La nueva vida de Dani Pedrosa y las tediosas jornadas que ha firmado con KTM

Dani Pedrosa va a pasar el invierno más tranquilo y calmado desde que tomó la decisión de ser piloto de motos. Podrá relajarse, olvidarse de las motos por primera vez en veinte años, también olvidarse de la preparación física, que fue determinante para que pudiera acometer la enorme desafío de la competición para una piloto de su complexión, e incluso, si quiere, podrá permitirse el lujo de ganar unos kilos, como le recordaba Jorge Lorenzo en la rueda de prensa en la que MotoGP y la Federación Internacional le rendían homenaje y reconocimiento, en la que se dieron cita además de Lorenzo, su 'alter ego' durante muchos años, otros campeones españoles, como Marc Márquez, Maverick Viñales, Pol Espargaró y Jorge Martínez Aspar, representando a varias generaciones de pilotos españoles.

Pedrosa y los asistentes han evocado la carrera deportiva de Pedrosa, y apenas se ha hablado de su futuro, un futuro que le liga a KTM para trabajar en el desarrollo de su MotoGP, la KTM RC16, que necesita urgentemente un impulso para convertirse en una moto suficientemente competitiva. Y en KTM creen que Pedrosa será una herramienta fundamental para dar ese paso adelante.

Se espera que Pedrosa se incorpore a esta nueva labor dentro de unas semanas en Sepang, a finales de enero, en las jornadas de pruebas previas a los primeros entrenamientos oficiales de pretemporada. Será entonces cuando Dani Pedrosa se suba por primera vez a la KTM.

El reto del piloto de pruebas

Aunque Pedrosa haya decidido dejar la competición, el reto al que se va a enfrentar de ahora en adelante no es pequeño. Asumir el rol de piloto de pruebas es una tarea que exige una actitud diferente a la que ha adoptado en los últimos veinte años, cuando no había nada más importante que las carreras y el único resultado que se permitía era ganar. Ahora va a ser el piloto de pruebas de KTM, pero no lo va a tener fácil porque tendrá que cambiar de mentalidad, ya no podrá pensar como un piloto en activo. El trabajo de probador requiere una actitud especial, requiere mucho sacrificio durante largas y tediosas jornadas sin la recompensa del lucimiento personal. Eso se ha acabado.

El primer paso para acostumbrarse a este nuevo trabajo es renunciar a ser uno mismo y pasar a ser un engranaje más. Olvidarse por completo de ser piloto invitado o sustituto, porque los probadores que intentan mantenerse en la competición activa pierden la perspectiva de su trabajo. A veces creen que nada ha cambiado, que su reto es arañar décimas al crono, superar a quien se encuentran en la pista como si fueran uno más de la parrilla, pero nada de esto es así cuando anuncias que dejas de correr. Casey Stoner lo tuvo claro: los cantos de sirena de MotoGP le tentaron una y otra vez, tanto en Honda como en Ducati, pero no sucumbió. Aceptó correr las 8 Horas de Suzuka y lo pagó caro, con una fractura en una pierna, seguramente porque ya no era un piloto, ya no tenía la ambición ni la motivación necesarias. Desde entonces cada vez que alguien mentaba su nombre para correr en Phillip Island, su circuito, donde se mantuvo invicto de 2007 a 2012, siempre negaba que fuera posible.

Lo que quiere KTM

Es importante también que KTM le haga entender qué espera de él. El fabricante austriaco no necesita un piloto de pruebas que apriete a sus pilotos oficiales. No necesita un Stoner, que cada vez que se subía en la Ducati, en sus cortas e intensas sesiones, salía a reventar el crono, desafiante, como diciendo: a ver si mejoráis eso. Con eso le bastaba para darse por satisfecho, con una perspectiva cortoplacista. Siendo sinceros, el probador que realmente ha contribuido a la evolución de la Ducati Desmosedici ha sido Michele Pirro y no tanto Casey Stoner.

KTM apela a la sensibilidad de Pedrosa, a su capacidad de discernir entre lo que funciona y lo que no funciona, una cualidad muy alabada por el equipo técnico de la marca, algunos de cuyos miembros trabajaron con Pedrosa en el pasado. De hecho, Mike Leitner, team manager del equipo KTM, fue ingeniero de pista de Pedrosa desde 2004 hasta 2014, primero en 250 y después en MotoGP, y siempre se mostró entusiasmado con la posibilidad de su llegada a KTM.

También habrá que ver si esta nueva actividad le resulta suficientemente gratificante. Es evidente que este año ha estado desmotivado. Cuando empezó a dar vueltas a sus opciones de futuro, Pedrosa comenzó a desconectarse de su realidad, y en muchas ocasiones su rendimiento ha estado muy por debajo de lo que cabría esperar de él, con clasificaciones en entrenamientos por detrás de Franco Morbidelli y en alguna ocasión incluso detrás de Takaaki Nakagami, ambos con las Honda RC213V estándar, unas motos que no se acercan ni de lejos al potencial de la RCV oficial del equipo Repsol. Se nota cuando a un piloto se le apaga la chispa. Él nunca lo ha ocultado, y su decisión de abandonar las carreras la tomó con anterioridad a esta mala racha.

Este nuevo reto puede encenderle de nuevo. Es un desafío completamente distinto, ¿pero estará preparado para ello? Los pilotos como Pedrosa, acostumbrados a ganar, a estar siempre en vanguardia del campeonato, a situarse en lo alto del podio, no tienen un interruptor para desconectarse de las carreras. Todo tiene su proceso. Por primera vez desde que tenía 13 años, Pedrosa podrá dedicar tiempo a sí mismo. Ya no tiene que pensar en la siguiente sesión, en la próxima carrera… Todo eso se ha acabado. A partir del domingo será un hombre nuevo.