Memphis Depay salva al Atlético de Madrid de estrellarse en el muro del Rayo (2-1)

El Atlético de Madrid ha cosechado una victoria frente al Rayo Vallecano (2-1) que lo mantiene con opciones de pelear por la Liga, si es que no están todas perdidas. Los colchoneros se adelantaron por medio de Reinildo, en una jugada a balón parado que recordó a las de los mejores tiempos. El empate, sin embargo, llegó poco después por medio de Álvaro García. Y fue Memphis Depay el que certificó el triunfo cerca del final.

Era un partido en el que el Atleti se jugaba mucho por su necesidad de ganar. El Barcelona había logrado la victoria in extremis frente al Osasuna y se mantenían por encima de los colchoneros. Tenían que empatarles a puntos como fuera.

Los colchoneros jugaron un partido ofensivo, con la intención de adelantarse cuanto antes. Sus vecinos, no obstante, plantaron un muro prácticamente infranqueable en su área. Penetrar en esa defensa no era una tarea fácil.

Reinildo confirmó la buena primera mitad del Atleti con un cabezazo que se coló en la red, no sin antes ser revisado por el VAR. Durante todo el partido, el suspense en las decisiones del colegiado acompañó a los colchoneros.

La revolución de Simeone

La felicidad había llegado al Metropolitano, pero resultó efímera. El Rayo había empezado a tener algo más el balón y el control del partido conforme pasaron los minutos. En una jugada de ataque, el balón le llegó a Álvaro García, que realizó un zurdazo que dejó de piedra a Oblak. Era el tanto del empate.

La segunda mitad trajo una revolución de Simeone, que apostó por Lino, De Paul, Griezmann y Koke, anómalos suplentes, para que el equipo despertara. Su presencia se notó y fue suficiente para que llegara el gol de la victoria gracias a la insistencia mostrada.

Euforia en El Metropolitano

El Rayo no estuvo alejado de la portería, tampoco del segundo tanto. Álvaro García se fue solo hacia Oblak, pero los defensores del Atleti lo alcanzaron a tiempo y le impidieron que rematara a placer delante del esloveno. Hubiera sido una noticia fatal para ellos.

Depay tuvo el gol de la victoria y fue celebrado en El Metropolitano. Tras la euforia, llegó la decepción. La revisión indicó que el neerlandés estaba en fuera de juego. El tropiezo colchonero parecía certificado.

El neerlandés, sin embargo, no tenía intención de rendirse. Griezmann le dio un pase, no sin protesta del Rayo por un previo codazo a su lateral izquierdo, que empujó a la red con suspense, porque Dimitrievski rozó la pelota. La euforia estaba servida.