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Antonio Poyatos: "Jorge Valdano no sabía gestionar un vestuario"
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ENTREVISTA AL EXJUGADOR

Antonio Poyatos: "Jorge Valdano no sabía gestionar un vestuario"

Marcó un gol que pasó a la historia del Jerez y que les dio un ascenso. Luego jugó en el Logroñés, Sporting y Valencia, donde la afición valoró muchísimo su entrega y compromiso

Foto: Poyatos, durante su etapa en el Sporting. (EFE)
Poyatos, durante su etapa en el Sporting. (EFE)

"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos las que la jugamos", escribió William Shakespeare. El de Antonio Poyatos (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1966) estuvo directamente marcado por David Vidal, el entrenador que apostó por él para debutar en la élite, en Primera División, a sus 25 años en el Logroñés. Vidal, viejo zorro de los banquillos, era buen conocedor de todo lo que se movía por el balompié gaditano. "Gracias a él pude jugar en Primera", dice Poyatos, ahora dedicado a sus negocios, en conversación con El Confidencial.

Poyatos pasó por Jerez, Logroñés, Valencia y Sporting de Gijón, pero quizá sea la Comunidad Valenciana el lugar en el que todavía no lo han olvidado. Aunque la presión le puede a muchos en Mestalla, no fue su caso. Allí el púbico le reconoció siempre su esfuerzo y entrega. "Es la mejor afición que hay en España".

placeholder Luis Aragonés marcó a Poyatos. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Luis Aragonés marcó a Poyatos. (Reuters/Marcelo del Pozo)

Aquel fútbol español de los 90 estaba lleno de jugadores duros. No obstante, Poyatos, del que siempre destacaron su compromiso y esfuerzo, no se encuadra en este tipo de futbolistas. "Creo que era un jugador muy completo. Robaba balones, tenía buen pase, estaba bien colocado… No sabría decirte qué futbolista actual se parece a mí. Ahora el fútbol ha cambiado porque la preparación física es distinta".

Las pretemporadas de antes

Las pretemporadas es el momento menos preferido por los jugadores, que vuelven a la rutina tras las vacaciones. En aquellos años, era habitual que los primeros días fueran muy duros. Lo cuenta Poyatos: "Recuerdo que, cuando estaba en el Jerez, íbamos a entrenar a la playa y teníamos que correr por las dunas. Era frecuente que más de uno acabara vomitando. La exigencia era altísima".

Jerez volvió a ser su sitio tras el paso por Logroño, Valencia y Gijón. Allí vive ahora, donde todavía no han olvidado su gol al Ceuta en 1986, uno de los más importantes de la historia del club y que sirvió para conseguir el ascenso a Segunda. "La gente mayor todavía me lo dice. Fue un momento muy bonito".

La ciudad la abandonó en 1991 para mudarse a Logroño tras aceptar la propuesta del Logroñés y de David Vidal. Poyatos era un jugador asentado en Segunda y aceptó con agrado el reto de estrenarse en la élite. "El cambio fue brusco porque yo no había vivido en otro sitio además de Jerez, pero me adapté a la perfección a Logroño. La ciudad me encantó e hice buenas relaciones con los compañeros. Aquel vestuario era magnífico".

placeholder Vidal se llevó a Poyatos al Logroñés. (EFE/José Manuel Vidal)
Vidal se llevó a Poyatos al Logroñés. (EFE/José Manuel Vidal)

La mudanza a Logroño

El cambio implicó abandonar sus estudios de Graduado Social, pero a cambio cumplió su sueño de jugar en la élite. Los estudios siempre le acompañaron hasta ese momento. También su mujer, con la que se casó en Jerez cuando ya era futbolista del Logroñés. "Me casé en el sur y el presidente, Marcos Eguizábal, tuvo un gran detalle: él pagó todo el vino de la boda".

Estaba cómodo Poyatos en Logroño, pero llegó una propuesta que le sedujo. Valencia era una gran plaza y no lo dudó ni un segundo. Allí coincidió con Luis Aragonés, del que guarda muy buen recuerdo. "Era un fenómeno hasta el punto de tener contentos a los que no jugaban. Su sinceridad la valorábamos muchísimos, porque iba de cara y no te engañaba. Era imposible no quererlo".

"Los jugadores lo llamábamos Zapatones y no le hacía mucha gracia. Es el mejor entrenador que he tenido, sin duda". Aragonés dejó una huella importante en Poyatos, igual que en la mayoría de jugadores a los que dirigió. A aquel Valencia de Luis, sin embargo, le faltó un éxito. "Es cierto que podríamos haber ganado algo, porque nos quedamos cerca de una Liga y de una Copa del Rey".

placeholder Arsenio fue el rival en aquella final. (EFE/Javier Lizón)
Arsenio fue el rival en aquella final. (EFE/Javier Lizón)

El título que se les escapó

La Liga se les escapó en la temporada 1995/96, cuando el Atlético de Madrid consiguió el doblete. La Copa la perdieron en la final frente al Deportivo, en un partido que tuvo que suspenderse por la fuerte lluvia que cayó en el Bernabéu. "A nosotros nos sentó muy mal que suspendieran el partido. En ese momento, estábamos mucho mejor que ellos y luego tuvimos la mala suerte de perder. Los trozos de granizo que cayeron fueron impactantes, porque, además, no había ninguna previsión meteorológica que hubiera indicado eso".

Los malos resultados acabaron con la etapa de Aragonés en Valencia y luego llegó Jorge Valdano, del que no guarda tan buen recuerdo como muchos de sus compañeros. "Tenía mucho conocimiento del juego, pero no sabía gestionar un vestuario". El argentino fue el responsable de su salida. "En verano, dijo públicamente que ocho o diez jugadores, entre los que yo estaba, éramos intransferibles. Pero cuando faltaban diez días para acabar el mercado me comentó que no contaba conmigo. No iba de cara como lo hacía Luis".

placeholder La relación con Valdano no fue la mejor. (EFE/Javier Lizón)
La relación con Valdano no fue la mejor. (EFE/Javier Lizón)

Aquella etapa también estuvo marcada por la llegada de Romario. "Era un jugador fantástico y con muchísima calidad. El club lo fichó con la intención de ver si mostraba el mismo nivel que en Barcelona, pero no fue así. No se integró mucho en el vestuario".

Al final en Valencia le siguió el inicio en Gijón, donde Poyatos integró el equipo que menos puntos (13) hizo en Primera División desde que se otorgan tres por victoria. "Nos falló todo", comenta. Luego llegó el regreso a Jerez, algo que no le costó, aunque echaba muchísimo de menos el fútbol. Un deporte que todavía tiene presente y por el que recuerdan.

"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos las que la jugamos", escribió William Shakespeare. El de Antonio Poyatos (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1966) estuvo directamente marcado por David Vidal, el entrenador que apostó por él para debutar en la élite, en Primera División, a sus 25 años en el Logroñés. Vidal, viejo zorro de los banquillos, era buen conocedor de todo lo que se movía por el balompié gaditano. "Gracias a él pude jugar en Primera", dice Poyatos, ahora dedicado a sus negocios, en conversación con El Confidencial.

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