que Japón puede incomodar, pero todavía no está al nivel de las grandes, aunque ganase en su Mundial a Sudáfrica (34-32) en la considerada, hasta el momento, mayor sorpresa de las Copas del Mundo. Hay que apuntar que a los japoneses les entrenaba Eddie Jones, por eso lo de no hay que subestimar a Australia.

Siguiendo con los de la Rosa, una vez pasados los dos partidos más potentes del grupo, se medirán a los comepiedras samoanos y a los debutantes chilenos. En cuartos, presumiblemente, estarán Gales, Australia o Fiji, si consiguen dar la campanada. Y, ahí, puede llegar su tope de semifinales, a no ser que el espíritu de Jonnhy Wilkinson descienda sobre alguno de los aperturas ingleses y, ¿quién sabe si podrán llegar a su cuarta final?

En el país inventor del juego, donde la mismísima familia real se interesa y acude regularmente a los partidos, no llegar a semifinales sería otra decepción en un año marcado por el ridículo de la Copa Calcuta, perdida en Twickenham contra Escocia. A favor, que su hinchada estará muy presente, solo teniendo que cruzar el Canal de la Mancha, y les alentará fervientemente entre cervezas y cantando por primera vez en muchas décadas el God save the King.

Los tres jugadores que no te debes de perder

• Billy Vunipola: El pequeño de los Vunipola, si llega en un estado físico aceptable, sigue siendo de los mejores 8 del panorama mundial. Ball carrier de manual, muy importante para el sistema de juego de ganar metros con el balón inglés.
• Freddie Steward: Zaguero con altura de segunda línea, muy bueno en balones aéreos y muy rápido y potente para contraatacar. Cuidado los rivales con dejar patadas dentro del campo, que se viene un unicornio al galope.
• Tom Curry: Su trabajo sin balón, recuperando balones en los rucks, molestando a los medios de melé contrarios y llegando a todas las ayudas, son clave para la defensa inglesa. Un perro de presa con su camarada Underhill.