Por qué Luka Modric pasará a la eternidad a pesar de no haber ganado un Mundial
El jugador del Madrid ha guiado de nuevo a Croacia en una Copa del Mundo. En esta ocasión, no han alcanzado la final, pero sí un meritorio tercer puesto, como en 1998
Hay jugadores que no han ganado un Mundial y, sin embargo, todavía continúan en la memoria de los aficionados. No piensen en Messi, que mañana tiene su última bala, sino en Luka Modric. El croata ha colocado a su país, dos veces consecutivas, entre los cuatro mejores del mundo a nivel futbolístico. Le falta la Copa del Mundo, pero el reconocimiento es eterno. Pocos jugadores han alargado tanto su trayectoria (hay que recordar que Modric tiene 37 años).
La epopeya croata comenzó en Rusia, cuando Modric superó a la generación de su presidente, Davor Suker. Croacia, un país que apenas tenía 25 años de vida, había sido tercera en el Mundial de 1998. No esperaban otra generación con un nivel tan alto, pero apareció jugadores como Luka o Ivan Rakitic, que encumbraron a la selección. Solo un tifón llamado Kylian Mbappé les privó de levantar la Copa del Mundo.
Repetir la gesta en Qatar se antojaba complicado, porque muchos de los protagonistas de Rusia ya no estaban como escuderos de Modric. El Quijote había perdido a sus Sanchos Panzas; era normal ver gigantes en lo que eran simples molinos. La fase de grupos fue pobre (fueron segundos por detrás de Marruecos) y se clasificaron con sufrimiento a octavos.
La final anticipada con Brasil
El pase a cuartos también estuvo cargado de épica, en un encuentro perfecto para la siesta ante Japón. Los penaltis, como en Rusia, aparecieron en escena. Algunos (no Luis Enrique) ven azar en la tanda, pero no los croatas. Tres aciertos fueron suficientes para protagonizar el primer gran encuentro de las rondas finales: una final anticipada ante Brasil.
Neymar ya estaba recuperada, pero Modric y los suyos eran un batallón complicado. El partido se antojaba trampa y vaya sí lo fue. La genialidad del jugador del PSG abrió el partido en plena prórroga. Brasil esperaba rival en semifinales cuando un contragolpe croata le quitó las ilusiones. De nuevo, los penaltis. El guion exactamente igual que en Rusia: pena máxima en octavos y cuartos.
Modric, a sus 37 años, metió a su país de nuevo en semifinales. En Rusia tocó Inglaterra; en Qatar, Argentina. Hace cuatro años, Luka y los suyos enterraron a la albiceleste en la fase de grupos, en un 0-3 todavía recordado. En esta ocasión, Leo no estaba para bromas. Quiere que sea su Mundial y no estaba por la labor de perder su último cartucho. Hasta ahí llegó la epopeya croata.
Su último Mundial
Ser eliminados en semifinales no impidió que Modric recibiera el reconocimiento de compañeros, rivales y de los aficionados. A pesar del 3-0 ante Argentina, fue ovacionado por el estadio cuando se marchó sustituido. Ser ejemplo, en algunas ocasiones, vale más que cualquier título. Por más que Luka todavía sueñe con ganar un Mundial.
Este ha sido the last dance de Modric en una Copa del Mundo… como jugador. Si uno se fija en su conocimiento del juego, no es descartable que quiera ser entrenador. Ahí quizá le espera la selección para repetir lo mismo que hizo como jugador. El Mundial es una obsesión y Luka, el tipo que con su bastón tiene que encontrar agua para Croacia.
Hay jugadores que no han ganado un Mundial y, sin embargo, todavía continúan en la memoria de los aficionados. No piensen en Messi, que mañana tiene su última bala, sino en Luka Modric. El croata ha colocado a su país, dos veces consecutivas, entre los cuatro mejores del mundo a nivel futbolístico. Le falta la Copa del Mundo, pero el reconocimiento es eterno. Pocos jugadores han alargado tanto su trayectoria (hay que recordar que Modric tiene 37 años).
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