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Una estrella del golf se retira entre lágrimas del Mundial por el cáncer de su madre
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había jugado seis hoyos

Una estrella del golf se retira entre lágrimas del Mundial por el cáncer de su madre

Jason Day, número 3 del mundo y campeón del PGA, jugó siete hoyos antes de dejarlo para irse a acompañar a su madre, a la que operan de un cáncer de pulmón este viernes

Foto: Jason Day, en el Mundial Match Play. (Reuters)
Jason Day, en el Mundial Match Play. (Reuters)

Jason Day hizo por empezar el recorrido en el Mundial Match Play. Cogió la bolsa de palos, escuchó las indicaciones del 'caddie' y jugó seis hoyos. Desde el primero se notó que algo pasaba. Él, que es el número 3 del mundo y uno de los mejores golfistas del circuito, parecía ausente. En el séptimo dio la mano a su rival, Pat Perez, y volvió a la casa club. Se retiraba por un motivo de causa mayor, él estaba en el campo, pero la cabeza estaba con su madre.

Foto: Jon Rahm, en el Mundial de Golf (EFE)

En un alarde de profesionalidad, se puso delante de un micrófono para explicar lo ocurrido. Desde el primer momento las lágrimas se manifestaron en sus ojos. El australiano, con la gorra calada en la cabeza, contaba que se iba del Mundial porque este viernes operan a su madre de un cáncer de pulmón y que no está preparado para afrontar los rigores de un torneo así en esas circunstancias. Le tienen que extirpar, según contó, un tumor de tres o cuatro centímetros.

"Ha sido un tiempo muy, muy duro para mí como para siquiera pensar en el golf. Emocionalmente esto lleva pasándome factura desde hace tiempo. Sé que mi madre dice que no deje que me afecte, pero está siendo muy complicado. Es difícil pensar en un recorrido de golf ahora mismo, sabiendo lo que está pasando", se expresaba Day ante el micrófono.

El australiano fue campeón del PGA en 2015 y defendía esta semana su título del Mundial Match Play conseguido la pasada temporada. A principios de 2017 su madre fue diagnosticada con cáncer. En un primer momento, en Australia, el pronóstico era pésimo, pues estimaron los médicos que solo viviría un año más. En Estados Unidos los pronósticos son más optimistas. No es la primera vez que la enfermedad golpea a los Day, pues el australiano se quedó huérfano a los 12 años tras la muerte de su progenitor por un cáncer de estómago.

"Necesito algún tiempo lejos, con ella, para asegurarme de que todo va bien, así que voy a intentar dar lo mejor de mi mismo y estar allí de la mejor manera posible porque ella es la razón por la que yo puedo jugar al golf hoy. Espero que la recuperación sea lo más rápida posible, dejar todo esto atrás y que pueda tener una vida muy muy larga por delante", consideró Day.

En una cuestión secundaria sin duda, pero deportivamente importante, el Masters de Augusta está solo a quince días. Es uno de los grandes torneos del año y Day estaba, lógicamente, entre los favoritos a la chaqueta verde. Su agente comentó después que, lógicamente, no saben qué pasará. "Lo más importante en este momento es que esté con su madre el viernes en la operación. Sobre si lo va a jogar o no, sé que es algo que quiere hacer, pero cualquiera que tiene madre sabe que es lo prioritario. Estar junto a su madre en Ohio durante la operación es algo muy importante para él, es donde necesita estar", recalcó Bud Martin.

Jason Day hizo por empezar el recorrido en el Mundial Match Play. Cogió la bolsa de palos, escuchó las indicaciones del 'caddie' y jugó seis hoyos. Desde el primero se notó que algo pasaba. Él, que es el número 3 del mundo y uno de los mejores golfistas del circuito, parecía ausente. En el séptimo dio la mano a su rival, Pat Perez, y volvió a la casa club. Se retiraba por un motivo de causa mayor, él estaba en el campo, pero la cabeza estaba con su madre.

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