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Márquez va sin frenos y aspira a la victoria ante un Jorge Lorenzo resignado
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El de Cervera demuestra que es el más fuerte

Márquez va sin frenos y aspira a la victoria ante un Jorge Lorenzo resignado

El catalán consiguió la pole sin forzar demasiado y entierra sus problemas con el hombro. Lorenzo, que entró en la Q2, no tuvo opciones y saldrá décimo segundo. Viñales, segundo

Foto: Márquez, durante la clasificación del GP de Argentina en la que consiguió la pole. (EFE)
Márquez, durante la clasificación del GP de Argentina en la que consiguió la pole. (EFE)

A Marc Márquez le bastó muy poco para demostrar que es el hombre a batir en Termas de Río Hondo. Su hombro, por si a alguno le quedaban dudas, ya es pasado. En Qatar se batió en duelo contra Dovizioso y su famoso 'spoiler' todavía tocado y perdió por solo 23 milésimas. Tiene una fe infinita en su calidad, la moto acompaña y, además, no hay nadie que la controle como él. Pole sin apretar demasiado y después de haber sufrido un pequeño susto en los últimos libres tras salirse de la pista por un fallo en la cadena. En seis años en Argentina, cinco poles. Brutal. "Estoy contento, a ver mañana qué tiempo hace", comentó. La carrera, si no llueve, parece suya. Jorge Lorenzo salío en la Q2 a su rueda, aprovechando su trazada y rebufo consciente de que una buena posición en la parrilla pasaba por seguir lo máximo posible al catalán, pero tuvo que resignarse ante la realidad. Aún está lejos. "No me preocupaba que me siguiera", aseguró Marc ante los micrófonos de DAZN.

Lorenzo ya avisó que le faltaban tres carreras para comprender mejor su nueva máquina y, sobre todo, recuperarse al cien por cien de sus heridas. Habrá que hacerle caso, saldrá el 12º. "Quiero ganar a los 22 que corren contra mí, incluido mi compañero de equipo", afirmó Lorenzo en una entrevista para GQ hace unos días, pero no lo tendrá fácil. Domar la Honda requiere tiempo y preparación, justo lo que no ha tenido en pretemporada. Aún así, no todo es malo para el balear y esto se entiende con un dato: en su primer año le costó cuatro carreras meterse en la Q2 con la Ducati, esta temporada solo ha necesitado dos grandes premios para conseguirlo con la marca del ala dorada. También mejora Maverick Viñales, otro de nuestros representantes, que amagó con robarle el mejor tiempo al de Cervera en su última vuelta, pero se quedó finalmente segundo, a unas pocas décimas. "Ayer sufrimos mucho, pero hoy hemos dado un gran paso. En comparación, estamos yendo más rapido. Mañana hemos de dar un salto más", explicó el piloto. Las Yamaha, en principio, pintan bien porque Rossi saldrá cuarto. Parece que los problemas de los japoneses con la electrónica y su unidad de potencia progresan adecuadamente.

placeholder Jorge Lorenzo aún no tiene cogida la medida a su Honda. (EFE)
Jorge Lorenzo aún no tiene cogida la medida a su Honda. (EFE)


La Ducati de Dovizioso, principal rival de Marc por el momento, saldrá tercera (con aleta incluida). Un premio para los italianos, sin feeling con esta pista. "Estoy contento. Es la recompensa para todos nuestros mecánicos después de la caída que tuve durante la primera sesión de libres. La velocidad nos permite poder atacar y no defendernos como pasaba antes en Argentina", avisó el piloto, que promete batalla. "Marc tiene más ritmo, pero la diferencia no es tan grande", añadió. "Le espero mañana", le retó Marc con su famosa sonrisa. Tras la polémica por la pieza aerodinámica en el basculante de los de Borgo Panigale, ambos están deseosos de enfrentarse en el cuerpo a cuerpo. De tú a tú, sin tecnología que valga. Que se hable de victoria y derrota por criterios deportivos.

El que no estuvo fino fue Álex Rins con la Suzuki, cuarto en Qatar. El año pasado hizo el primer podio de su vida en la categoría reína aquí y este año lo tendrá imposible, pues saldrá el 16º. Llegó al circuito con la esperanza de poder ganar y entró en su box visiblemente cabreado, Tendrá que remontar para no perder muchos puntos ante los primeros espadas. Argentina promete emociones fuertes porque se espera agua y ahí los tiempos marcados este sábado importarán poco.

A Marc Márquez le bastó muy poco para demostrar que es el hombre a batir en Termas de Río Hondo. Su hombro, por si a alguno le quedaban dudas, ya es pasado. En Qatar se batió en duelo contra Dovizioso y su famoso 'spoiler' todavía tocado y perdió por solo 23 milésimas. Tiene una fe infinita en su calidad, la moto acompaña y, además, no hay nadie que la controle como él. Pole sin apretar demasiado y después de haber sufrido un pequeño susto en los últimos libres tras salirse de la pista por un fallo en la cadena. En seis años en Argentina, cinco poles. Brutal. "Estoy contento, a ver mañana qué tiempo hace", comentó. La carrera, si no llueve, parece suya. Jorge Lorenzo salío en la Q2 a su rueda, aprovechando su trazada y rebufo consciente de que una buena posición en la parrilla pasaba por seguir lo máximo posible al catalán, pero tuvo que resignarse ante la realidad. Aún está lejos. "No me preocupaba que me siguiera", aseguró Marc ante los micrófonos de DAZN.

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