Es noticia
Más allá de los números: la voracidad de Marc Márquez y su pulso a la historia
  1. Deportes
  2. Motociclismo
Su hambre, sello de identidad

Más allá de los números: la voracidad de Marc Márquez y su pulso a la historia

La leyenda del español no solo es cuertión de números, también de actitud, entrega y pasión. El '93' sigue la estela de los grandes nombres del Mundial. Tiene a tiro a Rossi y a Ángel Nieto

Foto: Marc Márquez celebra con su equipo su octavo Mundial de MotoGP. (Reuters)
Marc Márquez celebra con su equipo su octavo Mundial de MotoGP. (Reuters)

La estadística no es una referencia para seguir al pie de la letra, porque reúne bajo un mismo epígrafe etapas diferentes, con menos carreras y otras complicaciones. A los 26 años, Giacomo Agostini había ganado cuatro títulos mundiales y 33 grandes premios; Valentino Rossi, siete títulos y 79 carreras; Ángel Nieto, 5 títulos y 27 triunfos en el Mundial; y Mike Hailwood, siete títulos y 60 victorias. Hoy Marc Márquez, con 26 años, se ha coronado campeón por octava vez, y ha sumado su 79ª victoria en el Mundial de MotoGP. Nunca nadie alcanzó tan joven esas cifras en toda la historia del campeonato.

Por encima de esos datos, que resultan demoledores pero que tampoco debemos contemplar con obsesión porque resultan incomparables al mezclar épocas tan diferentes, está la forma en que los éxitos se manifiestan. La forma en que ha ganado Márquez su octava corona mundial y una nueva victoria es la que da la medida del colosal competidor que domina el Mundial de MotoGP.

A Márquez le habría valido con aguantar dentro del podio, corriendo sin complicarse, sin arriesgar, como hizo el sábado cuando no quería renunciar a nada, ni una pole que ni le va ni le viene, ni da puntos para el campeonato. Y si estuvo dispuesto a jugársela hasta caer en la sesión clasificatoria, ¿no lo iba a estar por ganar para conseguir una coronación aún más brillante? Quien pensara que Márquez se conformaría con controlar a Dovizioso para asegurar el título es que no lo conoce. Pero en la pista sí que lo sabían.

placeholder Marc Márquez y Fabio Quartararo, durante la última vuelta en Tailandia. (EFE)
Marc Márquez y Fabio Quartararo, durante la última vuelta en Tailandia. (EFE)

No sólo es su ambición, su fe, el hambre de victoria que siempre lo acompaña, es también alzar la voz ante el talento emergente de la categoría, Fabio Quartararo, que persigue la victoria. El francés pone en cuestión la supremacía de Márquez a una vuelta, pero en la distancia de carrera el campeón no puede consentir que se le suba a las barbas. Su victoria en Tailandia es también una afirmación de su autoridad, como si no fuera suficientemente palpable con una nueva corona pero, por si acaso, ha marcado nuevamente territorio.

Marca territorio

Si hubiera que calificar a Marc Márquez con una palabra, quizás lo más adecuado sería decir de él que tiene un carácter indómito, que nunca se rinde ni cede, que siempre desea más porque no le basta con lo que tiene. Es indómito porque le desborda la ambición y las ganas, y porque no se conforma ni se deja llevar. A lo largo de la historia hemos visto campeones, incluso muchos curtidos y experimentados, plegarse ante la tensión y la presión de un título, mostrando dudas y flaquezas. Pero eso no pasa con Márquez. Después de la fortísima caída sufrida el viernes, que ha soportado haciendo gala de su excepcional forma física –aunque la procesión va por dentro-, nadie le habría reprochado que hubiera preferido conservar y no tomar riesgos, sumar puntos y esperar a Japón para coronarse. Pero no va con él.

Márquez no se oculta, no elude sus responsabilidades, y en este caso es cargar no sólo con el peso de su título individual, sino también con el de fabricantes –Honda lo tendrá a tiro de piedra en el próximo GP, precisamente en Japón- y el de escudería, donde la falta de resultados de Jorge Lorenzo hace que sólo puntúe para la clasificación Márquez, y hoy, él solito, ha sacado más puntos que los dos pilotos del Ducati Team, recortando la ventaja de la escudería italiana.

Se puede decir que a su edad ha roto casi todos los records o ha igualado todos los hitos. En Tailandia igualó al mítico Jim Redman, seis veces campeón del mundo en 250 y 350 con Honda, y que por tanto era hasta hoy el piloto con más títulos con la marca del ala dorada. Ahora comparte ese honor con Márquez gracias a su sexta corona en MotoGP. El siguiente hito es convertirse en el cuarto hombre con mayor número de victorias en la historia del campeonato. Lleva 79. Por delante están Giacomo Agostini (122), Valentino Rossi (115), Ángel Nieto (90), y Rolf Biland (81). El suizo, siete veces campeón del mundo en sidecares, sabe que está en el punto de mira y que será la próxima pieza que se cobre Marc, y en 2020, el añorado Ángel Nieto. Once triunfos los separan. Márquez avanza de mito en mito.

La estadística no es una referencia para seguir al pie de la letra, porque reúne bajo un mismo epígrafe etapas diferentes, con menos carreras y otras complicaciones. A los 26 años, Giacomo Agostini había ganado cuatro títulos mundiales y 33 grandes premios; Valentino Rossi, siete títulos y 79 carreras; Ángel Nieto, 5 títulos y 27 triunfos en el Mundial; y Mike Hailwood, siete títulos y 60 victorias. Hoy Marc Márquez, con 26 años, se ha coronado campeón por octava vez, y ha sumado su 79ª victoria en el Mundial de MotoGP. Nunca nadie alcanzó tan joven esas cifras en toda la historia del campeonato.

Marc Márquez Honda Tailandia
El redactor recomienda